La mayoría de las reservas minerales submarinas se encuentran en aguas internacionales. Ahora una compañía quiere llegar a las riquezas del último ecosistema incontaminado.
El fondo marino es un ambiente desconocido y complicado.
Se puede considerar uno de los últimos ecosistemas no contaminados por la
presencia humana. Es ahí, en las profundidades oceánicas, donde se concentra la
última gran reserva mineral del planeta Tierra. Rocas formadas hace cientos de
millones de años que contienen cobalto, cobre, zinc, manganeso y otros
minerales raros. Minerales cada vez más demandados y caros por las empresas
involucradas en la transición ecológicas y las energías renovables. Hasta hace
unos pocos años, alcanzar estos inmensos recursos sepultados en el fondo marino
era prácticamente inviable.
La “fiebre del oro submarino” ha desatado una carrera
tecnológica que ha estado a punto de franquear esta barrera. La compañía
canadiense The Metals Company ha presentado en 2023 el primer vehículo
submarino en disposición de arar el fondo marino y recolectar los sedimentos
ricos en minerales. Sin embargo, la Convención de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar prohíbe este tipo de minería por el daño, que podría ser
irreparable, a las especies que habitan el lecho marino. Un último obstáculo
que podría ser pronto franqueado. The Metals Company ya ha pedido a la
Autoridad Internacional de los Fondos Marinos una petición de explotación
comercial. De momento, la asamblea de la organización internacional ha ganado
tiempo y ha aplazado hasta 2025 el momento de escribir las reglas de la
explotación minera submarina.
***Video Explicativo:
https://www.elconfidencial.com/mundo/2023-09-11/mineria-submarina-recursos-minerales_3712961/