Andrey Averyanov, jefe de la unidad GRU, que ha realizado casi todos los envenenamientos y sabotajes europeos en los últimos años, ha sido señalado por el 'accidente' de avión.
Quizá nunca se sepa quién está detrás de la muerte del
líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin. Pero entre todas las teorías que han
surgido, la única persona (con nombre y apellidos) a quien se ha señalado como
culpable es Andrey Averyanov. Un oficial de inteligencia ruso muy diestro, por
sus antecedentes, en el arte de borrar a gente del mapa y que parezca un
accidente.
Horas después de que el avión privado en el que viajaba
Prigozhin fuese derribado por dos explosiones en pleno vuelo, según la versión
de funcionarios estadounidenses y occidentales, se especulaba que Averyanov, el
hombre al frente de la unidad de élite 29155, adjunta a la Dirección General de
Inteligencia (GRU), estuviese involucrado en los acontecimientos. Una fuente
anónima del canal de Telegram ruso VChK-OGPU, cercano a la información de
Wagner, señalaba que la precipitada partida de Prigozhin a África y su rápido
regreso estaban relacionados con las órdenes del jefe del Servicio de
Actividades Especiales, quien estaba desarrollando una serie de medidas para
reemplazar totalmente el contingente de Wagner en el territorio de África.
"Prigozhin se opuso enérgicamente e hizo todo lo posible por
impedirlo", cita el mensaje.
En la misma conferencia ruso-africana en que Prigozhin
estrechaba la mano del embajador de República Centroafricana, Freddy Mapouka,
los altos cargos del Kremlin presentaban a los dirigentes africanos al general
de las GRU, Averyanov. Este viernes, se ha aquilatado su nombre para remplazar
el mando del recién fallecido mercenario en las operaciones de África.
Continente donde Prigozhin mandó lo que posiblemente fue su último mensaje:
"Sigamos cumpliendo las tareas que se nos han encomendado y a los que hemos
dado la promesa de que podemos hacerlo".
...Averyanov
was personally involved in the 2014 explosions in Vrbetice, Czechia that killed
two people, and supervised the poisonings of the Skripals and Emilian Gebrev,
among others. Now awarded with a public seat next to Putin. (we wrote about him
in 2019 https://t.co/Mn4blm2R03) pic.twitter.com/4w2omk692D— Christo Grozev
(@christogrozev) July 31, 2023
Tras esta disputa a la que se han referido varios
investigadores de fuentes abiertas (Osint), Prigozhin se montó a bordo de su
avión privado con número RA-02795 y voló hacia Rusia para acabar estrellándose
en la región rusa de Tver, al norte de Moscú. Todavía no hay informe oficial
sobre los acontecimientos, pero el presidente Vladímir Putin ha prometido que
el comité de investigación abrirá diligencias para determinar las causas que
llevaron al colapso del avión. Recientemente, un funcionario estadounidense
—bajo condición de anonimato—, que habría filtrado el informe occidental de los
hechos ocurridos el 23 de agosto, afirmó a Associated Press que la explosión
estaba en consonancia con la "larga historia del presidente ruso Vladímir
Putin de tratar de silenciar a sus críticos".
¿Quién está detrás de la muerte de Prigozhin?
Probablemente, la respuesta solo se encuentre tras los muros del Kremlin. Sin
embargo, el historial de operaciones encubiertas de Averyanov en Europa —como
el envenenamiento de Salisbury, la explosión de un depósito de armas en
Chequia, el intento de golpe de Estado en Montenegro, el envenenamiento de un
traficante de armas búlgaro, el Novichok en los calzoncillos del opositor
Alexey Navalny— sean suficiente motivo para dudar de su inocencia. Lo único que
diferencia todos estos casos del accidente de Prigozhin es la brutalidad del
estallido del avión y la sutileza del veneno que mataba en Europa. Puede que
nuevos tiempos requieran nuevos métodos.
Un comienzo explosivo
El nombre de Andrey Averyanov se hizo público por primera
vez el 9 de octubre de 2019. El New York Times, citando fuentes de inteligencia
no reveladas, informó de la existencia de una unidad clandestina —29155—
conformada por 20 graduados de escuelas militares rusas de élite. La mayoría de
los cuales habían recibido experiencia práctica de combate en las guerras del
Cáucaso. También se filtró la fecha de su fundación, en 2009, cuando se
falsificaron las primeras identidades encubiertas de estos agentes.
La primera pista tras el rastro de la unidad 29155 fue
una campaña de desestabilización en las elecciones que encumbraron a la actual
presidenta de Moldavia, Maia Sandu, frente a un candidato respaldado por Putin.
Los agentes protagonizaron maniobras políticas para evitar que el país
balcánico se acercase a la Unión Europea. Una solución que se parece bastante a
la que Rusia ha implementado desde principios de siglo en Ucrania, con
resultados similares. Hasta este punto, no se conocía quién movía los hilos de
los espías.
Fue en la explosión del depósito de municiones en
Vrbetice (República Checa) el 16 de octubre de 2014, cuando saltó el nombre de
Averyanov. En esta operación especial, participaron al menos seis agentes de la
Unidad 29155 del GRU y fue supervisada personalmente por su comandante, quien
se desplazó encubierto a Europa central en el momento exacto de la acometida y
regresó a Moscú pocas horas después de la explosión. Esta fue una de las dos
únicas maniobras clandestinas conocidas para las cuales el general Averyanov
viajó personalmente al extranjero. La otra, supuestamente acontecida estos
días, está sin confirmar.
