Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
Inteligencia y Seguridad  
 
28/06/2022 | Análisis - México - Desaparición de mujeres en la Ciudad de México: la crisis invisible

Catalina Monreal Perez

El hecho de que la mayoría de las mujeres que son desaparecidas sean adolescentes, ha sido una de las principales razones por las cuales los estudios académicos y sociedad civil han dicho que la mayoría de estas mujeres son víctimas de trata. Ésta es una de las conclusiones del informe Trata de Personas y Desaparición de Mujeres en la Ciudad de México, realizado por la Comisión de Búsqueda.

 

La noticia es indignante: el número de desaparecidas en la Ciudad de México ha aumentado 900%. El dato no viene de las asociaciones civiles, viene directo de las cifras oficiales del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (Rnpdno). El número de mujeres desaparecidas y no localizadas contabilizadas en el Rnpdno pasó de 93 registradas, entre el 5 de diciembre de 2012 y el 16 de junio de 2016, a 930 registradas entre el 5 de diciembre de 2018 y el 16 de junio de 2022. El mayor rango de desaparecidas está en los rangos de 15 y 19 años, que acapara 28% del total de mujeres desaparecidas. Lo que es más alarmante es el número que va creciendo cada año: pasó de 22 casos registrados en 2018, a 228 en 2019; 277, en 2020, y 243, en 2021.

Las mujeres que son desaparecidas tienen un perfil particular que las separa de los hombres desaparecidos. Porque al hacer la desagregación por sexo de las personas desaparecidas y no localizadas, se muestra que mientras los hombres son desaparecidos en su mayoría en el rango de edad entre 25 y 36 años, las mujeres son desaparecidas en su mayoría entre los 10 y 19 años. El hecho de que la mayoría de las mujeres que son desaparecidas sean adolescentes, ha sido una de las principales razones por las cuales los estudios académicos y sociedad civil han dicho que la mayoría de estas mujeres son víctimas de trata. Ésta es una de las conclusiones del informe Trata de Personas y Desaparición de Mujeres en la Ciudad de México, realizado por la Comisión de Búsqueda.

La trata y la desaparición de mujeres no debe de verse como asuntos separados. De acuerdo con la Comisión de Búsqueda en la Ciudad de México, la desaparición de personas en la capital del país se ha invisibilizado, porque no comparte ni la magnitud ni la crueldad de las desapariciones en estados con una fuerte presencia del crimen organizado. Ésta es una invisibilización que se incrementa cuando se trata de mujeres desaparecidas, cuyo proceso encuentra las torpezas de una justicia que no está acostumbrada a ser impartida con perspectiva de género. En pleno 2022, familiares han acusado que las autoridades son renuentes a abrir carpetas de investigación, pues se cree que las mujeres se van con los con novios y por eso “desaparecen”. La Comisión de Búsqueda ha señalado que de acuerdo con reportes de Locatel, y haciendo la desagregación por cada 100 mil habitantes, existen alcaldías focalizadas con el problema de mujeres desaparecidas, como Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Venustiano Carranza.

Debe destacarse que la desaparición de mujeres impacta más allá de la propia víctima. Está ampliamente reconocido que son las mujeres las que tienen mayor impacto en visibilizar la desaparición de personas y su búsqueda. En México tenemos muchos ejemplos de mujeres que han creado colectivos y movimientos para la búsqueda de sus hijas e hijos. Desde Rosario Ibarra de Piedra y el Comité Eureka, hasta las Buscadoras del Noroeste del País. De acuerdo con los datos de Locatel, las principales personas que reportan las desapariciones son la madre, esposa y hermana. Esta es una forma más de cómo la desaparición de personas impacta de manera diferenciada a las mujeres. ¿Cuántas madres y padres de familia tendrán que tomar las calles exigiendo noticias sobre el paradero de sus niñas? En mayo de este año, diversas colectivas y familias pidieron a la jefa de Gobierno se utilizará el espacio donde estaba la Palma para formar un antimonumento que reconociera a las personas que han desaparecido en nuestro país, renombrando la glorieta de la Palma como “glorieta de las personas desaparecidas”. Más que responder por una palma, y ahora un ahuehuete seco, el Gobierno de la CDMX tendría que plantear una emergencia ante estas cifras. Crear políticas públicas con perspectiva de género que nos permitan enfrentar esta crisis invisible.

* Catalina Monreal Pérez, Analista

Excelsior (Mexico)

 



 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House