” La familia parece ser el único lugar donde se da "la gratuidad y nos reconocen por lo que somos y no por lo que tenemos" (San Juan Pablo II)”.
Massimo Recalcati, uno de los más lúcidos analistas de
este momento cultural, habla refiriéndose a este fenómeno como de la
"evaporación" del padre. El maestro italiano llega a decir que en la
vida somos “herederos”, pero si no hay transmisión de las generaciones
precedentes y del entorno social (escuela, cultura) surge el vacío y un hombre
lleno de agujeros. El desempleo juvenil alto agrega más incertidumbre al
panorama. Ni hablar del nuevo fenómeno de grupos familiares en carrera de
consumo ni de la aceptación social del consumo de estupefacientes y de su
masificación planificada.
La caída del Padre y de la organización familiar (como de
la escuela y las organizaciones culturales y deportivas del territorio) como
donación de sentidos y transmisión de notas de vida (bajan en toda Europa y en
Argentina los índices de natalidad) tiene mucho que ver con el vacío de miles;
la orfandad de proyectos y el hastío de vivir. Ahí los estupefacientes cumplen
un papel.
La crisis de la vida familiar tiene mucho que ver con la
esclavitud actual. La familiar parece ser la base del capital social y humano
de la sociedad y no solo sus riquezas energéticas y financieras o económicas.
La crisis de la vida familiar tiene mucho que ver con la esclavitud actual.
Vivimos dentro de un default humanístico.
Esto parece evaporarse en nuestro país. Recordemos
finalmente a un grande de la filosofía francesa Gabriel Marcel, cuando dice:
"hay un lazo nupcial entre el hombre y la vida y es en la familia donde
ese pacto se encarna; el acto constitutivo de la familia no es la cópula, no es
algo para un instante, es para durar" ("La decadencia de la
sabiduría").
LAS DROGAS Y LA “DOMA SOCIAL”
Las drogas se han transformado en la forma moderna de la
"doma" social. Ya no están más los grandes líderes del mundo desde
Kennedy hasta los del viejo orden comunista que hacían de la lucha preventiva
una bandera (no olvidarnos la epopeya de las dos guerras del opio por los
chinos). Ahora parece no ser así. A esto hay que agregar la caída de todo un sistema
cultual preventivo y de cuidados (familia, escuela, cultura territorial).
Las guerras políticas parecen ganarse con drogas y ahora
desde la paz se ganan voluntades también con drogas y la plusvalía que generan
en las grandes organizaciones se ligan a controles de territorio y por ende de
organización política y de manejo del Poder.
La droga forma parte de la mesa familiar en muchas
familias y además de la planificación política en muchos Estados. Un porcentaje
significativo que consulta tienen familiares con consumos problemáticos
haciendo entonces muy difícil el pronóstico.
Lo que se transmitió no fueron palabras, valores,
sentidos y orientaciones sino la solución química que resulta ser como la
"solución final" de los regímenes totalitarios.
La sociedad actual nada tiene que ver con la Sociedad
Victoriana, la cual se basaba en el deber, la postergación de los deseos y con
todo un horizonte normativo centrado en la transmisión generacional y las
normas sociales basadas en la tradición. El sistema social en la época
victoriana estaba basado en el deber y ese era el imperativo social.
Hoy, mientras tanto, la civilización no exige la renuncia
a la satisfacción inmediata, sino que la incentiva, la manda, la pide. El deber
ahora es gozar. La droga permite esto ignorando las consecuencias. Todo esto se
complica más por la caída de los ideales sociales, la agonía del amor en la
tutela de los niños con el desamparo consiguiente y con una tecnología que a
partir de la década del "80” del siglo XX irrumpe con fuerza arrasando aún
más los vínculos de contacto humano.
Van surgiendo generaciones químicas y hoy se convierte en
un "Imperativo Categórico" el uso de drogas para muchos ante la caída
de las tutelas y de los vínculos familiares de sostén.
