El mandatario colombiano no ha logrado impulsar la reactivación del diálogo ni que le quiten las sanciones. La invitación al lÃder chavista a la Cumbre Suramericana le pasa factura al presidente brasileño en el Congreso. Suramérica ha recibido a la mayorÃa de los 7,2 millones de venezolanos que han escapado de su paÃs huyendo del hambre. Maduro ofreció electricidad de 120 megavatios a Brasil, aunque los venezolanos sufren apagones de forma sistemática y crónica.
Repudiado y condenado, Nicolás Maduro no salió nada
contento de su visita a Brasil. Y su hijo Nicolasito tampoco, que lo acompañaba
como su sombra para participar en la Cumbre de Naciones de Sudamérica, a pesar
de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva lo recibió con honores de Estado
y le puso la alfombra roja en el Palacio de Planalto en Brasilia. Ocho años
después de su última visita, el presidente venezolano no esperaba que lo
recibieran a todo pulmón parlamentario con gritos de «asesino, asesino,
asesino», ni ver su fotografía pegada en carteles de «buscado» con la oferta de
una recompensa de 15 millones de dólares.
Tras su llegada a Brasil para una reunión de presidentes
suramericanos, el diputado Zé Trovão envió una carta pidiendo a la embajada de
Estados Unidos que procediera a su captura.
Lo que Maduro esperaba era que su anfitrión brasileño
desmontara con su referencia a una presunta 'construcción narrativa' las
denuncias que existen en dos informes de Naciones Unidas sobre la violación de
los derechos humanos y la investigación de 9.000 víctimas que han testimoniado
ante la Corte Penal Internacional por torturas y represión del régimen
chavista.
Rechazo de los mandatarios
Pero la defensa que le brindó el presidente brasileño no
fue suficiente para acallar las protestas y «tapar el sol con un dedo» a los
jefes de Estado, tal y como denunció el presidente de Uruguay, Luis La Calle
Pou, uno de los primeros en alzar la voz contra el régimen chavista y desmentir
a Lula en sus narices.
Otro aliado izquierdista de Lula, Gabriel Boric, tampoco
se tragó el cuento y cargó duro contra el «horror» de la represión del régimen
chavista. El presidente chileno aseguró que el punto de vista de Lula es muy
distinto al que él ve en los inmigrantes venezolanos que llegan al país andino.
Suramérica ha recibido a la mayoría de los 7,2 millones
de venezolanos que han escapado de su país huyendo del hambre, el bajo salario
mínimo de 5 dólares por mes, la inflación del 400% este año y la pobreza
extrema del 74%, según la encuesta Encovi de la Universidad Católica Andrés
Bello.
Por si fuera poco, en la foto de familia de la cumbre
Maduro quedó relegado a una esquina, y en los pasillos se le vio con el
presidente de Argentina, Alberto Fernández. Sus escoltas agredieron a la
periodista brasileña Delis Ortiz. «El golpe que recibí en el pecho me dejó sin
aire, es también un golpe a la prensa de Brasil», denunció.
El repudio por la visita de Maduro se extendió como la
pólvora. La Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional aprobó el
miércoles una moción de condena por la visita oficial a Brasilia del dictador
venezolano. La iniciativa, promovida por los diputados Marcel van Hattem
(Partido Nuevo) y Eduardo Bolsonaro (Partido Liberal), recibió el apoyo de 21
parlamentarios contra 11 rechazos y 2 abstenciones.
El hijo del expresidente Jair Bolsonaro compartió en sus
redes sociales el momento de la votación y la posterior celebración de la
oposición tras la aprobación de la iniciativa. «Aprobada la moción de rechazo
contra el narcodictador Nicolás Maduro», expresó.
«La venida del dictador Nicolás Maduro a Brasil señala un
mensaje serio de nuestro país en la escena política internacional. Cuando
menos, omisión y complacencia del actual Gobierno brasileño con el régimen
dictatorial, corrupto y opresor que mantiene en Venezuela», manifestó Van
Hattem durante su intervención.
