Expertos indican que tras la elección de Mauricio Claver-Carone, el organismo debe fortalecer la capitalización y diseñar políticas para la recuperación de la región.
Al frente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID),
el estadounidense Mauricio Claver-Carone deberá fortalecer su capitalización y
diseñar políticas para la recuperación de la región latinoamericana, sin tener
sesgos políticos, sino de una manera profesional, señaló Michael Shifter,
presidente del Inter-American Dialogue.
“Tener prioridades claras, definidas; la capacidad de
atraer los mejores profesionales, los mejores técnicos para hacer un trabajo
muy fundamental en la medida que no sea politizado, sin orientación política,
solamente bajo criterios técnicos y profesionales, ese será un gran reto”, dijo
el economista tras la elección de Claver-Carone este fin de semana.
Predecir los cambios que se avecinan en lo que será una
nueva etapa en la historia del BID, dirigido por cuatro latinoamericanos desde
su fundación en 1959, es difícil, ya que la trayectoria del estadounidense,
actual asistente adjunto del presidente Donald Trump, ha sido política.
“Claver no tiene trayectoria en temas de desarrollo en la
región, más bien ha sido un ideólogo, un político. Él dice que va a unir y no a
dividir la región, que no va a ser político sino que va a tener otro estilo al
que ha llevado en su cargo actual en la administración del presidente Trump.
Esto no lo sabemos, lo que sí está claro es que él va a tener la agenda
política de Estados Unidos muy presente y está identificado con el proyecto de
desarrollo de ese país conocido como “América Crece”, dijo Shifter, en
entrevista con El Financiero Bloomberg.
En este sentido, el experto en temas de la región agregó
que “la interrogante va a ser si puede generar políticas multilaterales”.
Manuel Molano, economista en jefe del Instituto Mexicano
para la Competitividad (IMCO), dijo que el colombiano Luis Alberto Moreno,
quien termina su mandato el 30 de septiembre próximo y que ocupó la presidencia
del organismo desde 2005, “deja unos zapatos grandes que llenar. Ojalá el señor
Claver esté a la altura... Nos debe preocupar su agenda. No sabemos nada sobre
sus planes para la institución. Hay que dejarlo actuar”.