Esta diferencia térmica provocó que en los meses estivales se evaporara más agua del mar a la atmósfera, produciendo un aumento de la precipitaciones en forma de agua y nieve que, con los fuertes descensos de la temperatura en invierno, facilitaron la estratificación del agua del mar lo que, al final, desencadenó la acumulación de hielo en cantidades masivas.

El equipo de Rosell ha podido llegar a estas conclusiones investigando los comportamientos estacionales del Ártico mediante simuladores térmicos y analizando restos de organismos marinos obtenidos a más de dos kilómetros de profundidad. Para obtener estos restos del Pacífico norte se utilizó un antiguo barco petrolero, que recogió organismos de diferentes capas que corresponden a distintas épocas. En esta muestra de sedimentos se encontraron restos de hasta hace dos millones de años de antigüedad que ya evidencian la existencia de bloques de hielo en aquella época.

Antoni Rosell afirma que la importancia de esta investigación reside en ser capaces de comprender de qué forma funciona el clima o, al menos, de qué forma ha funcionado hasta ahora. Rosell asegura también que, dada la incertidumbre del futuro comportamiento térmico del planeta, el exceso de gases que provocan el efecto invernadero es "un experimento de cuyas consecuencias no tenemos la menor idea".

Según el investigador catalán, parece paradójico estar hablando de cambio climático refiriéndonos al calentamiento del planeta cuando en realidad estamos abocados a sufrir otra glaciación. Lo que sucede es que el calentamiento se está dando de manera aceleradísima en comparación al enfriamiento, que es un proceso que se desarrollará en cuestión de miles de años. Esto no significa que haya que bajar la guardia en cuanto a frenar la emisión de gases nocivos, pues aunque es cierto que así se retrasa el fenómeno de enfriamiento y los países nórdicos gozarán de inviernos más suaves que hasta ahora, en otras zonas del globo las consecuencias serán también catastróficas: según Rosell, podrían desaparecer islas enteras del Pacífico y una gran parte de Bangladesh.

El equipo internacional de investigadores tiene futuros proyectos para ayudar a estabilizar la temperatura del planeta o, al menos, asentar las bases para ello. "De momento -afirmó Rosell-, hemos podido reconstruir lo lo que ha pasado, pero no sabemos lo que sucederá en el futuro". Entrevista a *Antoni Rosell, integrante español del equipo internacional de investigadores que descubrió las causas del congelamiento del Círculo Polar Ártico.

Entrevista a *Antoni Rosell, integrante español del equipo internacional de investigadores que descubrió las causas del congelamiento del Círculo Polar Ártico.

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