En los próximos 10 años, las computadoras personales, los celulares e internet se fusionarán. Las imágenes podrán ser desplegadas en lentes especiales y proyectadas como hologramas tridimensionales. Muchas aplicaciones serán manipuladas tocando la imagen con las manos o mediante el reconocimiento de voz y del pensamiento, sin necesidad de teclado ni mouse, y estarán conectadas permanentemente a internet a una velocidad miles de veces mayor que la banda ancha actual. Podremos buscar cualquier información al instante y en cualquier momento. Sentiremos que los conocimientos así recibidos son una extensión de nuestra propia mente.
No habrá necesidad de una infraestructura separada para la telefonía celular, pues la comunicación será permanente a través de internet (VoIP). Desaparecerán los mensajes de texto, pues las transmisiones por voz y video serán mucho más rápidas y económicas. Los enlaces de rango corto, como el WiFi actual, permitirán una comunicación directa entre equipos cercanos, sin ni siquiera internet. La mayoría de los equipos portátiles tendrán un GPS integrado que evitará que nos perdamos. También podremos saber dónde están nuestros hijos cuando salen solos, evitaremos secuestros y tomaremos otras medidas de seguridad similares.
En casa
Los hogares y las oficinas tendrán un servidor central con una permanente conexión a internet. Siempre que un servidor autorizado esté cerca, nuestros equipos portátiles podrán conectarse a él por medio de un enlace de rango corto y así acceder a internet a más alta velocidad. También se podrá usar el poder computacional del servidor para procesar tareas y ejecutar aplicaciones no instaladas en el equipo portátil. Los teléfonos fijos de casas y oficinas serán sustituidos por terminales con pantallas táctiles y reconocimiento de voz (sin teclado ni mouse) conectados a internet a través del servidor central, el cual podrá realizar traducciones simultáneas cuando se converse con alguien que no hable el mismo idioma.
La televisión por cable será sustituida por la televisión por internet y los televisores se convertirán también en terminales del servidor central con pantallas gigantes ultradelgadas en cualquier pared de la casa.
El servidor central funcionará además como centro de operaciones de todos los aparatos eléctricos y sensores del hogar y de la oficina para controlar y monitorear el sitio remotamente (y avisará automáticamente a los bomberos o a la policía de cualquier irregularidad, incendio, inundación, robo u otros imprevistos).
¡El futuro tecnológico apenas está comenzando!
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