Al concluir el debate del pasado martes, en el que expuso fotografías de un hermano de Uribe (Santiago Uribe Vélez) departiendo con reconocidos narcotraficantes, Petro presentó una propuesta de cinco puntos para que se sepa toda la verdad sobre las atrocidades que han cometido los paramilitares durante dos décadas en Colombia y se pueda así alcanzar la paz y la reconciliación nacional.

Entre otros, el comunicado está firmado por Salvatore Mancuso, Rodrigo Tovar Pupo, Freddy Rendón, Carlos Mario Jiménez, Rodrigo y Guillermo Pérez Alzate, Francisco Javier Zuluaga, Juan Carlos Sierra, Diego Ruíz Arroyave y Ramiro Vanoy.

''Nos sumamos a la propuesta que usted hace ... y lo acompañamos'', sostienen en un comunicado los jefes paramilitares, muchos de los cuales son solicitados en extradición por Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico y terrorismo. ``Hay que propiciar el ejercicio de la verdad, que desentrañe el círculo vicioso de la violencia y deje atrás el conflicto armado''.

Los paramilitares, responsables de millares de masacres y del exterminio de pueblos indígenas y de un partido político completo (Unión Patriótica) sostienen que fracasó su proyecto político de sustituir la democracias por la fuerza de las armas, y argumentan que el sistema colombiano de lealtades a través del clientelismo es ''voraz, excluyente y corruptor'' por lo cual le ha ocasionado ``enorme perjuicio a la democracia''.

''Los cinco puntos con los que terminó su intervención el senador Petro a nombre del PDA [Polo Democrático Alternativo] y el marco de acuerdo nacional de reconciliación con que los acompañó nos permiten vislumbrar que algo convocante, que juzgamos muy positivo, está cogiendo decisivo impulso'', sostienen.

``No se trata ahora de confrontar proyectos armados e ilegales, sino de construir comunes denominadores donde el primer acuerdo sea sobre el respeto de la vida y el segundo sobre el mayor bienestar y progreso de todos los colombianos''.

''Estamos seguros de no equivocarnos cuando afirmamos que, en el seno de las autodefensas desmovilizadas [paramilitares], existe la mejor disposición para encontrar consensos y, no puede ser de otra manera'', agregan los jefes paramilitares recluidos en una cárcel delta de Medellín.

La propuesta de Petro sobre el acuerdo por la verdad ha sido saludada por congresistas del opositor Partido Liberal, que lidera el ex presidente César Gaviria, y por algunos del Partido Conservador, proclive al gobierno.

En el debate, Petro presentó documentos que, dijo, prueban que Uribe, siendo gobernador del departamento de Antioquia, entre 1995 y 1997, les concedió licencias para funcionar como cooperativas de seguridad privada a reconocidos narcotraficantes y paramilitares. Les pidió a los ministros de Uribe presentes que lo desmintieran pero no lo hicieron.

Carlos Holguín, ministro del Interior y Justcia, sostuvo que las denuncias del senador opositor ``son un novelón''.
Buena parte de las denuncias de Petro hechas el martes pasado se basaron en el contenido de ''La computadora de Jacinto'', una memoria electrónica de la mafia cuyo contenido ha sido un segundo sacudón político para el presidente Alvaro Uribe, después de haber sufrido hace pocas semanas, entre otros, el encarcelamiento de 10 de sus congresistas más fieles y la caída de su ministra estrella, de Relaciones Exteriores, por vínculos con narcotraficantes y paramilitares.

''La computadora de Jacinto'' contiene nombres y especificaciones de frentes de guerra del narcotráfico identificados en algunos casos con nombres de haciendas de Antioquia (dos de ellas del Presidente Uribe y su familia) y mensajes para cerca de 2,000 ''buscapersonas'' ligadas al paramilitarismo.

También guarda al menos 2,000 operaciones financieras con igual número de nombres ligados al narcotráfico y al paramilitarismo en el departamento de Antioquia durante los años 1995,1996 y 1997, lapso en el que Uribe fue gobernador.

La computadora fue incautada por las autoridades en 1998, dentro de un estacionamiento de carros conocido como ''Parqueadero de Padilla'' y la información que poseía no fue utilizada apropiadamente por la justicia. Alias ''Jacinto'', el dueño del cerebro electrónico, fue llevado preso a una cárcel de Medellín, de la que las autoridades propiciaron su fuga y solamente volvió a aparecer en una entrega de armas de un bloque paramilitar, de manera que fue indultado y desapareció.

En ''La computadora de Jacinto'' Petro, además, afirmó haber hallado información sobre masacres de campesinos, incluidos niños, mujeres embarazadas y ancianos, cometidas en Antioquia por las fortalecidas AUC durante la gobernación de Uribe.

En lo que Petro llama la ''arquitectura de la impunidad'', en la administración de Uribe Vélez como gobernador de Antioquia, los homicidios cometidos por paramilitares y narcotraficantes ''crecieron 640 por ciento'', según alegó con cuadros estadísticos que presentó en sesión plenaria del Senado.

Petro tuvo un debate en el que denunció los vínculos de congresistas, políticos y militares en la costa Norte de Colombia