PADRE... ¿POR QUE?
La evaporación del padre, que es la de los vínculos de
donación de sentidos, amor estructurante y valores que orienten delimitan una
gran dificultad de hoy: ¿quién educa?. Los seres humanos necesitan ser
educados, sólo los animales son adiestrados. A. Arendt retoma un texto de San
Agustín de la "La ciudad de Dios": "Un recién nacido nos hace
regresar al alba de la humanidad".
¿Qué significa el apellido hoy?; se pregunta Charles
Péguy (1873-1914-escritor católico francés) en el "Hombre de la
Esperanza" y nos dice "piensa con ternura en ese tiempo que no será
tu tiempo sino el tiempo de tus hijos". Hoy el apellido parece significar
poco. Incluso los descensos de la natalidad en Europa y también en Argentina
hacen pensar a algunos en una orfandad melancólica de pérdida de sentido ¿para
qué traer hijos al mundo si el mundo parece prometer poco, abrir un porvenir
donde ya no parece haber porvenir? Al fin de cuentas, como dice Péguy, "el
único aventurero del mundo de hoy es el padre: alimentar educar, es un pobre ser
responsable, sufre por otros".
Recalcati recuerda al Cristo crucificado en el Gólgota
cuando dice "Padre, por qué me has abandonado". También la película
de Nanni Moretti (2011) "Habemus Papa", cuando es designado un Papa
que se queda sin voz porque no puede soportar el peso simbólico de su
designación. El balcón de San Pedro aparece vacío. Cuesta ser Papa, dice
Recalcati, y también cuesta ser padre hoy.
EL INFIERNO EN LA TIERRA
Las historias de vida de nuestros pacientes parecen ser
una imagen anticipada del "infierno", pero en la Tierra. El pensador
francés Edgard Morin hablaba de estos tiempos como de una "megabarbarie
organizada" en donde se conjugaban en este tiempo tres componentes:
individualismo (caída de la noción de comunidad); "errancia" de los
amores (vínculos líquidos y de utilización del otro como mero objeto mostrando
la "agonía" del amor humano) y la masificación de las drogas.
En nuestra tarea cotidiana en los consultorios, muchas
veces, el "infierno" parece estar cerca y más cuando tratamos
adicciones que nos confrontan con la visión de lo que puede llegar a pasar
(nuestra experiencia clínica nos va guiando) en ciertas situaciones críticas
pero que, al mismo tiempo, no podemos detener porque no está en nuestras manos
hacerlo o porque no nos dan la autoridad para remediarlo. Aparece ahí la visión
del "infierno" terrenal junto a la megabarbarie.
Dijo una vez Ítalo Calvino (1923-1985): "El infierno
de los vivos no es algo por venir, hay uno, el que ya existe aquí, el infierno
que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de
no sufrirlo. La primera es fácil para muchos, aceptar el infierno y volverse
parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es riesgosa y exige
atención y aprendizajes continuos, buscar y saber quién en medio del infierno
no es infierno, y hacer que dure y dejarle espacio".
"Infierno" terrenal de Calvino y Megabarbarie
organizada, según Morin, en estos tiempos líquidos abonan el desamparo de miles
y la muerte anticipada con las drogas como arma letal (economías enteras viven
de esto) y familias casi inexistentes que impiden por sus propias falencias una
educación para enfrentar estos tiempos de inermidad y violencia homicida
despeñando a muchos al abandono.
FAMILIAS SOLO NOMINALES
Hace unos años conocí en un centro psiquiátrico a Jorge,
de alrededor de 30 años, internado por una crisis psicótica por consumo de
estupefacientes. Todo había comenzado en el desierto mexicano cuando, a los 12
años, empezó a consumir alucinógenos. El corolario fue un desorden psicótico
marcado que siguió con una internación de 6 meses en una comunidad terapéutica
europea. El desorden familiar expresado en la falta de límites era muy visible
en esa edad porque no podían asegurar un mínimo continente normativo que lo
alejara de amistades en contacto con las drogas.
