Posiblemente no era mucho lo que se esperaba del Gobierno para el año que está terminando, sin embargo, si se hace un recorrido por los últimos once meses del calendario se observará que la Argentina volvió a dilapidar el tiempo sin alcanzar reformas sustanciales para afianzar su crecimiento.

Entre titulares de diarios magnánimos y acontecimientos de intrascendencia supina pasamos 345 días más sin pena ni gloria. El año 2006 comenzó con el mismo debate que se erige en estos días como tema crucial: ¿Es Cristina Fernández presidenciable? Sin esperar siquiera que culminara la resaca del año nuevo, el gobierno lanzó una seudo campaña proselitista para analizar los efectos de la noticia. El mismísimo 2 de enero,  los principales medios de comunicación ya transcribían premisas a favor y en contra de la candidatura oficiando, Carlos Kunkel y Aníbal Fernández, como interlocutores oficiales. Mientras tanto, el Presidente, fiel al estilo confrontativo, debatía con la prensa cuál era o cuál debía ser su oficio. Transcurría el mes de Enero…  Hoy, Diciembre avanza y los temas no cambian, las soluciones siguen si aparecer y el proselitismo en todas sus variantes parece ser la única cláusula fija para el 2007. Campaña permanente.

Ya en este 2006, el Gobierno anticipó sus ambiciones electoralistas con un proyecto basado en cuatro pasos. El primero tendía a identificar la receptividad de los “candidatos K” en la opinión pública. El segundo preveía evaluar los niveles de aceptación social con convocatorias a la Plaza de Mayo (24 de Marzo y 25 de Mayo) Posteriormente, el Presidente recorrería todo el país para afianzar su imagen y autoridad ante el electorado y finalmente, se apuntaba a recrear una fuerza electoral con retazos de la UCR , el PJ y el socialismo.

Al finalizar el año, el resultado del plan original no es tan auspicioso aunque teniendo en cuenta lo que hay en la vereda de enfrente, el Gobierno avanza sin detenerse a analizar si puede o no hacerlo con tanta  tranquilidad. Parece no importar demasiado que las dos convocatorias del oficialismo se hicieran con un despliegue sin igual del aparato político o que las lealtades para conformar un frente electoral medianamente homogéneo no aparezcan en escena y se tiren candidatos al tablón a modo de saldos u ofertas. Al jefe de Estado tampoco lo desvela que lo sondeos hayan mostrado sus falencias en los comicios misioneros. Los porcentajes y el clamor popular son las  principales herramientas de Balcarce 50.

Para el 2007, el Gobierno buscará fortalecer la autoridad con la misma metodología resumida, si se quiere, en la apertura de una caja capaz de canjear futuro por coyuntura.

De coyuntura en coyuntura se avanzó durante el 2006. Los conflictos que se podían prevenir siguieron su curso y las consecuencias se hicieron sentir. Sucedió con la avanzada sindical que desde comienzo de año se presentó como amenaza. Manejar la apetencia de Hugo Moyano no sería fácil para el Gobierno. Un matutino porteño el 23 de enero de 2006 comentaba que “el Presidente intentará convencer al camionero de que no haga paros y de que postergue los reclamos por aumento de sueldos”  Y así fue aunque los hechos de San Vicente sucedieran mucho después. El poder de convencimiento oficial pende de un hilo. Los gremios saben que tienen el as en año electoral. La situación de inestabilidad en el sector es hoy la misma que en el comienzo del año y Hugo Moyano sigue manejando las huestes más conflictivas del sector.

El Conflicto con Uruguay

Ya en Enero de 2006, la Argentina ardía por los cortes en Gualeguaychu sin que la autoridad pudiera hacer demasiado. El 30 de enero último  el gobernador entrerriano Jorge Busti clamaba a los “asambleístas” en las rutas que cambiaran la modalidad del reclamo proponiéndoles actividades culturales para plasmar su protesta. Decía por esos días el gobernador: “Los cortes de los puentes ya cumplieron con su misión: sirvieron para que todo el país se enterara de nuestra lucha; pero ya no son funcionales a nuestro objetivo, que es que no se instalen las papeleras” Lo que no puede entenderse es que una medida que va en contra de la Constitución misma sea avalada por una autoridad política… Desde el poder se dio rienda suelta a la insurrección, con causa o no, ahora habrá que lidiar con ella.