El expresidente interino venezolano Juan Guaidó intervino
vía internet desde Washington en la sesión parlamentaria, donde calificó a Lula
de «miserable» por blanquear a Maduro.
Por otro lado, la candidata de las primarias de la
oposición venezolana, María Corina Machado, fue invitada por el Senado de
Brasil a exponer los crímenes de lesa humanidad y violación de los derechos
humanos cometidos por el régimen chavista.
El senador brasileño por el estado de Paraná, Sergio
Moro, invitó a comparecer en una audiencia a la coordinadora del movimiento
Vente Venezuela para exponer los delitos y violaciones cometidos por la
Administración chavista con el objetivo de «acabar con las falsas narrativas».
Acusó a Lula de ser cómplice de Maduro.
Lula no pudo garantizar a Maduro tranquilidad judicial ni
le ofreció un blanqueo político internacional en Brasilia, pues fracasó en su
intento. En ese encuentro con la prensa, el histórico jefe sindical del Partido
de los Trabajadores (PT) defendió a su invitado y dijo en tono cínico que no
había autoritarismo en Venezuela.
Bajo su punto de vista, se trata de un invento. «Nicolás
Maduro sabe muy bien la narrativa que han construido contra Venezuela. Ustedes
saben la narrativa que han construido sobre el autoritarismo y la antidemocracia.
Ustedes tienen como medios que deconstruir esa narrativa», sentenció.
Pago con electricidad
Para retribuir el favor recibido por el blanqueo de su
imagen, Maduro se mostró dispuesto a suministrar electricidad al noreste de
Brasil, estado Roraima, con la presa hidroeléctrica de Tocoma, en el sur de
Venezuela.
En concreto, Maduro ofreció electricidad de 120
megavatios a Brasil, aunque los venezolanos sufren apagones de forma
sistemática y crónica. Sin embargo, no explicó que hay problemas y escasez en
el servicio eléctrico de Venezuela por el deterioro de la industria. Para
exportar electricidad a Brasil, el líder chavista pidió entre 4 y 5 millones de
dólares a los empresarios interesados para que inviertan en la reactivación de
la central hidroeléctrica.
Un mes antes, Maduro tuvo otro fracaso en su intento de
blanquear su régimen, pues fue de nuevo repudiado. El 25 de abril, el
presidente de Colombia, Gustavo Petro, convocó una cumbre internacional sobre
Venezuela para pedir el levantamiento de las sanciones y la reanudación del
diálogo entre la oposición y el Gobierno de Maduro.
Sin embargo, la cumbre internacional de Venezuela en
Bogotá, a la que asistieron unos veinte representantes -entre ellos, Josep
Borrell de la Unión Europea-, apenas se reunió durante tres horas y no produjo
sino un comunicado de exhortación para que las partes en el conflicto se reúnan
nuevamente.
La cumbre de Petro también fracasó porque no se reanudó
el diálogo suspendido desde el pasado noviembre y porque no se han eliminado
las sanciones que pesan contra el Gobierno de Maduro. Y, además, expulsó al expresidente
interino Juan Guaidó.
En las conversaciones, Petro se mostró muy interesado en
blanquear a Maduro, sin duda porque le ha ofrecido la venta de la empresa
venezolana de fertilizantes Monómeros por un total de 300 millones de dólares,
según reveló su hijo, Nicolasito, como se supo por un escándalo de escuchas
confidenciales, reveladas por su exesposa.
Además, Maduro, desde hace años, ha permitido a las
disidencias guerrilleras colombianas de las FARC y al ELN operar en la
extracción de oro, diamantes, coltán y litio en las reservas del Amazonas y
Bolívar, al sur de Venezuela. La devastación del Arco Minero es terrible, según
denuncian las ONG.
El costo del blanqueo internacional de Maduro parece no
tener final. El caro lavado chavista y sus lavadores oficiales apenas entran en
escena y hacen acopio de los activos dentro y fuera de Venezuela para echarle
el guante.