Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
En Parrilla  
 
10/04/2007 | La OPEP del gas: cártel sin mercado

Javier Blas

Cuando en septiembre de 1960 los representantes de Venezuela, Arabia Saudí, Kuwait, Irak e Irán firmaron en Bagdad la resolución número uno que creó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), pocos en Europa o EEUU prestaron atención.

 

Hoy, sin embargo, las miradas de los diplomáticos occidentales y los ejecutivos de las grandes empresas energéticas se centrarán sobre el hotel Ritz Carlton de Doha (Qatar), donde los ministros de Irán, Argelia, Rusia, Venezuela y Qatar, entre otros países, se reúnen para discutir si crean una OPEP del gas natural.

La expectación se explica, en parte, por la hipersensibilidad europea a la seguridad de abastecimiento de gas, después de las interrupciones del suministro ruso los dos pasados inviernos. “Estoy preocupado de que [la OPEP del gas] llegue a buen puerto”, ha dicho el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs.

Nerviosismo pese a que Rusia y Argelia han negado que su intención sea crear un cártel. En el foro, no obstante, se habla de “aumentar el nivel de cooperación entre los países miembros”, eufemismo al que la OPEP original también ha recurrido para explicar sus fines. “Creo que si se produce un acuerdo que limite la producción o [afecte] al precio, eso tendrá inevitablemente un impacto en los consumidores”, dice Piebalgs.

Sin embargo, ni los analistas ni la industria comparten esos temores, ya que ven inviable un cártel a imagen y semejanza de la OPEP. A diferencia del petróleo, el mercado de gas no es líquido, dado que la producción, en su mayor parte, está sujeta a contratos a largo plazo, de hasta 30 años, lo que impide regular fácilmente la oferta.

“Los cárteles funcionan restringiendo la liquidez en un mercado líquido”, dice Jonathan Stern, del Instituto para el Estudio de la Energía de Oxford.  “Así que hasta que el mercado de gas sea genuinamente líquido, la OPEP del gas no funcionará”.

La parte más líquida del mercado —el suministro en barcos metaneros de gas licuado— representa hoy sólo el 8% del consumo mundial, aunque se prevé un fuerte aumento hasta 2020. El ministro argelino de Energía, Chakib Khelill, ha admitido el problema: “El único momento en el que podríamos tener algo parecido a una OPEP del gas es cuando se logre un mercado con liquidez. Para eso es necesario un gran comercio de gas licuado”.

Además, el poder del quinteto que podría formar la OPEP del gas, más allá del mercado europeo, que depende en un 44% de Rusia y Argelia, es menor. “Las exportaciones de gas de los socios del foro representan el 14% del consumo mundial de gas, mientras que las de petróleo de los miembros de la OPEP representan más del 30% del consumo mundial”, dice Thierry Bros, analista del Instituto Francés del Petróleo, en París.

Es más, ni Venezuela ni Irán, dos de los impulsores de la OPEP del gas son exportadores netos de gas natural. De entre los 13 miembros del foro —Indonesia, Brunei, Libia, Omán, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Malasia, Trinidad y Tobago, Rusia, Irán, Venezuela, Qatar y Argelia— sólo los cinco últimos parecen empujar para crear la OPEP del gas.

Una OPEP del gas, en cualquier caso, apenas afectaría a corto plazo a Estados Unidos, dado que el 85% del gas natural que consume es producido domésticamente. De sus importaciones, el 80% procede de Canadá, por lo que su exposición a una OPEP del gas, a diferencia de a la OPEP del petróleo, sería mínima.

El mayor peligro, según los expertos, es que los países pacten sus inversiones entre sí, de tal forma que nunca se genere una capacidad de producción excedentaria y las compañías internacionales queden al margen del negocio. Los recientes acuerdos entre Gazprom, la empresa estatal rusa, y Sonatrach, su homóloga argelina, apuntan a que la OPEP del gas podría seguir esa ruta.

“Tenemos una cierta preocupación de que Gazprom no está invirtiendo lo suficiente en exploración y producción”, dijo la semana pasada el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, Claude Mandil. “Eso significa que quizá no tenga gas natural suficiente en los próximos años para exportar”, añadió Mandil.

En otros países, como Argelia o Qatar, son los elevados costes de los materiales, como el acero, y la falta de mano de obra especializada, los que están retrasando los proyectos. “Con o sin OPEP del gas, la mayoría de proyectos van a sufrir retrasos”, admite un ejecutivo de una empresa europea.

Desde el punto de vista político, los analistas creen que una OPEP del gas sería un instrumento útil para que tanto Rusia como Irán proyecten su poder. “El foro es una oportunidad para Irán para tomar un papel de liderazgo en un grupo exportador de energía” fuera del monopolio que Arabia Saudí ejerce en la OPEP del petróleo, dice Hadi Hallouche en su estudio El Foro de Países Exportadores de Gas: ¿Realmente se está formando una OPEP del gas?

Para Qatar y Argelia, cuya influencia en la OPEP del petróleo es mínima, una organización del gas también es una oportunidad única para resaltar su importancia.

Hasta ahora, las reuniones del foro ha tenido mucha pompa y poco contenido. Quizá el único logro del grupo en esta ocasión sea crear un modelo econométrico para predecir la oferta y la demanda de gas natural, y dar mayor estabilidad al propio foro, que desde que se lanzó en 2001 ha visto cómo sus socios iban y venían. Unos estatutos y la elección de una sede podrían ser el resultado del encuentro. Si es así, los diplomáticos y ejecutivos occidentales podrán relajarse y disfrutar de la piscina del Ritz Carlton.

La inversión a largo plazo es clave
La inversión en exploración y producción es la clave para asegurar el abastecimiento a largo plazo de gas natural, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). El organismo, que defiende los intereses de los países industrializados, calcula que será necesario invertir hasta 2030 alrededor de 3.900 miles de millones de dólares en exploración, producción, gasoductos y plantas de licuefacción.

El 56% de esa inversión se concentrará en encontrar nuevos yacimientos y ponerlos en producción; otro 7% se dedicará a plantas de licuefacción y buques metaneros, y el 37% restante a redes de transmisión –grandes gasoductos internacionales– y distribución –gasoductos nacionales y regionales–. La inversión prevista en gas natural es equivalente al 19% de la inversión total que la agencia considera necesaria en las próximas dos décadas para satisfacer la demanda de energía de planeta, según los cálculos de su último informe Perspectivas Energéticas Mundiales, publicado en 2006.

Diario Expansión (España)

 



Otras Notas del Autor
fecha
Título
20/06/2018|
01/12/2017|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House