El comienzo de la Cumbre Internacional sobre Democracia, Terrorismo y Seguridad que desde hoy hasta el jueves tendrá lugar en Madrid ha obligado a un amplio despliegue de seguridad para blindar la capital ante cualquier intentona terrorista. La participación en el encuentro de 22 jefes de Estado y de Gobierno, 33 ex gobernantes y 165 expertos en terrorismo ha elevado las medidas de seguridad al nivel de las grandes ocasiones. 7.000 agentes de Policía y Guardia Civil vigilarán la ciudad. Las Fuerzas Armadas aportarán, además del avión de reconocimiento de la OTAN, varios F-18, helicópteros Superpuma y baterías antiaéreas, que también controlarán centrales eléctricas y nucleares.

Cielo, suelo y subsuelo de Madrid, de nuevo blindados. Policía Nacional, Local, Guardia Civil y Fuerzas Armadas están alerta; vigilancia aérea y medidas de seguridad vistas sólo en las grandes
ocasiones para que la Cumbre Internacional sobre Democracia, Terrorismo y Seguridad que comienza hoy y a la que asistirán veintidós jefes de Estado y de Gobierno transcurra sin percance alguno. El planteamiento de la «Operación Venus», similar al de otras grandes ocasiones como la boda de los Príncipes de Asturias, tiene dos frentes claros de actuación: la vigilancia terrestre, a cargo de los 5.300 efectivos de la Policía Nacional y Guardia Civil, ayudados por 1.700 policías locales, y la vigilancia aérea, tarea fundamentalmente encomendada a las Fuezas Armadas. Todo ello coordinado desde el Ministerio del Interior por el titular de la cartera, José Antonio Alonso, y el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho. La vigilancia no sólo se quedará en la capital y en los alrededores del recinto ferial Juan Carlos I, sino que se extenderá a otros puntos sensibles como centrales eléctricas o nucleares.

Policía y Guardia Civil. Entre el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, el dispositivo pondrá en la calle a 5.300 agentes de todas las unidades. Desde las aéreas hasta las encargadas de vigilar el alcantarillado de la capital pasando por las unidades caninas, los Grupos de Acción Rápida, los GEO, especialistas en desactivación de explosivos (TEDAX), especialistas en la lucha contra ataques con material nuclear, radiológico, bacteriológico y químico (NRBQ), francotiradores y submarinistas, todos estarán pendientes de cualquier riesgo en la celebración de la cumbre. Junto a ellos, 1.700 agentes de la Policía Local, que apoyarán el despliegue de una operación que se mantendrá hasta el viernes, aniversario de los atentados del 11 de marzo en los trenes de cercanías de Madrid en los que murieron 192 personas.

La Guardia Civil se encargará de la seguridad en el aeropuerto madrileño y en los traslados de las múltiples personalidades desde Barajas a los hoteles y al recinto ferial que acoge la cumbre. En el aeródromo, la Benemérita tendrá desplegados efectivos de la lucha antiterrorista e integrantes del Grupo de Acción Rápida, de la unidad canina y de los especialistas en desactivación de explosivos.

Mirando al cielo. Las Fuerzas Armadas se encargarán de vigilar el cielo, uno de los puntos clave de la operación. Desde el aire, un avión Awac de reconocimiento de la OTAN controlará el espacio aéreo y lo que sobre Madrid ocurra, además de servir de centro de coordinación de esta parte de la «Operación Venus». Sus características le permiten una capacidad de vigilancia mucho mayor que la de los radares terrestres, por lo que su presencia en estos eventos, como en la Boda Real, se hace cada vez más habitual.

Desde la base aérea de Torrejón de Ardoz, sede del Ala 12, los F-18 del Ejército del Aire estarán preparados para cualquier eventualidad, al igual que desde Colmenar un grupo de helicópteros Cougar del Ejército de Tierra.

Desde el suelo, según informaron a Ep fuentes militares, dos baterías antiaéreas con misiles Mistral se desplegarán en la base aérea de Getafe y en la base de la Brigada Acorazada XII de El Goloso, ambas en las afueras de Madrid. Por último, el Ejército de Tierra aportará tiradores de élite que serán distribuidos en diferentes puntos de la capital.

Este dispositivo sigue un planteamiento similar al puesto en marcha para la Boda Real, aunque en aquella ocasión se desplegaron 23.000 efectivos entre las Fuerzas de Seguridad y las Fuerzas Armadas. De la misma manera, el 22 de mayo de 2004 dos aviones Awac de la OTAN sobrevolaron el cielo madrileño, junto a F-18 que constantemente hacían patrullas sobre la capital. En aquella ocasión también se desplegaron baterías antiaéreas, aunque se había cerrado el espacio aéreo durante el día de celebración del evento.