Su desaparición, como figura que aportaba estabilidad, podría desencadenar un cisma entre conservadores y progresistas. Benedicto XVI representaba un "elemento decisivo de estabilización y distensión", reflexionan en el Vaticano quienes le conocieron bien. "Entre quienes se inspiraron en él y se oponen a Francisco, la muerte de Joseph Ratzinger podría provocar dos efectos opuestos. O bien pacificar aún más, lo que es poco probable. O, más probablemente, causar una gran inestabilidad, tanto en el Vaticano como en la Iglesia universal".
Desde el Monasterio Mater Ecclesiae, Benedicto XVI fue
ejemplar en cuanto a lo que antaño se llamaba el sensus Ecclesiae (el sentido
de la Iglesia). El Papa es el Papa, para un católico no se puede elegir como
referencia al que más se acerque a tus ideas. Una lección que Ratzinger dio el
28 de febrero de 2013, cuando se dirigió a los cardenales antes de que se
hiciera efectiva su renuncia al papado, sin poder saber quién sería su sucesor:
"Entre vosotros, entre el Colegio Cardenalicio, está también el futuro
Papa, al que prometo ya mi reverencia y obediencia incondicionales". Las
mismas palabras que repitió a Francisco cuando el nuevo Papa le llamó a Castel
Gandolfo la tarde de su elección.
Así, durante 10 diez años, a través de sus escritos o de
confidencias al biógrafo Peter Seewald, las palabras de Ratzinger han frenado
las fuerzas centrífugas más evidentes. Y no se trata sólo del ala extrema o de
los conspiradores varios que nunca le perdonaron la renuncia o imaginaron que
no era válida y que Benedicto había sido forzado por quién sabe qué poderes:
"Todo eso son tonterías. Nadie intentó chantajearme. Ni siquiera lo habría
permitido", explicó el emérito.
Un cierto descontento ha ido creciendo, con Estados
Unidos como epicentro de la oposición. Durante mucho tiempo se ha hablado del
cisma de la derecha católica estadounidense, hostil a Bergoglio y rica en
financiación y redes, que ha planeado como un espectro durante años, una
amenaza a la que Francisco ya respondió con calma pero con sequedad, en 2019,
al hablar con los periodistas: "Rezo para que no haya un cisma, pero no
tengo miedo: ha habido muchos cismas en la Iglesia".
El panorama es variado. El bando más extremo y pintoresco
está representado por el ex nuncio en Nueva York Carlo Maria Viganò, un
arzobispo jubilado que ya pidió en 2018 la dimisión de Francisco y que desde
entonces le ha acusado de estar "del lado del Enemigo", es decir de
Satanás. También está el cardenal ultraconservador Raymond Leo Burke, antes
amigo y luego rival de Steve Bannon. Y no debe olvidarse la resistencia menos
explícita pero más insidiosa: en noviembre, los obispos estadounidenses eligieron
por mayoría a Timothy P. Broglio, arzobispo, militar y alejado de Francisco,
como nuevo presidente.
Los que nunca han digerido el pontificado de Bergoglio se
están organizando, y no es ningún misterio que ya están pensando en el próximo
cónclave. La referencia del ala más conservadora, en el Vaticano, es el
cardenal guineano Robert Sarah, de 77 años.
En el extremo opuesto se encuentra el otro temido
"cisma", el "progresista", que tiene como referencia
Alemania y el Sínodo de la Iglesia alemana, con discusiones sobre el sacerdocio
femenino, la posibilidad de bendecir a las parejas homosexuales, la revisión
del celibato sacerdotal obligatorio ("para algunos sacerdotes, sería mejor
que estuvieran casados", observó el cardenal alemán Reinhard Marx), en
definitiva, una serie de cuestiones debatidas sobre todo entre los fieles del
norte de Europa.
En medio están España, Francia e incluso Italia,
descontentos de episcopados silenciosos que aún no emergen. Todo esto lo sabe
Francisco. Se acerca el Sínodo que se reunirá en octubre de 2023, y no es casualidad
que haya querido alargar los plazos y prever una segunda parte en 2024, para
permitir que las tensiones crecientes se apacigüen. El Pontífice quiere que la
Iglesia reflexione sobre sí misma y encuentre nuevas formas de hablar al mundo,
sin barricadas ni huidas hacia delante.
***Gian Guido Vecchi (CORRIERE DELLA SERA / EL MUNDO)