“No habrá represión, eso está claro, aunque como la ruta que se corta es nacional, ahí deben intervenir la justicia federal y la Gendarmería, que depende del Gobierno. Yo no puedo hacer más que intentar convencerlos”, sostenía Busti al terminar el mes de Enero, pero no es la función de un gobernador “convencer” a su pueblo, cosa que por otra parte, tampoco se ha hecho. Este es el tipo de errores con que tropieza frecuentemente el gobierno nacional: come de su propia cosecha. Y lo que siembra no es de calidad…

En el mes de Marzo continuamos desvelándonos por la misma situación, sólo que ese mes, la idea del gobernador fue la de cortar la ruta pero con excepción. Es decir, dejar transitar a los autos y bloquear el paso a los camiones. Soluciones típicas de dirigencia argentina. Respetar la ley a medias.

Para mediados de Abril, los cortes de ruta seguían mientras el presidente uruguayo defendía su postura en los Estados Unidos. Recién en Septiembre, los asambleístas creyeron poder bloquear los créditos de los organismos financieros a las plantas de pasta de celulosa y liberaron la ruta. El Gobierno siguió evadiéndose del tema. En Octubre el Banco Mundial destrabó los préstamos. Volvimos a foja cero. Hoy la ruta está cortada y sigue la tensión. Un año sin soluciones de fondo, con meras treguas, efímeras y sin políticas ciertas.

El Conflicto con el Campo

Esta situación de idas y venidas, poco seria, sin que nada tenga solución y los problemas se extiendan en el tiempo es idéntica a la que se vive en otros aspectos.  Veamos la situación en el sector agrícola ganadero a lo largo del 2006. Sin necesidad de detallar el problema base, basta observar cómo pasamos un año en conflicto sin que nada se haya hecho no para postergarlo sino para finiquitarlo con una política ganadera concreta. Esta situación que se enumera debajo es la que se vive también con las empresas ante el control de precios ejercido con metodologías que no conducen sino a mantener los problemas. Los titulares del año respecto al campo marcan, sin eufemismos una crisis que se perpetúa sin que se haga nada al respecto.

Enero 2006: “El campo rechazó el congelamiento de precios por juzgarlo insostenible”

Febrero 2006: “Incertidumbre por las exportaciones de carnes”  “Los frigoríficos que venden al exterior temían perder sus mercados”

Marzo 2006: “El Presidente Kirchner hizo un llamado a no consumir más carne” Fue la única política oficial para conseguir que bajen los precios. Al mismo tiempo se estableció la veda exportadora desatando la primera protesta del campo. 

Abril 2006: “El Gobierno estipula precios máximos para algunos cortes “populares” y establece hasta penas de prisión para quienes no rebajen los precios”

Mayo 2006: “La veda exportadora afecta a casi nueve mil operarios. Comenzaron las suspensiones a trabajadores de frigoríficos”

Junio 2006: “Liniers reflejó el alto acatamiento del paro de la CRA. Se realizaron 4 días de protesta. Marchan productores de todo el interior del país”

 Julio 20006: “Luciano Miguens, presidente de la Rural, no tuvo respuestas a su invitación al diálogo. Se inaugura la Rural sin presencia oficial”

Agosto 2006: “Se dio marcha atrás en la medida adoptada a fines del 2005 y bajó el peso de faena para asegurar la oferta de carne en los mercados” “Aumenta la presión sobre el mercado de Liniers”

Septiembre 2006: “El campo sigue sin poder dialogar con el Gobierno”

Octubre 2006: “Productores ganaderos piden ser recibidos en Balcarce 50 sin éxito”

Noviembre 2006: “Sin respuesta oficial, el campo unido decide volver al paro” El Gobierno contraataca con una publicidad costeada por el pueblo. Es la única política de estado al respecto para paliar la crisis del sector.

Diciembre 2006: El diálogo para aunar criterios y encontrar salidas concretas a los problemas del sector sigue fecha y sin interlocutores por parte de Balcarce 50.

Este conflicto extendido a lo largo de todo el año con el sector del campo es ilustrativo para todo el resto. Posiblemente, el Gobierno crea que, siendo la Argentina el país de las vacas y los asados y hasta legislándose el “Día de la Parrilla” o declarándose a la milanesa napolitana patrimonio cultural de los argentinos (como si no hubiese prioridades en la legislatura…) establecer políticas de largo plazo carece de sentido. Sin embargo ha sido con ese tipo de medidas como países de la talla de Nueva Zelanda, Brasil o Australia aumentaron su producción y conquistaron nuevos mercados. Pero el largo plazo es utopía para este Gobierno y en consecuencia de este 2006 quedan los problemas y siguen sin definirse las salidas.