Los investigadores realizaron una exhaustiva búsqueda en
el registro de pasajeros que aterrizaron en Europa central esos días y
encontraron el nombre de Overyanov en un vuelo de Aeroflot con destino a Viena.
Sin embargo, Overyanov no existía, era el seudónimo del general al mando. Los
otros seis miembros de la unidad que, al parecer, estuvieron implicados en la
operación siguieron un patrón parecido al de su general, pero volaron a otros
aeropuertos. Se reunieron próximos al polvorín y lo hicieron explotar, apuntan
las investigaciones de inteligencia.
...Am I
GRU General Andrei Vladimirovich Averyanov, born in 1967? No no, I am Andrei
Vadimiovich Overyanov, born in 1967. Thanks for the EU visa!
pic.twitter.com/DTbJau6wLN— Aric Toler (@AricToler) May 30, 2022
El rey del veneno
Bellingcat (un medio independiente especializado en
labores de investigación), junto a otros diarios internacionales, informó de
más detalles sobre la red de espionaje, como su entramado o las relaciones
entre varios agentes del grupo. En este punto, el envenenamiento del fabricante
de armas en Bulgaria (2015) Emilian Gebrev fue clave para la investigación. El
traficante, que sobrevivió por los pelos, contó su historia a The Guardian y
dijo que estaba seguro de que había sido envenenado, pero que no tenía ni idea
de cómo pudo haber sido un objetivo para el GRU. "No tiene sentido. Si
algún agente estuvo aquí o no, no lo sé. Pero casi me muero", aseguró al
medio británico. Gebrev fue la ficha que hizo caer todo el dominó.
La relación entre varios envenenamientos en Europa con
agentes químicos similares sirvió a la inteligencia occidental para atar cabos.
Descubrieron que no eran operaciones aisladas, sino que se trataba de una red
de espías perfectamente coordinada y ensamblada. Los misteriosos casos que,
desde 2009, parecían tener una mano oculta detrás pronto se revelaron.
En la boda de la hija mayor de Averyanov —como en cierta
película— entra en juego Anatoliy Chepiga, uno de los dos oficiales de
inteligencia del GRU acusados en
Reino Unido de llevar a cabo el envenenamiento de Serguéi Skripal, un exoficial de inteligencia militar ruso, y
su hija Yulia con Novichok, un agente nervioso, en Salisbury (2018). Este caso
fue muy sonado en la prensa de todo el mundo y, por su particularidad, fue
motivo de una profunda investigación
por parte de los funcionarios occidentales.
Múltiples fotografías y vídeos descubiertos por
Bellingcat y Radio Svoboda muestran a los dos agentes juntos en la boda, años
antes de que se produjese el envenenamiento de Skripal. No habría tenido más
recorrido que el que una simple instantánea puede tener si no fuera porque el
nombre del agente Chepiga ya estaba en boca de todos. Esas imágenes fueron la
llave para desenmascarar a los operativos y su profunda relación entre ellos.
Rusia, incluso el presidente Putin personalmente, había
asegurado que Chepiga era un simple civil, pero al comprobar su cercanía con
Averyanov, quien ya estaba señalado como el cerebro detrás de los
envenenamientos, fue el maremágnum de pistas que señalaban las mentiras del
presidente.
Ciertos analistas apuntaron, durante el transcurso de los
acontecimientos, que estas maniobras de espionaje, así como las pretensiones de
desestabilizar políticamente ciertas regiones en Europa, se comprendían dentro
del marco de una guerra híbrida de Putin, contra occidente. Algo que quedó de
manifiesto en el discurso del presidente durante la Conferencia de Seguridad de
Múnich (2007), donde se inició una nueva era en la política exterior rusa.
"Ese tipo de operaciones de inteligencia se ha convertido en parte de la
guerra psicológica [de Rusia]", dijo Eerik-Niiles Kross, exjefe de
inteligencia en Estonia al New York Times. "No es que se hayan vuelto
mucho más agresivos. Quieren que los sientan. Es parte del juego".
Tirando del hilo, se confirmó la existencia de la Unidad
29155, sus agentes y su general, Averyanov. Con un modus operandi muy similar
entre los diferentes envenenamientos y asesinatos, los investigadores hallaron
una coincidencia en la numeración de los pasaportes que brindaban anonimato a
los agentes. Tras descubrirse su identidad en 2019, el grupo se quedó dormido y
no se volvió a conocer actividad alguna lejos de las fronteras de Rusia. Aunque
desde la invasión a gran escala, el número 29155, vinculado a la Unidad, se ha
vuelto a pronunciar (no en vano) entre los diferentes analistas e
investigadores a medida que los detractores de Putin desaparecían o se caían
desde una ventana. Ahora, tras el fantasma de Prigozhin: ¿ha vuelto Andrey
Averyanov?
https://www.elconfidencial.com/mundo/2023-08-28/rey-del-veneno-hombre-prigozhin-muerte_3723377/