El rol intermedio de PekÃn en el desarrollo de la invasión en Ucrania puede cambiar de paradigma. La nueva faceta de la guerra puede traer sorpresas desde Oriente.
Si hubo algo trascendental en el discurso anual de
Vladímir Putin este martes, fue su comprensión de la trascendencia de la
situación actual. "Todos sabemos que es un momento difícil, crucial para
nuestro país, una época de cambios cardinales irreversibles en todo el mundo,
sucesos históricos de la máxima importancia que darán forma al futuro de
nuestro país y nuestra gente, en el que cada uno de nosotros tiene una
responsabilidad colosal", afirmó el presidente ruso, antes de proseguir
con su habitual letanía de quejas antioccidentales, victimismo, agravios
históricos y, como siempre, la futura e inevitable victoria de Rusia.
"Paso a paso, lograremos nuestros objetivos cuidadosa y
sistemáticamente", aseguró.
En ese sentido, prácticamente no hubo sorpresas. Pero
Putin es consciente de que uno de los principales factores de esta guerra, que
hasta ahora había sido un imponderable, se está moviendo a su favor. Y ese
factor se llama China.
Hasta fecha reciente, la mayoría de los expertos
consideraba que el apoyo del Gobierno chino venía limitándose al ámbito
retórico y a la compra masiva de hidrocarburos rusos a precio de saldo, más por
oportunismo que porque la cacareada "amistad sin límites" tuviese una
sustancia real. China se había negado a unirse al bloque de las sanciones
contra Rusia, pero al mismo tiempo las estaba respetando para evitarse
problemas para sus propias empresas. Pero los analistas han detectado un
cambio: en los últimos meses, China ha empezado a establecer mecanismos para
ayudar a Moscú a esquivar las sanciones y está suministrando tecnologías y
componentes que Rusia necesita para su esfuerzo bélico en Ucrania, y cuyo
acceso ha sido rescindido radicalmente por los países occidentales.
Esta ayuda china, además, podría pronto alcanzar nuevas
cotas. "Hasta ahora, hemos visto a empresas chinas suministrar apoyo no
letal a Rusia para su uso en Ucrania. La preocupación que tenemos ahora, basada
en la información que tenemos, es que están considerando proporcionar apoyo
letal", declaró el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, este
lunes. Es decir, según los estadounidenses, China estaría sopesando suministrar
armamento a Rusia, lo cual podría alterar seriamente el equilibrio de fuerzas
en Ucrania a favor de Moscú.
Algunos estrategas de política exterior en Pekín han
planteado la cuestión de si China debería considerar proporcionar apoyo militar
a Rusia para propósitos defensivos, un escenario que, argumentan, podría aumentar
significativamente los costes del conflicto. Esto, en consecuencia, podría
proporcionarle a China cierta influencia para proponer opciones para poner fin
al conflicto", escribe el Wall Street Journal, citando fuentes cercanas a
la cúpula dirigente china. “Pero semejante paso también aumentaría el
resentimiento contra el liderazgo de Xi Jinping en Occidente. No se ha podido
determinar si la idea está ganando tracción entre los líderes principales”,
señala este medio.
Un 'plan de paz' chino para el 24 de febrero
Lo que sí parece claro es que China está trabajando para
promover una negociación para resolver la crisis ucraniana a corto plazo, antes
de que Kiev tenga tiempo de poner a punto los últimos suministros y equipos
occidentales, como los tanques Leopard prometidos por sus aliados, y de
organizar una contraofensiva prevista para esta primavera. En ese sentido, un
posible envío de armamento chino enviaría una señal muy potente, al elevar las
dificultades de una campaña ucraniana exitosa, y sería un signo de que Pekín no
está dispuesto a tolerar una derrota rusa. Unas conversaciones de paz que
permitiesen consolidar algunas de las conquistas territoriales por parte de
Rusia, que el Kremlin pudiese presentar como algún tipo de victoria, ayudarían
a la permanencia de Putin en el poder y, por tanto, a una menor incertidumbre y
mayores garantías para la alianza ruso-china.
De hecho, el jefe de la diplomacia china, Wang Yi,
aterrizó en Moscú este martes, pocas horas después del discurso de Putin, para
discutir las propuestas chinas para solucionar el conflicto de Ucrania. El
pasado fin de semana, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, Wang
aseguró que Pekín hará pública una iniciativa de paz el próximo 24 de febrero,
día del aniversario de la invasión.
De momento, China asegura que las informaciones sobre un
posible suministro de armas a Rusia son falsas. "No es China, sino EEUU,
quien suministra sin cesar armas al campo de batalla. EEUU no tiene derecho a
dar órdenes ni disposiciones a China, jamás aceptaremos indicaciones ni amenazas
estadounidenses sobre las relaciones chino-rusas. La política de China en el
asunto de Ucrania se reduce a una sola frase: promover el logro de la paz y
contribuir a la celebración de las negociaciones", respondió esta semana
el portavoz de Exteriores chino, Wang Wenbin. Pero no todos están convencidos
de este planteamiento aparentemente constructivo.