Así su vida va transcurriendo con el consumo de distintas
sustancias quedando Jorge al cuidado de su madre mientras el padre estaba en
otro país y el recuerdo de su hijo era solo una cuota pagada religiosamente.
Era lo que hoy se denomina una "familia nominal". Están, hay una
heladera llena, el ausente pasa dinero... pero todo el horizonte de amor,
límites y valores (base de un crecimiento sano) luce también por ausencia.
A los tumbos el joven crece y establece pareja en Europa
con una chica. Tiene un hijo, es padre, pero no puede cumplir la función
parental. El también abandona. Se afirma ahí un consumo aún mayor. La
paternidad implica el desarrollo de una función simbólica para la cual no estaba
preparado. Puede ser padre biológico...pero no padre adoptante y orientador de
senderos y de acompañamiento a la madre en su función de transmisora de la ley
de la vida.
La historia culmina con un vacío que lo llama y se
desploma de un balcón hacia el vacío de la nada. Sin Padres y no pudiendo ser
Padre solo el precipicio de lo bajo es lo que llama y la altura de la
trascendencia terrenal que da la paternidad con un hijo no había aparecido.
¿QUE QUEDA DE LA VIDA FAMILIAR?
¿Qué observamos ahí? Solo se habla de las mafias
instaladas en esas zonas y eso es cierto y máxime si los medios de comunicación
lo tienen como un tema de agenda permanente. Pero esto es solo una parte de la
realidad.
Me voy a referir a dos temas que son el eje de la
estructuración de lo humano: la caída de la familia como vínculo por excelencia
y la falta de un cuidado de los más jóvenes al contacto con las drogas desde
todas las estructuras sociales (desde las pocas familias existentes hasta las
estructuras educativas). Pude tomar contacto con estudios cualitativos de estos
territorios y además los atiendo a través del sistema de obras sociales. El
problema más recurrente es el consumo de drogas y enfermedades mentales
invalidantes -si no se las trata desde sus inicios-. Jóvenes solos sin padre,
con una abuela que pide por ellos en alguno de los pocos centros que pueden
tomar adicciones severas. Padres también internados, presos o inexistentes. Es
casi un calvario de puerta en puerta. En muchos casos nos preguntamos dónde
está el padre o alguna figura sustitutiva. Son chicos que crecen solos. Al
mismo tiempo, el abuso sexual es un tema recurrente ya sea de padres con hijas,
madres con hijos, entre hermanos, de padrastros con hijos de la madre de otros
matrimonios. Todo lo contrario, a un desarrollo sano.
La base de la vida humana está centrada en una vida
familiar en donde la interdicción del incesto es el pasaje a la cultura o sea
es la ley en donde se debe encontrar mujer u hombre fuera de la familia. Es la
exogamia garante de nuestra autonomía. En estos grupos prima la endogamia que
es el eje de todas las perversiones y de muchas enfermedades. Encontramos
padrastros que abusan de sus hijastras, con cambios de parejas recurrentes y
con relaciones sexuales delante de los menores. La violación entre hermanos se
da también ahí, especialmente de los mayores sobre las menores.
EL TABACO ES DE DERECHA Y LA MARIHUANA DE IZQUIERDA
Esta frase pertenece al ex Presidente uruguayo Julio
Sanguinetti en donde la venta registrada en farmacias y el aumento de la venta
ilegal (que ha aumentado) fue tamizada con un discurso ideológico aprobatorio.
El tabaco daña (quien lo negaría) pero la marihuana es “barnizada” con una
pátina de rebeldía social cuando en realidad parece ser una forma de manipular
a miles. Además, han convertido a Uruguay en el segundo país consumidor de
cocaína luego de la Argentina.
Se olvidan de la evidencia científica acerca de los daños
de este estupefaciente sobre el sistema nervioso y en todo el aparato
cognitivo. Es un “progresismo” de un hombre que parece no tener cerebro y las
consecuencias sobre éste y la conducta.
