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21/02/2023 | Opinión - El ¨factor oculto¨ en el discurso de Vladímir Putin se llama China (y está por llegar)

Daniel Iriarte

El rol intermedio de Pekín en el desarrollo de la invasión en Ucrania puede cambiar de paradigma. La nueva faceta de la guerra puede traer sorpresas desde Oriente.

 

Si hubo algo trascendental en el discurso anual de Vladímir Putin este martes, fue su comprensión de la trascendencia de la situación actual. "Todos sabemos que es un momento difícil, crucial para nuestro país, una época de cambios cardinales irreversibles en todo el mundo, sucesos históricos de la máxima importancia que darán forma al futuro de nuestro país y nuestra gente, en el que cada uno de nosotros tiene una responsabilidad colosal", afirmó el presidente ruso, antes de proseguir con su habitual letanía de quejas antioccidentales, victimismo, agravios históricos y, como siempre, la futura e inevitable victoria de Rusia. "Paso a paso, lograremos nuestros objetivos cuidadosa y sistemáticamente", aseguró.

En ese sentido, prácticamente no hubo sorpresas. Pero Putin es consciente de que uno de los principales factores de esta guerra, que hasta ahora había sido un imponderable, se está moviendo a su favor. Y ese factor se llama China.

Hasta fecha reciente, la mayoría de los expertos consideraba que el apoyo del Gobierno chino venía limitándose al ámbito retórico y a la compra masiva de hidrocarburos rusos a precio de saldo, más por oportunismo que porque la cacareada "amistad sin límites" tuviese una sustancia real. China se había negado a unirse al bloque de las sanciones contra Rusia, pero al mismo tiempo las estaba respetando para evitarse problemas para sus propias empresas. Pero los analistas han detectado un cambio: en los últimos meses, China ha empezado a establecer mecanismos para ayudar a Moscú a esquivar las sanciones y está suministrando tecnologías y componentes que Rusia necesita para su esfuerzo bélico en Ucrania, y cuyo acceso ha sido rescindido radicalmente por los países occidentales.

Esta ayuda china, además, podría pronto alcanzar nuevas cotas. "Hasta ahora, hemos visto a empresas chinas suministrar apoyo no letal a Rusia para su uso en Ucrania. La preocupación que tenemos ahora, basada en la información que tenemos, es que están considerando proporcionar apoyo letal", declaró el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, este lunes. Es decir, según los estadounidenses, China estaría sopesando suministrar armamento a Rusia, lo cual podría alterar seriamente el equilibrio de fuerzas en Ucrania a favor de Moscú.

Algunos estrategas de política exterior en Pekín han planteado la cuestión de si China debería considerar proporcionar apoyo militar a Rusia para propósitos defensivos, un escenario que, argumentan, podría aumentar significativamente los costes del conflicto. Esto, en consecuencia, podría proporcionarle a China cierta influencia para proponer opciones para poner fin al conflicto", escribe el Wall Street Journal, citando fuentes cercanas a la cúpula dirigente china. “Pero semejante paso también aumentaría el resentimiento contra el liderazgo de Xi Jinping en Occidente. No se ha podido determinar si la idea está ganando tracción entre los líderes principales”, señala este medio.

Un 'plan de paz' chino para el 24 de febrero

Lo que sí parece claro es que China está trabajando para promover una negociación para resolver la crisis ucraniana a corto plazo, antes de que Kiev tenga tiempo de poner a punto los últimos suministros y equipos occidentales, como los tanques Leopard prometidos por sus aliados, y de organizar una contraofensiva prevista para esta primavera. En ese sentido, un posible envío de armamento chino enviaría una señal muy potente, al elevar las dificultades de una campaña ucraniana exitosa, y sería un signo de que Pekín no está dispuesto a tolerar una derrota rusa. Unas conversaciones de paz que permitiesen consolidar algunas de las conquistas territoriales por parte de Rusia, que el Kremlin pudiese presentar como algún tipo de victoria, ayudarían a la permanencia de Putin en el poder y, por tanto, a una menor incertidumbre y mayores garantías para la alianza ruso-china.

De hecho, el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, aterrizó en Moscú este martes, pocas horas después del discurso de Putin, para discutir las propuestas chinas para solucionar el conflicto de Ucrania. El pasado fin de semana, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, Wang aseguró que Pekín hará pública una iniciativa de paz el próximo 24 de febrero, día del aniversario de la invasión.