"El apoyo militar chino sería, naturalmente, un
elemento de cambio muy serio en el conflicto. También podría ser parte del plan
de paz de Wang Yi, o una forma de pedir un alto el fuego según las líneas
actuales de control territorial por parte de Rusia y Ucrania", señala
Sergey Radchenko, profesor de relaciones internacionales en la Escuela de
Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins, en el
citado artículo del Wall Street Journal. "El mensaje aquí sería que si
perdemos la oportunidad de congelar las cosas ahora, el potencial apoyo de
China a Rusia hará la guerra mucho más costosa a partir de ahora, con
consecuencias potencialmente desastrosas para Ucrania y para la estabilidad
regional", indica Radchenko.
Las últimas señales procedentes de China, de hecho,
apuntan a un afianzamiento en su relación con Rusia. Este martes, se hizo
público que el presidente chino, Xi Jinping, está planeando una visita a Moscú
en los próximos meses, donde promoverá el lanzamiento de conversaciones
multilaterales para poner fin a la guerra de Ucrania. Si este viaje tiene
lugar, marcará el 40º encuentro entre Putin y Xi desde la llegada a la
presidencia de este último en 2013.
Para especialistas como Dionis Cenusa, el trasfondo de
todo es el enfrentamiento entre Pekín y Washington. "Desde mi punto de
vista, China tiene una posición más dura no porque apoye más a Rusia, sino
porque se opone a los movimientos de EEUU sobre Taiwán y las políticas
proteccionistas y restrictivas en el campo de las tecnologías
estratégicas", comenta Cenusa, experto asociado del Centro de Estudios de
Europa del Este (Lituania). "Los desacuerdos entre Pekín y Washington
sobre otros temas estratégicos motivan a China a valorar más la alianza con
Rusia. Sin embargo, esa es una de las razones por las que China habla de una
propuesta de acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, que no tiene ningún sentido
estratégico para Kiev y sus aliados hasta que los territorios ucranianos no se
liberen de la ocupación rusa", dice a El Confidencial.
"China no tiene visión de túnel tanto en la relación
con Rusia como con EEUU", añade Cenusa. "Está claro que las
expresiones de irritación expresadas por China ante la demanda de Occidente
sobre la relación de China con Rusia se derivan de un profundo desacuerdo con
el intento de su rival geopolítico, EEUU, de promover una posición única contra
Rusia en el mundo, incluso en el Sur Global". Es aquí donde se halla una
de las principales fallas tectónicas entre ambos bloques: Pekín y Moscú
fomentan la idea de la multipolaridad, y atacan a Washington por lo que ellos
consideran su intento de mantener artificialmente la hegemonía occidental
alimentando la inestabilidad; EEUU, por su parte, acusa a China y a Rusia de
tratar de desmantelar el sistema global de gobernanza y el "orden basado
en reglas" para su propio beneficio.
Este martes, China desveló su llamada Iniciativa Global
de Seguridad, unas líneas guía para la estabilidad internacional, aunque sin
demasiada concreción. Durante la presentación, el ministro de exteriores chino,
Qin Gang evitó referirse a Rusia, pero hizo un comentario revelador:
"Instamos a algunos países a que dejen inmediatamente de avivar el fuego,
dejen de echar la culpa a China y dejen de promocionar que 'la Ucrania de hoy
es el Taiwán de mañana", aseveró. A Pekín le disgusta enormemente la
comparación entre ambas situaciones, entre otras cosas, porque ha visto que la
posibilidad de una respuesta occidental fuerte es una realidad. Pero ahí es
donde entra en juego el otro elemento que podría inclinar la balanza en Pekín a
favor de armar a Rusia: la posibilidad de prolongar a voluntad un conflicto que
ya está dejando exhaustos los arsenales occidentales y minando sus recursos y
su apetito por la confrontación.
Este debilitamiento haría más improbable que, en caso de
una hipotética invasión china de Taiwán, pueda crearse un bloque con una
fortaleza similar al que ahora apoya a Ucrania en esta guerra. Pero sea como fuere,
esta misma semana China lanzará su propuesta de paz. Queda por ver si se trata
de una verdadera iniciativa negociadora con la que puedan trabajar ambos
bandos, o si, por el contrario, en una expresión del estrechamiento de sus
lazos con Moscú, se limitará a repetir unas exigencias rusas que Ucrania ya ha
dejado claro que no tiene la más mínima intención de acatar.
https://www.elconfidencial.com/mundo/2023-02-21/factor-oculto-discurso-putin-china_3580245/