Se agota el tiempo para que los partidos políticos designen a sus representantes en el Consejo Presidencial de Transición, la apuesta del Caricom para pacificar la isla.
En Haití el paisaje está decorado de humo y la banda
sonora son los disparos en los barrios de la capital y aledaños. El país está
incomunicado y se rige ahora mismo bajo las diversas pandillas que han tomado
el control tras la renuncia el primer ministro Ariel Henry, a principios de
esta semana.
Todos los esfuerzos en erradicar la crisis de Haití están
puestos en la capital de Jamaica. En Kingston se celebra una reunión de
urgencia convocada por la Comunidad del Caribe (Caricom), que ahora mismo
preside Irfaan Ali, el presidente de Guyana, y que cuenta con la presencia de
los jefes de gobierno de Bahamas, Barbados, Dominica, Granada y San Vicente y
las Granadinas, así como representantes de potencias mundiales como Estados
Unidos, Francia, Unión Europea y Canadá.
Motivados por el Caricom, diversos partidos políticos y
personalidades haitianas buscan pactar la composición del Consejo Presidencial
de Transición que sustituirá al gobierno de Henry, cuya renuncia se ha
adjudicado el Caricom como primera medalla en esta crisis. Este consejo estará
conformado por siete miembros electos pertenecientes a los partidos políticos
haitianos y al sector empresarial privado, y dos miembros observadores del
sector religioso y de organizaciones de la sociedad civil, en calidad de asesores.
El tiempo se agota
Según información de Caricom y medios locales, los siete
miembros principales deben ser designados por las entidades Colectivo del 30 de
Enero, Acuerdo de Montana, Acuerdo del 21 de Diciembre, EDE/RED, Partido Pitit
Dessalines, Fanmi Lavalas y el Sector Empresarial Privado. El Caricom ha
impuesto que no podrá ser parte del consejo presidencial «cualquier persona que
esté actualmente bajo un cargo, acusación o haya sido condenado en cualquier
jurisdicción ni cualquier persona que esté bajo sanción de la ONU».
Pero el tiempo se agota, mientras sobre la mesa faltan
consensos. Fuentes locales del diario 'Le Nouvelliste' aseguran que «la mayoría
de los partidos haitianos aún no han presentado oficialmente a sus candidatos y
siguen en conversaciones». Hasta ahora, solamente el partido EDE/RED, cercano
al expresidente Jovenel Moïse, asesinado en 2021, ha propuesto a la exministra
de la Condición Femenina, Marie Ghislaine Mompremier. El Colectivo 21 de
Diciembre, cercano al ex primer ministro Henry, mantiene su nominación en vilo.
Un grupo ha elegido al exdiputado Vikerson Garnier, pero algunos miembros se
oponen. Mientras, el Acuerdo de Montana parece inclinarse por la nominación de
uno de sus líderes indiscutibles, Fritz Alphonse Jean. Por su parte, no hay
consensos en el Colectivo del 30 de Enero, que integran 3 partidos: Partido
Haïtien Tèt Kale (PHTK, en el poder desde 2011), la Unión Nacional por la
Integridad y la Reconciliación (UNIR-Haïti), el Movimiento Patriótico Popular
Dessalinien (Mopod).
Negociaciones peligrosas
No es ningún secreto que el Consejo presidencial de
Transición que resulte integrado en el Caricom tendrá que negociar con los
grupos de pandillas que ahora mismo controlan la capital de la isla, Puerto
Príncipe, y las zonas aledañas. Fuentes cercanas a la mesas de negociación
aseguran que «no es realista» pensar en planes que no impliquen una negociación
con las pandillas, sobre todo con Jimmy Chérizier, mejor conocido como
«Barbecue», líder de la G9 y Familia, un conglomerado de las pandillas más fuertes
de Puerto Príncipe que se ha unido bajo el comando de «Barbecue».
Pero, como toda negociación, esta no será fácil. Sobre
todo porque el líder que resulte electo tras los esfuerzos de la Caricom tiene
todo en su contra. Primero, no tiene el control del país y segundo, porque
«Barbecue» ya ha dejado claro que no aceptaría ningún gobierno propuesto por la
Caricom. La presión tendrá que llegar por diversas vías: desde los partidos
políticos, que deberán presentar un frente unido y total sumisión al nuevo
líder, y desde la comunidad internacional, que deberá apoyar los nuevos esfuerzos
de pacificación.