La decisión de gestionar los asuntos militares venezolanos desde Cuba supone la marcha del único agregado de Defensa de un país de la UE y la OTAN que permanecía en el país petrolero.
El Gobierno español ha ordenado el cierre de su
agregaduría militar en Caracas, una decisión política basada en motivos
presupuestarios que ha levantado resquemores en Venezuela. El coronel Alejandro
Rubiella, quien también fungió como jefe de observadores españoles durante la
puesta en marcha de los acuerdos de paz en Colombia, es el único agregado de
Defensa que permanecía en el país petrolero perteneciente a la Unión Europea y
a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El último día del año se echará el candado a su oficina,
por lo que en la capital criolla sólo permanecerán agregados militares de
Rusia, Cuba, Irán, China, Bielorrusia, México, Vietnam, República Dominicana y
Uruguay. "Desde ahora los asuntos militares venezolanos serán gestionados
desde la agregaduría en Cuba. Consideramos inexplicable este cierre, una
decisión unilateral sin razones económicas de peso", protestó Rocío San
Miguel, presidenta de Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza
Armada Nacional.
La decisión del Ministerio de Defensa, que se basa
oficialmente en motivaciones económicas, es apoyada por la ministra de
Exteriores, Arancha González Laya. La otra agregaduría que se cierra en América
Latina es la de Managua. "El tema militar es fundamental en Venezuela. La
interlocución con militares, aunque poca, es vital y la tiene el agregado de
Defensa. Dudo que un agregado desde La Habana pueda tenerla como desde
Caracas", profundizó San Miguel para EL MUNDO.
El apoyo de la alta cúpula militar es hoy el factor clave
para Nicolás Maduro, como quedó demostrado una vez más durante las elecciones
fraudulentas del pasado domingo, en la que resultaron elegidos una docena de
uniformados en las listas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Aquel día, el "hijo de Chávez" evitó votar en Catia, el barrio
popular caraqueño que le corresponde, temeroso de la reacción de los
ciudadanos, y lo hizo dentro del Fuerte Tiuna bajo protección militar.
"Tanto en el voto como en la celebración, Maduro
está sostenido y blindado por el poder militar, no tiene base social",
explica el politólogo Luis Salamanca, antiguo rector del Consejo Nacional
Electoral (CNE).
Posteriormente Maduro justificó que con el cambio ilegal
de centro electoral desactivó un supuesto atentado preparado por Iván Duque,
presidente de Colombia, gracias a que el servicio de Inteligencia del país
vecino le filtró la información. Tal y como acostumbra, el "presidente
pueblo" no presentó pruebas, al igual que en la mayoría de las cientos de
conspiraciones denunciadas durante sus siete años de mandato.
En manos del generalato venezolano permanece la
importación y distribución de alimentos y productos básicos, cifras millonarias
que no pueden ser fiscalizadas por el Parlamento. El reparto de cargos y
prebendas ha afianzado la máxima revolucionaria "¡Leales, siempre;
traidores, nunca!", impuesta en 2019 tras el desafío lanzado por el
presidente interino, Juan Guaidó, y el Parlamento democrático.
"España manda así un mal mensaje cuando aspira a
liderar el tema Venezuela en la UE, incluso alardea de ser sus ojos en
Venezuela", añade San Miguel, quien también destaca las obligaciones de
Defensa con los españoles que viven en Venezuela en caso de contingencia.
"Vuelos humanitarios o cosas más graves que pasan por la coordinación que
ha realizado el agregado de Defensa", subraya.