Sería una triste ironía que los hispanos, la mayoría de ellos de origen mexicano, terminen inclinando la balanza de la elección a favor de Donald Trump.
Los hispanos se perfilan como el fiel de la balanza en
las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Aunque pueda
sorprender, las encuestas divulgadas hasta ahora sugieren que podrían
inclinarla a favor de Donald Trump. A pesar de sus reiterados insultos a los
migrantes y sus políticas migratorias, Trump parece tener el potencial de
captar una proporción históricamente alta del voto hispano. Esta situación
representa un enorme desafío para el presidente Joe Biden, quien, en un intento
por reconectar con esta comunidad, esta semana expresó en una reunión con
hispanos en Arizona: “los necesito de vuelta conmigo”.
Según el censo de Estados Unidos de 2020, la población
hispana se estima en 62.1 millones, representando aproximadamente el 18.7 por
ciento de la población total. Se estima que 36.2 millones de hispanos son
elegibles para votar en las próximas elecciones, constituyéndolos como el grupo
étnico minoritario de mayor tamaño entre el electorado.
La importancia del voto hispano se magnifica debido al
peso de ciertos estados en el colegio electoral. En 2016, Trump alcanzó la
presidencia al ganar en el colegio electoral, a pesar de perder el voto popular
frente a Hillary Clinton. Arizona y Nevada, dos de los cinco estados en los que
los hispanos tienen mayor peso relativo en el electorado, son, además, estados
“columpio”, que, junto con Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin,
completan la lista de estados que decidirán la elección.
En las elecciones de 2020, la victoria de Biden en
Arizona se decidió por un margen de solo 10 mil 454 votos, mientras que en
Nevada la diferencia fue de 33 mil 559 votos. Con tan estrechos márgenes de
victoria y cientos de miles de votos potenciales de los hispanos en juego, la
importancia de estos electores es más que evidente. Cerca de 90 por ciento de
los hispanos en Arizona y 80 por ciento en Nevada tienen raíces mexicanas.
Aunque en otros estados claves los hispanos constituyen un porcentaje menor del
electorado, su impacto puede ser igualmente crítico. Un ejemplo notable es
Georgia, donde Biden aseguró la victoria por apenas 12 mil 636 votos.
En la más reciente encuesta del New York Times, Trump
tiene 46 por ciento de las intenciones de voto hispano, por encima del 40 por
ciento de Biden. En estados claves como Arizona y Nevada, las encuestas también
registran ese crecimiento de preferencias hispanas para Trump. Aunque al final
Biden obtenga la mayoría de ese voto, podría no ser por el margen que necesita
para llevarse esos y otros estados claves.
Ante este panorama, esta semana el presidente Biden
visitó estos dos estados, para promover sus logros económicos y mejorar sus
números entre los hispanos. En estos estados insistió que él entiende y
comparte los valores de los hispanos, mientras que Trump los desprecia, insulta
y amenaza. Les recordó que fue gracias a ellos que derrotó a Trump en 2020 y
lanzó su primer spot dirigido específicamente a ellos, en el que habla de los
temas que más les interesan, como la economía y la salud.
Varios factores explican el apoyo de los hispanos a
Trump. Contrario a lo que se podría pensar, la migración no es el tema que más
los moviliza y menos a quienes ya tienen la ciudadanía de Estados Unidos y, por
tanto, pueden votar. Más de 80 por ciento de los hispanos son ciudadanos
norteamericanos y casi tres cuartas partes del total solo hablan inglés o lo
hablan muy bien.
No sorprende, por ello, que la lista de principales
preocupaciones de los hispanos no sea muy distinta de la del público en
general. Y, como sucede con otros electores, en este momento los hispanos
califican mejor a Trump que a Biden en su capacidad para atender algunas de las
más importantes, como son la economía y la inflación. Con la seguridad
fronteriza sucede lo mismo. En temas como el aborto o el trato humano a los
migrantes, Biden está mejor calificado.
Naturalmente, estas opiniones están influidas por la
ideología política y la identidad partidista de los votantes, ya sean hispanos
o no. Un análisis de John Burn-Murdoch para el Financial Times (8 de marzo de
2024), muestra que el porcentaje de hispanos que se identifican con los
demócratas ha disminuido conforme un segmento significativo de quienes son
conservadores se ha ido alineando con los republicanos. Aunque aún hay más
hispanos que se identifican con los demócratas y son liberales, las tendencias
son preocupantes para este partido.
La campaña de Biden parece estar consciente de la
importancia de no dar por sentado el voto hispano, un error que ha sido
criticado en el pasado a los demócratas. El viaje reciente a Arizona y Nevada
sugiere que los demócratas están tomando medidas desde ahora para contrarrestar
esas tendencias y evitar perder la elección. Sería una triste ironía que, si no
se activan, los hispanos, la mayoría de los cuales son de origen mexicano,
terminen inclinando la balanza de la elección a favor de un candidato tan antiinmigrante
y antimexicano como Donald Trump.
https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/leopoldo-gomez/2024/03/22/mexicanos-al-grito-de-trump/