`La guerra no sólo es un auténtico camaleón, porque en cada caso concreto modifica en algo su naturaleza, sino que además, en lo que respecta a sus manifestaciones globales, en relación con las tendencias que en ella predominan, es una maravillosa trinidad compuesta de la violencia originaria de su elemento, el odio y la enemistad -que han de considerarse ciego instinto elemental-, el juego de las probabilidades y del azar -que la convierten en una libre actividad del espíritu- y de su naturaleza subordinada de herramienta política, que la hace caer dentro del mero entendimiento''. Clausewitz.
La primera de esas tres caras está más vuelta hacia el
Pueblo, la segunda más hacia el General y la tercera más hacia el Gobierno.
"Las pasiones que han de inflamarse en la guerra tienen que estar
presentes ya en los Pueblos; el alcance que el juego del valor y el talento
tendrán en el reino de las probabilidades del azar depende de las
peculiaridades del General y del ejército, pero las finalidades políticas
incumben únicamente al Gobierno".-
Clausewitz patentiza un fuerte sentido de las fuerzas de
la historia. Por un lado, el duelo, las dos clases de guerra y la finalidad
política, por otro lado, la maravillosa trinidad como sujeto plural que actúa
en la guerra, con su dinamismo y transformación constante, su sentido
histórico.-
Decíamos anteriormente en La Prensa: "La maravillosa
trinidad es la imagen de la dimensión interna de las comunidades que hacen las
guerras. Se trata de una imagen que representa las tensiones y relaciones en
una visión pluralista del Estado. Es percibida en la realidad, es imaginada y
desde ahí es elevada a concepto. Distingue los caracteres de cada una de las
partes: pueblo, jefe militar y jefe político".-
* Corresponde al pueblo la confluencia del odio, la
pasión, la enemistad y la violencia primitiva de su esencia como ciego impulso
natural.-
* Al jefe militar pertenece el juego del azar y las
probabilidades, que remite al talento y el valor de la actividad libre del
alma.-
* Al jefe político pertenece el entendimiento que
determina a la guerra como instrumento político subordinado.-
Una sociedad atravesada por tantas guerras, como la
ucraniana y la rusa, requiere del diálogo, el encuentro y la reconciliación.
Requiere de líderes sabios y prudentes.-
No hay dudas que con la guerra en Ucrania, desde lo
estratégico, estamos en presencia de un hecho histórico.-
¿ALGO ESTA CAMBIANDO EN ESTOS DIAS?
Desde la continua escalada verbal, con amenazas e
insultos, hasta el intento de bajar el tono. Hoy, Joe Biden da la sensación de
querer recalibrar la estrategia estadounidense frente a Rusia. Si hasta hace
unos meses el presidente estadounidense lanzaba diatribas contra su homólogo
ruso, Vladimir Putin, llamándolo "carnicero", o dictador de días
contados, ahora desde la Casa Blanca probablemente se han dado cuenta de que
seguir por este camino podría ser contraproducente. "Al jefe político
pertenece el entendimiento" volviendo a Clausewitz.-
Los líderes políticos de ambos bandos serán expuestos a
futuros bochornos que surgirán en las negociaciones, cuando la OTAN se
encuentre, en el momento de ir terminando la guerra en Ucrania, frente a un
líder que ha sido denigrado e insultado en varias ocasiones. Pero sobre todo
por el desenlace del mencionado conflicto, ahora destinado, en el mejor de los
casos, a prolongarse por mucho tiempo.-
Los tonos triunfalistas anunciados en los últimos meses
ya no se corresponden con la realidad, y por eso Biden empieza a perder los
estribos con sus más cercanos colaboradores. Los cuales, como si nada hubiera
pasado, siguen hablando de victorias, si no improbables, muy difíciles de
obtener en el campo de batalla (al menos en las condiciones actuales).-
El 26 de marzo pasado decíamos en nuestro artículo en La
Prensa `La guerra como instrumento político (más Clausewitz...)': "tengo
pocas dudas de que una experta en política como Angela Merkel no habría
permitido que la situación en Ucrania escalara hasta el punto de convertirse en
un desastre global. Ella, como Putin, ha recibido la formación adecuada para su
labor de líder político y comprende la profunda distinción entre estrategia y
táctica". Ella, como Putin, ha sido entrenada para pensar cinco pasos
adelante. Por lo que puedo decir, parece que muy pocos en Occidente entienden a
Putin, solo pocos pueden leer su mente.-
LA NEGOCIACION
En el campo diplomático la conversaciones, negociaciones
están empantanadas voluntaria o involuntariamente por las partes.-
Nos encontramos ante dos formas diametralmente opuestas
de concebir la negociación. Desde el punto de vista estadounidense, en la práctica
el mismo adoptado por Zelensky, la guerra y la paz constituyen dos fases
distintas de la guerra: cuando comienzan las negociaciones, la aplicación de la
fuerza debe cesar para dejar espacio a la diplomacia.-
Según esta visión, bien resumida por Henry Kissinger en
su fundamental Orden Mundial, la fuerza es necesaria para producir la
negociación, luego debe permanecer al margen. Y aún más reafirmó en Davos, y se
animó a decir lo "políticamente incorrecto". El ex Secretario de
Estado sostuvo que Ucrania va a tener que realizar concesiones territoriales
para alcanzar la paz.-
Para los rusos, según podemos ver, la guerra y la paz son
dos caras de la misma moneda, mientras que las negociaciones no son más que una
extensión del conflicto en otro campo de batalla.-
"La reducción del compromiso del adversario en el
campo -escribe Kissinger- era un signo de debilidad que había que explotar
aumentando la ventaja militar propia". Después de todo, Sun Tzu explica en
`El arte de la guerra' que el enfrentamiento esencial de cualquier guerra es de
naturaleza psicológica, y que influir en los cálculos del oponente es necesario
para socavar su confianza en el éxito.-
El estancamiento de las negociaciones y la prolongación
del conflicto aumentan la inquietud de la opinión pública, sobre todo la
occidental.-
Consideramos que pocos "personajes" de nivel
internacional y prestigio global, pueden mediar en este conflicto. Una de esas
pocas personas es: Angela Merkel, quien podría salir al ruedo e intentar mediar
para poner fin al conflicto ucraniano. La excanciller alemana no descartó, en
un futuro no especificado, su posible implicación en una labor diplomática
encaminada a poner fin a la guerra en Ucrania. Esto lo dijo la propia Merkel en
una entrevista con RedaktionsNetzwerk Deutschland, recientemente.-
Allí reiteró su apoyo a la línea del canciller Olaf
Scholz, diciendo que "cree que es correcto que Occidente tome partido a
favor de la existencia de Ucrania, sin participar en una confrontación militar
directa". Atención a sus palabras. Y luego agregó que Vladimir Putin debe
ser "tomado en serio".-
En función de los sucesos de 2014 y la Guerra actual es
evidente que desde el punto de vista del sistema de seguridad europeo la Guerra
Fría no ha sido superada y las repercusiones de la guerra en Ucrania seguirán
"por muchos años más".-
No sabemos cuándo, cómo y si Merkel entrará en el
conflicto ucraniano. Lo cierto es que, en el pasado reciente, ha tenido que
tratar con Putin muy de cerca, y en más de una ocasión. En 2014, por ejemplo,
con motivo de la cumbre euroasiática, la canciller intentó, junto con el resto
de líderes europeos, llegar a un acuerdo con el jefe del Kremlin pidiéndole que
apaciguara las tensiones con Ucrania. Casi diez años después de este
precedente, la política alemana podría volver a la cancha e intentar una
mediación diplomática.-