Las causas de este descenso son variadas: desde un cambio en la situación de los países de origen que permite a los asilados retornar y hace decrecer el número de demandas de asilo hasta, y esto es lo más frecuente, la tendencia por parte de los países desarrollados a restringir el número de asilados que cruzan anualmente sus fronteras.

"Verdaderamente, esto debería reducir la presión que están poniendo los políticos, los medios de comunicación y la sociedad para que los sistemas de asilo sean cada vez más restrictivos, hasta el punto de que muchos auténticos refugiados encuentran enormes dificultades para poder acceder a Europa, o para ser reconocidos como tales cuando ya han llegado", afirman fuentes de ACNUR. "En la mayoría de los países industrializados no se podrá alegar más que una enorme crisis de asilo".

Sin embargo, esta supuesta crisis consiste en un flujo de refugiados cada vez mayor, suficiente para que el sistema de asilo del país receptor se colapse. Ahora, las estadísticas publicadas por ACNUR han demostrado que no existe tal crisis y que el número de solicitantes de asilo se ha reducido de forma considerable, así que la organización exige a los gobiernos que aparten las excusas y mejoren sus sistemas de asilo para ser capaces de prestar ayuda a los refugiados. En caso de no hacerlo muchas personas podrían ser devueltas a sus países y allí sufrir persecuciones, torturas e incluso la muerte.

El informe aporta un dato que dibuja un panorama diferente al comparar el tan pronunciado descenso de las estadísticas en el mundo industrializado con el sorprendente aumento en los 10 nuevos países miembros de la Unión Europea.  Podría pensarse que estos estados se utilizan como puentes para el resto de países de la Unión Europea; sin embargo, es significativo que estos países son en su mayoría fronterizos, y teniendo en cuenta la ley que obliga al solicitante a hacer su petición de asilo en el primer país europeo al que llega, se entiende esta tendencia.

El principal motivo del drástico descenso del número de solicitantes de asilo es, según afirma la portavoz de ACNUR España Karin de Gruijl, que hace tiempo que no se dan grandes crisis políticas como las de Kosovo, Afganistán e Iraq. Tras estos éxodos, las situaciones se han normalizado y millones de asilados han regresado a sus países. Pero esto no significa que no haya refugiados. Sigue habiendo millones, pero se mueven sobre todo a nivel regional.

Dado este descenso de las estadísticas, ACNUR confía en que " la mayoría de los países puedan ahora dedicar más atención a mejorar sus sistemas de asilo desde el punto de vista de la atención a los refugiados y menos desde la reducción de las cifras, de manera que la próxima vez que se produzca una crisis estén en mejor posición para ayudar a los que se vean más afectados".

El grupo más numeroso de solicitantes de asilo en 2004 fue el originario de la Federación Rusa (30.100), en su mayoría chechenos; seguidos de los procedentes de Serbia y Montenegro (22.300), muchos de los cuales eran de Kosovo; y después China, Turquía e India. Quizá lo más llamativo sea que el número de afganos se ha reducido en un 83%, y el de iraquíes en un 80%.

Entrevistada *Karin de Gruijl, portavoz de ACNUR España.