Se disocia la conducta y el pensamiento del mundo otro.
La disociación es una manera de desconocernos y de no conocer la realidad. Lo
que duele o no nos gusta no forma parte de nuestro campo "visual
“psicológico e intelectual. Nuestra comprensión de lo que es desde el otro
hasta la realidad se estrecha. La disociación es un rasgo que puede ser nuestra
sombra obnubilando el conocimiento de nuestra realidad.
No reconocemos una parte de la vida. La escisión y la
negación nos persiguen y así nos transformamos en "enanos" en el
conocimiento de la realidad. En la vida y en las sociedades a veces funcionamos
disociadamente. Vemos una parte de la realidad y no vemos otras. Miopías en la
cultura y en la vida cotidiana. La marihuana es un triunfo por su consumo
masivo del marketing político unido a una red de comercialización enorme
negando evidencias científicas.
Me voy a referir a tres temas:
A) la población que consume marihuana tiene más
posibilidades de consumir otras drogas; en este caso Uruguay es un experimento
social interesante ya que no sólo aumentó el consumo de marihuana sino el
consumo de cocaína. El cerebro no puede resistir pruebas tóxicas y hay una
neuro-adaptación al uso de drogas facilitado por el consumo de marihuana. Es un
"abre puertas" en los receptores cerebrales a todo tipo de sustancias
por la manipulación de la dopamina que es el efecto del consumo de THC
(tetrahidrocannabinol).
B) Olvidamos que no sólo es tóxica y modifica
alucinatoriamente el espacio perceptivo, sino que es adictiva y máxime, hoy,
con los índices genéticamente manejados de mayores dosis de alucinógenos en las
plantas. Los que están en mayor riesgo son los que tienen un historial familiar
de enfermedad mental y los que han sufrido abuso físico o sexual. Algunos
legisladores olvidan que el 9% de los consumidores va a desarrollar una
adicción (informe del NIDA-Instituto de drogas de USA). Además, este organismo
señero en el tema de drogas nos enseña que el riesgo sube al 17% (uno de cada 6
personas) entre aquellos que comenzaron a consumir marihuana en la adolescencia
y la pubertad como hoy claramente sucede en nuestro país y aumenta del 25 al
50% en los que la consumen a diario.
C) Los varones adolescentes que utilizan regularmente
marihuana tienen un mayor riesgo de experimentar síntomas psicóticos
subclínicos, persistentes, en particular paranoia y alucinaciones, incluso
después de dejar de usar la droga, sugiere un estudio reciente.
D) Hay una reducción del volumen hipocampal y menor
densidad de la materia gris hipocampal en los consumidores de marihuana.
El consumo de marihuana no solo tiene implicancias en el
área del hipocampo, estudios de neuroimagen funcional, sugirieron que los
consumidores adultos de marihuana han disminuido la actividad neuronal en la
corteza cingulada anterior y la corteza prefrontal derecha.
Además, la marihuana afecta gravemente una variedad de
funciones neuropsicológicas de una manera dependiente de la dosis,
especialmente la atención, la concentración, la memoria episódica y el
aprendizaje asociativo.(Fuente: Nader DA, Sánchez ZM. Effects of regular cannabis use on
neurocognition, brain structure, and function: a systematic review of findings
in adults. Am J Drug Alcohol Abuse. 2018;44(1).)
Progresivamente vamos “quemando” nuestro sistema nervioso
ya que el cerebro se altera en forma circunstancial y luego permanente por la
invasión de tóxicos. La "sociedad sin sujetos" nos puede devorar bajo
la tentación del espectáculo y el vértigo. Nos transformamos en una sociedad de
"jóvenes viejos" y envejecidos cerebralmente en forma precoz y más
manipulable.
http://www.laprensa.com.ar/502877-La-evaporacion-del-padre-hacia-una-sociedad-mas-manipulable.note.aspx