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14/03/2005 | Personas que hablen farsi, rubios de ojos claros, con buenas referencias, se buscan.

Rubén Hernán Weinsteiner

Factores importantes de la comunidad de inteligencia de los EEUU, señalaron la semana pasada, que le resulta muy difícil a las diferentes agencias, obtener data, infiltrar agentes e incluso producir inteligencia, sobre Irán.

Desde la comisión de inteligencia del congreso aparecieron dudas sobre las hipótesis creadas acerca del escenario iraní, específicamente en lo que hace al tema nuclear.

 

Candidatos hay pero.

Es que ningún escenario se le esta cerrando tanto a la inteligencia de los EEUU, como el de Teherán. No faltan personas en los EEUU, que sepan farsi, incluso en muchos casos lo hablan y escriben con fluidez, tampoco desconocen estos individuos las costumbres giros, y lo que hace a la composición de "el personaje" para poder mezclarse dentro de los diferentes sistemas, pero existen otras limitaciones que complican el reclutamiento.

Las solicitudes de empleo para convertirse en agente, llegan a las oficinas de las agencias en cantidades sin precedentes, pero no sucede lo mismo con las de personas con conocimientos en idioma Farsi y cultura Iraní. Por lo tanto, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Buró Federal de Investigaciones (FBI), el Departamento de Estado y el de Seguridad Interna se ven en grandes dificultades para reclutar agentes para los "desks" iraníes.

Desconfianza reciproca

Esta dificultad tiene dos vías, por un lado existe un marcado encono de los residentes iraníes en EEUU, hacia los organismos de inteligencia, y por el otro una creciente desconfianza de las agencias y de los departamentos de contrainteligencia ante un temor de infiltración por parte de iraníes en EEUU.

La comisión que investigó el ataque que el 11 de septiembre de 2001 dejó 3.000 muertos en Nueva York y en Washington criticó a las agencias de inteligencia de Estados Unidos por no contar con lingüistas que manejaran el árabe, el farsi, el Pushtun entre otros idiomas,  con fluidez y por su incapacidad para infiltrar agentes en Al Qaeda.

Fuentes confiables hablan de que por lo menos doce candidatos, que demostraron poseer un excelente dominio del farsi, y demás condiciones para operar aceptablemente en Irán, fueron rechazados, por sospechar que trabajaban para el Vevak iraní.

"Creemos que tanto las redes terroristas, como Teherán, intentaron infiltrarnos", dijo Barry Royden, instructor de contrainteligencia que trabaja en la CIA desde hace 39 años, en una conferencia sobre su especialidad dictada en la Universidad A&M, del meridional estado de Texas.

Después del 11-S, las relaciones se volvieron difíciles

Si uno habla con los iraníes en EEUU, ellos señalan como el principal obstáculo para trabajar para la inteligencia de los EEUU, el pésimo trato recibido por los integrantes de este grupo tras los atentados del 11-S. Donde muchos fueron detenidos sin ninguna garantía, sin derecho un abogado, o a la visita de familiares, tratados como los peores criminales, algunos hablan de abusos psicológicos, que dejaron huellas difíciles de cerrar.

La mayoría fueron, finalmente, liberados sin acusación. Otros terminaron deportados, con frecuencia a sus países de origen, donde corren riesgo de persecución política.

Por eso el planteo de muchos iraníes en EEUU, es: el gobierno quiere que pidamos trabajo en inteligencia, pero a la vez nos controlan como si fuéramos leprosos. Resulta difícil reclutar personas para que se unan a organizaciones por las que se sienten asediados.
Con todo, las agencias consiguen reclutar agentes en un veinte por ciento de lo que necesitarían.

Déficit de procesamiento

El FBI, se encuentra con un grave déficit, para procesar y producir inteligencia, ya que grabaciones, escuchas e informes fluyen a raudales y se acumulan debido a la escasez de agentes que puedan traducir, interpreta y elaborar la data.

El plan estratégico propuesto al presidente Bush por el actual director de la CIA, Porter J. Goss, implica elevar en un cincuenta por ciento la cifra de agentes encubiertos y analistas.

El camino no está exento de obstáculos. En primer lugar, la competencia entre las propias agencias y entre éstas y el sector privado por el reclutamiento de nuevos talentos.
Esa puja se exacerbó con el anuncio del Departamento de Defensa sobre el inicio de operaciones clandestinas, otrora patrimonio exclusivo de la CIA.


Por otra parte, hasta hace muy poco tiempo, el contraterrorismo no era una función prioritaria para agencias de inteligencia dedicadas principalmente al trabajo dentro de Estados Unidos, como el FBI.

Todo pesa a la hora del reclutamiento

Cada solicitante de empleo debe, por ejemplo, someterse a una investigación que demuestre que no constituye una amenaza para la seguridad nacional, una pesquisa que insume mucho tiempo --hasta un año-- y que representa el principal cuello de botella para el reclutamiento.  El tener familia en el medio oriente lo excluye así como el haber tenido una pareja de algún país de esa región, o el haber pasado un tiempo considerable en algún país islámico.
El haber pasado mucho tiempo en Egipto, por ejemplo estudiando resulta un obstáculo insalvable hoy por hoy.

Cuenta un ex agente del desk Iraní, que lo que mas le sorprendió cuando ingreso a esa dependencia, fue la gran cantidad de rubios y pelirrojos  de ojos claros que encontró entre sus compañeros.

El Departamento de Estado cuenta con una pequeña unidad antiterrorista. También recibe más solicitudes de empleo de las que puede manejar. Pero de 32.239 personas que aspiraron a ingresar el año pasado, sólo lo lograron 470.

En cuanto a los traductores, es difícil encontrar americanos que hablen bien el farsi, ya que no resulta un idioma de interés en las diferentes universidades, es por eso que las agencias contratan gente nacida en el medio oriente que debe ser sometida a exhaustivos controles de seguridad.

La Nueva alianza

Muchos hablan de la nueva alianza, neoconservadora con  Israel, es sabido que las anteriores administraciones republicanas no eran las favoritas del electorado judío, quienes alianzaban históricamente con los demócratas, también es cierto que Reagan y Ford resultaron muy pro israelíes, no así Bush Padre con Baker  y el lobby petrolero en ese momento apoyando a los países árabes. Pero Israel, prefirió a Kennedy, a Johnson, a Clinton y a Dukakis, también prefería a Al Gore, sin embargo debido a la sorpresa que les dio Bush lo prefirieron por sobre Kerry. La relación personal Bush -Sharon también influyó, pero muchos señalan que esta alianza poco tiene que ver con que Perle o Kristol sean judíos, sino con que EEUU se dio cuenta , que nadie como Israel tiene un know how tan vasto sobre temas islámicos para operar en Irak. Cuando necesitaron interrogadores, en Israel aporto gente con veinte años de experiencia, lo mismo en cuanto al tema iraní. EEUU revalorizó el rol de aliado preferencia de Israel en la región. Operadores del Shabak fluyeron por centenas a Irak para explicarles como manejarse con población civil árabe. Agentes del Mossad operan con la CIA en el norte de Irak, en territorio Kurdo infiltrándose en Irán.

Aun así, los EEUU, no consiguen no producir inteligencia, de acuerdo a los parámetros establecidos, como para construir una hipótesis de escenario real, como así también para operar sobre ese escenario tanto en lo político, diplomático, como en lo militar.

Offnews.info (Argentina)

 



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