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12/03/2005 | Los países que permiten la esclavitud pueden perder ayuda : EE.UU.

USinfo Staff

El comercio de esclavos del siglo XXI, conocido por el eufemismo de trata de personas, es responsable cada año del transporte, la venta y la explotación de unos 800.000 hombres, mujeres y niños, dice el funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos cuya oficina está a cargo de la vigilancia de las tendencias de la trata de seres humanos en todo el mundo.

 

El embajador John R. Miller, director de la Oficina para Vigilar y Combatir la Trata de Personas, declaró el 8 de marzo ante la Subcomisión sobre África, Derechos Humanos Mundiales y Operaciones Internacionales, dependiente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes.

"Gracias a los esfuerzos del Congreso, los países que no hacen esfuerzos significativos para enfrentar la esclavitud encaran la amenaza de perder la ayuda estadounidense que no tenga relación con el comercio o no sea de naturaleza humanitaria", les dijo a los legisladores.

Aunque el número de gente víctima de la trata en el orden internacional es exorbitante, dijo Miller que la cantidad que se informa sobre estos esclavos modernos aumenta substancialmente cuando se incluye en la cuenta a los que son objeto de la trata dentro de sus propios países.

Miller fue convocado al Congreso para discutir lo que hace Estados Unidos para atender los diversos aspectos de este problema mundial: cómo proteger mejor a los niños en los programas de alivio del gobierno estadounidense que siguen a conflictos o desastres naturales; cómo impedir la explotación sexual por parte de militares y personal de mantenimiento de la paz; cómo reducir la demanda del comercio y el turismo sexuales; y cómo aumentar los servicios de apoyo a las víctimas de la trata.

Señaló que luego del desastre causado por el tsunami de diciembre de 2004 en el Océano Indico, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) financió programas específicos para impedir la trata y proteger a los niños de las regiones afectadas, y que la ayuda estadounidense se dedica también a operaciones diarias para ocuparse del problema.

"Con el financiamiento del año fiscal 2004, los contribuyentes estadounidenses aportaron más de 144 millones de dólares, incluso la iniciativa de 50 millones del presidente anunciada ante las Naciones Unidas en septiembre del 2003, a los esfuerzos contra la trata de personas, lo que elevó nuestra programación a casi 300 millones en tres años", afirmó.

Miller destacó también una forma particularmente perniciosa de la trata de personas, llamada turismo sexual con niños, en la cual la gente viaja a otro país para explotar sexualmente a niños. Ha habido varias acusaciones y declaraciones de culpabilidad contra turistas de sexo con niños, desde que Estados Unidos aprobó en 2003 una ley de protección a los niños, dijo, y Estados Unidos financia actualmente una importante campaña de concientización pública contra el turismo sexual con niños en el extranjero.

La oficina de Miller publicará en junio el quinto Informe anual sobre la Trata de Personas "para estimular la acción incrementada de gobiernos extranjeros y la coordinación regional".

Además, la oficina coordina la ayuda financiera estadounidense en apoyo de los programas contra la trata en todo el mundo, y trabaja para aumentar la labor de extensión pública.

USinfo (Estados Unidos)

 



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