Los ataques terroristas en Israel no han provocado hasta ahora aumentos en los precios de la energía. Pero el riesgo de una escalada en una región clave para la producción de petróleo intranquiliza a los mercados.
Los ataques terroristas de Hamás en Israel han empujado a
toda la región hacia una situación de gran incertidumbre, a nivel político y
económico. Analistas de los mercados energéticos tratan de entender lo que esto
puede significar para los precios mundiales del petróleo, que han seguido una
trayectoria compleja desde 2020, debido a la pandemia de COVID-19 y a la guerra
en Ucrania.
Mientras el mundo reacciona a los sucesos en Israel, los
precios del crudo dieron un salto de cerca del 5% hasta llegar a 89 dólares
(unos 83 euros) por barril el lunes (9.10.2023). La incertidumbre en torno a
posibles problemas de suministro provocó ese aumento, pero desde entonces los
precios se han estabilizado.
Israel casi no produce petróleo, pero la posibilidad de
que el conflicto se propague por Medio Oriente ha alertado a los expertos.
"Si esto se convierte en un conflicto más amplio y hace que aumenten los
precios del petróleo, eso tendrá, sin duda, un efecto en las economías”, dijo
Gita Gopinath, experto sénior del Fondo Monetario Internacional, a Bloomberg.
El presidente estadounidense, Joe Biden, expresó su preocupación sobre una
posible extensión del conflicto.
La crisis del petróleo de 1970
La crisis del petróleo más dramática del siglo XX fue
precedida por un conflicto en Medio Oriente. En la Guerra de Yom Kippur, de
1973, varios países árabes atacaron a Israel. Los mayores productores de
petróleo, liderados por Arabia Saudita, aplicaron luego un embargo de petróleo
a las naciones que apoyaron a Israel, como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá,
Japón y Países Bajos. Eso condujo a una crisis del petróleo que hizo que los
precios ascendieran en más de un 300%.
La segunda gran crisis del petróleo, en 1979, siguió a la
revolución iraní y a la posterior caída de la producción de petróleo que se
produjo en el país. En esa crisis, la oferta mundial de petróleo cayó alrededor
de un 4% y los precios del barril de petróleo crudo se duplicaron con creces.
Hasta el momento, hay pocos indicios de que lo ocurrido
en Israel vaya a poner en marcha una crisis como las mencionadas. Actualmente,
los precios del crudo están muy por debajo de los 97 dólares por barril
alcanzados a finales de septiembre. Las previsiones de que pronto llegarían a
superar los 100 dólares por barril parecen ahora fuera de lugar.
"Tanto el WTI [West Texas Intermediate] y el Brent
retrocedieron ayer porque las preocupaciones sobre una interrupción repentina e
inesperada del suministro han sido descartadas por ahora", dijo a Reuters
el 11 de octubre Tamas Varga, analista de PVM Oil Associates.
Sin embargo, continúan las turbulencias en los mercados
debido al potencial de un conflicto que podría agravarse y extenderse por otros
países. Magi Sehnouda, vicedirector ejecutivo del comerciante suizo de materias
primas Mercuria, dijo el miércoles que la compañía cree que los precios podrían
superar los 100 dólares por barril si la situación escalara.
La importancia del gas israelí
A pesar de que Israel no es uno de los grandes
productores de petróleo, es un actor importante en la industria global del gas.
A raíz de los ataques de Hamás, el país cerró su campo de gas natural Tamar, a
unos 25 kilómetros de su costa sur.
Israel exporta grandes volúmenes de gas a sus vecinos
Egipto y Jordania. El cierre ha generado preocupaciones de que los mercados
mundiales de gas aumente la presión. Egipto usa gas israelí para algunas de sus
exportaciones de gas natural licuado (GNL), y el cierre e Tamar podría impactar
en ellas. Sin embargo, hasta ahora la mayor planta de gas de Israel, Leviathan,
sigue operando sin problemas. Pero no se sabe hasta cuándo permanecerá cerrado
Tamar, y un cierre prolongado tendría un efecto dominó para los mercados
mundiales de GNL.
El rol de Irán en la economía petrolera mundial
La crisis en Israel llega en un momento en el que los
mercados globales de energía ya están tensos, dada la incierta situación
causada por la guerra en Ucrania. Esto, combinado con los efectos posteriores
de la pandemia de COVID-19, contribuyó a una amplia crisis energética en
2021-2023.
Los recortes de producción por parte de Arabia Saudita,
otros miembros de la OPEP y Rusia indican que hay una capacidad excedente
considerable en caso de que el suministro de petróleo se reduzca
inesperadamente. Sin embargo, todavía reina la incertidumbre acerca de cómo
podría responder Riad, dadas las recientes tensiones con Estados Unidos.
Sea como fuere, también se sigue de cerca el papel de
Irán. Aunque pesan sanciones sobre el petróleo iraní, recientemente este ha fluido
en volúmenes significativos hacia China y otros lugares, aliviando a los
mercados petroleros a raíz de las restricciones impuestas al petróleo ruso.
Sin embargo, si Teherán se involucrara activamente en el
conflicto de Israel, se ejercería presión sobre Estados Unidos y otros países
para que intensificaran la aplicación de las sanciones al petróleo iraní.
https://www.dw.com/es/los-mercados-petroleros-vigilantes-ante-la-crisis-en-israel/a-67082855