De momento, China asegura que las informaciones sobre un posible suministro de armas a Rusia son falsas. "No es China, sino EEUU, quien suministra sin cesar armas al campo de batalla. EEUU no tiene derecho a dar órdenes ni disposiciones a China, jamás aceptaremos indicaciones ni amenazas estadounidenses sobre las relaciones chino-rusas. La política de China en el asunto de Ucrania se reduce a una sola frase: promover el logro de la paz y contribuir a la celebración de las negociaciones", respondió esta semana el portavoz de Exteriores chino, Wang Wenbin. Pero no todos están convencidos de este planteamiento aparentemente constructivo.

"El apoyo militar chino sería, naturalmente, un elemento de cambio muy serio en el conflicto. También podría ser parte del plan de paz de Wang Yi, o una forma de pedir un alto el fuego según las líneas actuales de control territorial por parte de Rusia y Ucrania", señala Sergey Radchenko, profesor de relaciones internacionales en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins, en el citado artículo del Wall Street Journal. "El mensaje aquí sería que si perdemos la oportunidad de congelar las cosas ahora, el potencial apoyo de China a Rusia hará la guerra mucho más costosa a partir de ahora, con consecuencias potencialmente desastrosas para Ucrania y para la estabilidad regional", indica Radchenko.

Las últimas señales procedentes de China, de hecho, apuntan a un afianzamiento en su relación con Rusia. Este martes, se hizo público que el presidente chino, Xi Jinping, está planeando una visita a Moscú en los próximos meses, donde promoverá el lanzamiento de conversaciones multilaterales para poner fin a la guerra de Ucrania. Si este viaje tiene lugar, marcará el 40º encuentro entre Putin y Xi desde la llegada a la presidencia de este último en 2013.

Para especialistas como Dionis Cenusa, el trasfondo de todo es el enfrentamiento entre Pekín y Washington. "Desde mi punto de vista, China tiene una posición más dura no porque apoye más a Rusia, sino porque se opone a los movimientos de EEUU sobre Taiwán y las políticas proteccionistas y restrictivas en el campo de las tecnologías estratégicas", comenta Cenusa, experto asociado del Centro de Estudios de Europa del Este (Lituania). "Los desacuerdos entre Pekín y Washington sobre otros temas estratégicos motivan a China a valorar más la alianza con Rusia. Sin embargo, esa es una de las razones por las que China habla de una propuesta de acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, que no tiene ningún sentido estratégico para Kiev y sus aliados hasta que los territorios ucranianos no se liberen de la ocupación rusa", dice a El Confidencial.

"China no tiene visión de túnel tanto en la relación con Rusia como con EEUU", añade Cenusa. "Está claro que las expresiones de irritación expresadas por China ante la demanda de Occidente sobre la relación de China con Rusia se derivan de un profundo desacuerdo con el intento de su rival geopolítico, EEUU, de promover una posición única contra Rusia en el mundo, incluso en el Sur Global". Es aquí donde se halla una de las principales fallas tectónicas entre ambos bloques: Pekín y Moscú fomentan la idea de la multipolaridad, y atacan a Washington por lo que ellos consideran su intento de mantener artificialmente la hegemonía occidental alimentando la inestabilidad; EEUU, por su parte, acusa a China y a Rusia de tratar de desmantelar el sistema global de gobernanza y el "orden basado en reglas" para su propio beneficio.

Este martes, China desveló su llamada Iniciativa Global de Seguridad, unas líneas guía para la estabilidad internacional, aunque sin demasiada concreción. Durante la presentación, el ministro de exteriores chino, Qin Gang evitó referirse a Rusia, pero hizo un comentario revelador: "Instamos a algunos países a que dejen inmediatamente de avivar el fuego, dejen de echar la culpa a China y dejen de promocionar que 'la Ucrania de hoy es el Taiwán de mañana", aseveró. A Pekín le disgusta enormemente la comparación entre ambas situaciones, entre otras cosas, porque ha visto que la posibilidad de una respuesta occidental fuerte es una realidad. Pero ahí es donde entra en juego el otro elemento que podría inclinar la balanza en Pekín a favor de armar a Rusia: la posibilidad de prolongar a voluntad un conflicto que ya está dejando exhaustos los arsenales occidentales y minando sus recursos y su apetito por la confrontación.

Este debilitamiento haría más improbable que, en caso de una hipotética invasión china de Taiwán, pueda crearse un bloque con una fortaleza similar al que ahora apoya a Ucrania en esta guerra. Pero sea como fuere, esta misma semana China lanzará su propuesta de paz. Queda por ver si se trata de una verdadera iniciativa negociadora con la que puedan trabajar ambos bandos, o si, por el contrario, en una expresión del estrechamiento de sus lazos con Moscú, se limitará a repetir unas exigencias rusas que Ucrania ya ha dejado claro que no tiene la más mínima intención de acatar.

https://www.elconfidencial.com/mundo/2023-02-21/factor-oculto-discurso-putin-china_3580245/

 

El Confidencial (España)

 



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