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25/01/2022 | Opinión - El canto del cisne de John le Carré

Pedro Garcia Cuartango

La traición puede ser una forma de fidelidad y la fidelidad llega a ser una traición cuando uno descubre que está en el lado malo.

 

John le Carré escribió las últimas páginas de ‘Proyecto Silverview’ en 2014, pero por alguna razón que jamás explicó decidió no sacar a la luz el libro. Se fue a la tumba en diciembre de 2020. La novela acaba de ser publicada en castellano para deleite de sus muchos lectores, entre los cuales me hallo. Su hijo menor revisó y editó el texto, que, según él manifiesta, estaba acabado.

La historia que narra es la de un espía que traiciona a su país porque sus ideas, o mejor sus sentimientos, entran en contradicción con su trabajo. Todo el relato está contado desde el punto de vista de un ejecutivo que ha abandonado su lucrativo oficio en la City para abrir una librería en el sur de Inglaterra.

La novela es magnífica, está escrita con su habitual maestría y se halla a la altura del mejor Le Carré. Su propio hijo Nick se pregunta en el epílogo por qué su padre quiso que la obra permaneciera en un cajón hasta su fallecimiento. La respuesta que aventura es que la narración ofrece una perspectiva muy negativa de los servicios secretos británicos en los que él había servido y a los que siempre había permanecido fiel.

La hipótesis me parece probable porque en sus últimos años Le Carré se mostró muy crítico con la política exterior de su país, llegando incluso a nacionalizarse irlandés para protestar por el Brexit poco antes de morir. Pero no quería hacer daño al cuerpo al que había dedicado cuatro años de su vida.

‘Proyecto Silverview’ plantea crudamente el dilema de los espías que dejan de creer en la causa para la que trabajan o simplemente, como Kim Philby, que fingen lo que no son para servir a otro amo. Cuando Le Carré le reprochó a Philby en Moscú que era un traidor, éste le contestó que siempre había servido a su verdadera patria: la Unión Soviética.

Gordievski, Poliakov, Blunt, Nunn May y otros se pasaron al bando enemigo porque sencillamente creían hacer lo correcto. Arriesgaron su vida y su libertad por la fe en unos ideales. Pero Aldrich Ames traicionó a sus compañeros de la CIA y los entregó al KGB por dinero. Quería vivir mejor y deslumbrar a su nueva mujer.

Por lo tanto, la traición puede ser una forma de fidelidad y la fidelidad llega a ser una traición cuando uno descubre que está en el lado malo. Al protagonista de la última novela de Le Carré le sucede como a Philby: alcanza la convicción de que es más honorable servir al enemigo que a quien le ha reclutado.

La duda que me suscita ‘Proyecto Silverview’ es que tal vez estemos ante una autoconfesión póstuma del autor, que se daba cuenta de que había sido un peón en manos de sus jefes y que le habían utilizado para fines muy poco nobles. Pero Le Carré murió sin decir ni una palabra ni publicar este misterioso libro que cada uno puede interpretar como guste.

ABC (España)

 



 
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