El Conflicto con las Petroleras

Una situación similar se vivió con las petroleras hoy sancionadas por no abastecer de gasoil a las estaciones de servicio. Afrentas, penas y presiones en lugar de soluciones concretas y consensuadas. El 28 de Enero del 2006, el Gobierno congelaba el precio del gasoil, a mitad de año las quejas por la falta de combustible en el interior del país no cesaban. Hoy la situación no ha mejorado y tampoco hay respuestas.  

En Agosto, a pesar de que desde el Gobierno se negaba la falta de gasoil, se pidió la intervención directa del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. El funcionario “habló” varias veces con cada petrolera y les exigió que aumentaran el suministro. Muchas de ellas decidieron, entonces, volver a importar combustible, aunque la diferencia entre los precios nacionales e internacionales les significara, en muchos casos, evidentes pérdidas.

En Septiembre, una nueva inspección del secretario de Comercio presionó a las petroleras ante la permanencia del problema. Los inspectores pidieron facturas, listas de los clientes más importantes, nómina de directivos extranjeros, posibles reemplazantes para cuando los ejecutivos están fuera del país. "Es la primera vez en la historia que pasa algo así", se quejaron las empresas. Llamadas telefónicas y visitas intimidatorios que sin embargo, no solucionaron el problema.

Pero el gasoil, cuya comercialización está “cuotificada” (se venden cantidades fijas a cada cliente), sigue faltando en todo el país y los productores temen que esa carencia demore las tareas agrícolas. Todo sigue tal como estaba a comienzos de año en este sector.

Créditos, Salud y Educación

El resto fue, sin eufemismos, una vergüenza: soluciones ficticias que generaron ilusiones vanas. En Septiembre estarían disponibles los créditos para inquilinos, Diciembre de 2006 y esos créditos brillan por su ausencia. Ningún crédito fue concedido aún. El número de gestiones es ínfimo en comparación al aluvión de consultas de los primeros días, cuando el Gobierno repetía los anuncios y desde algunos canales de TV se promocionaba la medida sin mayor análisis de su posible alcance. Esto hizo que muchos de los que la apoyaron en su momento, como el presidente de la Unión Argentina de Inquilinos, se sintieran defraudados.

Los préstamos a inquilinos "son un fiasco, pese a la expectativa que generaron. No fueron mejora ni alivio alguno, mientras se mantiene como fondo un abusivo aumento en el precio de los alquileres", dijo esa entidad en un comunicado, tras recordar que, según cifras del INDEC, la inflación suma el 8% en lo que va del año, pero los alquileres subieron 11,9%, por lo que volvió a pedir que se pusieran en marcha un "servicio de conciliación locativa" y un "fideicomiso de depósitos de garantía" para abaratar costos.

Tampoco el freno al aumento de las prepagas fue real. En unos días hay que solventar un 20% de incremento en las cuotas. El Gobierno habla de un acuerdo para que los aumentos se detengan en el 8% pero la realidad no se ajusta a esa cifra.

En materia de educación, las huelgas y paros de docentes signaron un año electivo que amenaza, nuevamente con comenzar el año próximo. En medio de todo esto, la Universidad de Buenos Aires sigue sin rector.

La Gestión

En su tercer año de gestión, el presidente Néstor Kirchner prefirió gobernar por decreto antes que enviar al Congreso proyectos de ley, en una tendencia que se acrecienta desde que llegó al poder.  En 61 oportunidades, cuando el Gobierno creyó necesario dictar una ley para establecer una política de Estado  se actuó mediante Decretos de Necesidad y Urgencia, solamente en 35 oportunidades se recurrió al aval parlamentario (datos del Centro de Estudios de Políticas Públicas Aplicadas)  Así es como Kirchner dictó durante su tercer año de gobierno 61 decretos de necesidad y urgencia, con lo que sumó un total de 201 decretos en toda su gestión, con un promedio de 67 DNU por año.

Puede que el país esté creciendo, que la construcción esté en su apogeo pero la institucionalidad está en riesgo si los proyectos hegemónicos se perpetúan sin que haya una alternativa capaz de poner freno a la avanzada oficialista.

El colapso del régimen republicano  hará, necesariamente, caer  cualquier índice por positivo que hoy parezca. Un año detenido en el tiempo, un año debatiendo los mismos temas sin soluciones concretas no corresponden con un país serio, tampoco con uno “condenado al éxito”.

GABRIELA POUSA

(*) Analista Política. Lic. en Comunicación Social (Universidad del Salvador) Master en Economía y Ciencias Políticas (ESEADE)