Lo expresado por el papa Francisco, no está dirigido a la comunidad abiertamente homosexual. Va para quienes son parte de ella en las sombras y viven con el conflicto que esto representa a la religión que profesan.
Que si uniones y leyes de convivencia civil no son lo
mismo que matrimonio. Que si la opinión del papa Francisco no representa una
postura con valor para un segmento del movimiento LGBT+. Que nadie pidió su
autorización.
La cita que le dio la vuelta al mundo y llenó titulares:
“Las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia, son hijos de
Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie ni
hacerle la vida imposible por eso (…) Lo que tenemos que hacer es una ley de
convivencia civil, tienen derecho a estar cubiertos legalmente. Yo defendí
eso…”.
Según reportes de quienes ya vieron este documental,
además de esta cita de viva voz del Papa, también se recuperan testimonios de
personas homosexuales que han sido ayudadas por el Pontífice. Relata Juan
Vicente Boo, corresponsal del diario ABC en el Vaticano: “Como el romano Andrea
Rubera, a quien el Papa, en respuesta a una carta, llamó por teléfono para
animarle a llevar a sus tres hijos al catecismo. Según Rubera, Francisco le
dijo: ‘por favor lleve a sus niños a la parroquia, sea transparente con la
parroquia sobre su familia. Por supuesto no todos estarán de acuerdo con una
familia así, pero va a ser bueno para sus chicos’”. El interesado lo agradece
como “un gran consejo porque ya es el tercer año que mis hijos siguen un camino
espiritual en la parroquia y todo va bien. El Papa nunca dijo cuál era su
opinión sobre mi familia, probablemente él sigue la doctrina en este punto,
pero es la actitud lo que cambió increíblemente…”.
Y es justo eso. Lo expresado por el papa Francisco, no
está dirigido a la comunidad abiertamente homosexual. Va para quienes son parte
de ella en las sombras y viven con el conflicto que esto representa a la
religión que profesan. También para esas familias que acuden a misa con la
esperanza de saber qué hacer con uno de sus integrantes atraído o atraída por
alguien de su mismo sexo. O para los tantos grupos o personas que se mueven a
partir de un odio justificado en cánones religiosos. El mensaje fue para ellos.
Desde luego que esto no finiquita el debate sobre que las
uniones civiles no son lo mismo que un matrimonio, pero son uniones en términos
civiles las que tiene que proteger el Estado. Éste y cualquiera en el mundo.
Aunque, de nuevo, lo expresado por el Pontífice desarma un discurso utilizado
por grupos políticos de derecha, aun a pesar de la laicidad, para impedir el
reconocimiento de los derechos de la comunidad LGBT+, como el matrimonio. Para
ellos es el mensaje. Aunque, de igual forma, todos deberíamos celebrar que haya
nuevas narrativas que cambien aquellas con la que se sustenta el odio, más aun
cuando vienen de la cabeza de una institución que históricamente se ha cerrado
al mundo que ha existido desde siempre. Ojalá que pronto lo escuchemos también
decir “matrimonio igualitario”, como otro sello de inclusión.
https://www.excelsior.com.mx/opinion/yuriria-sierra/el-papa-contra-el-odio/1412587