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15/07/2007 | India - Bombay: ricos, famosos y pobres

Andy Mukherjee

Se estima que la ciudad genera un flujo financiero diario de 27.000 millones de euros

 

Recientemente, un joven de Bombay perdió sus únicas pertenencias productivas -unos vasos y algunos limones colocados en una bandeja-en una redada de las autoridades municipales. El vendedor ilícito de limonada fue castigado, le confiscaron sus pertenencias, en los pocos segundos que a mi automóvil le tomó pasar por el lugar.

Una noticia de portada en los diarios indios ese mismo día hacia fines del mes pasado refería que la ciudad había obtenido una calificación excelente de parte de MasterCard Inc. El primer sondeo de la compañía de tarjetas de crédito sobre los grandes centros mundiales de comercio situó a Bombay -la única ciudad india entre las primeras 50-en una humilde posición cuadragésima cuarta.

Sin embargo, una de las seis subcategorías del sondeo es flujo financiero. En esa medida, Bombay estaba en décimo lugar, delante de Shanghai, Hong Kong, Sidney, Singapur y Zurich.

El sondeo comprueba algo que millones de personas que han emigrado a Bombay, provenientes del corazón de la India, de Afganistán y de Irán, han sabido por siglos: aquí se puede ganar dinero.

Y aun así, la mayoría de la gente en esta ciudad de ricos empresarios, famosos astros cinematográficos y oscuros sicarios, es como el joven vendedor ambulante de limonada. Pueden ver el dinero, pero nunca ganarlo.

¿Cómo lograr que las bondades de los flujos financieros lleguen a las personas carentes de formación académica? ¿Cómo lograrlo cuando el Estado indio es fiscal y administrativamente muy débil para transferir ingresos a los pobres, o crear oportunidades para ellos?

He aquí un plan alocado: conviértase a Bombay en una región administrativa especial como Hong Kong.

Ciudad de mercaderes

Si la economía de Mumbai pudiera relacionarse con el resto de la India mediante un mecanismo de un país, dos sistemas,semejante al arreglo que Hong Kong tiene con China, se desharía del lastre que suponen para ella las directrices y la política nacionales.

Bombay, como la mayoría de los puertos, es una ciudad oportunista. En la sexta década del siglo XIX, los mercaderes de de la ciudad ganaron millones de dólares comerciando con los distintos bandos de la guerra civil de Estados Unidos.

El espíritu animal, aplastado por cuarenta años de improductivo socialismo a lo soviético, está resurgiendo. Ahora la ciudad está explotando el crecimiento económico a su alrededor.

El segmento al contado del mercado indio de renta mobiliaria ha negociado acciones por un valor de 2.000 millones de euros diarios durante el pasado año, en tanto los futuros y las opciones dieron un promedio de 6.220 millones de euros al día en mayo.

Los derivados de materias primas generaron una contratación valorada en 4.440 millones de euros al día en mayo, y los bonos aportaron otros 2.220 millones. Los mercados de divisas están tramitando operaciones por cerca de 11.850 millones de euros a diario, según las últimas estadísticas. Esto es seis veces más que cinco años atrás.

Añádase el mercado de dinero, y estamos hablando de un flujo financiero diario de 27.000 millones de euros.

MasterCard ha usado una metodología algo distinta. Ha examinado el número de operaciones, en vez de su valor. De un modo u otro, si se hiciera legalmente imposible que las autoridades estatales o federales secuestraran mediante impuestos el valor agregado de la contratación financiera en Bombay, eso podría obrar maravillas.

Si los habitantes y el ayuntamiento de Bombay lograran conservar apenas 0,1 por ciento del flujo como ingresos propios, tendrían mucho más de 7.400 millones de euros al año.

Esa cantidad se duplicaría fácilmente con el ingreso derivado de los servicios bancarios, los seguros, la gestión de fondos y de capitales y el mercado inmobiliario.

Después están las actividades portuarias, el mayoreo, el menudeo, la construcción, los hoteles, el turismo, la enseñanza, los servicios médicos, los espectáculos, la generación eléctrica y el transporte. Todo eso junto crearía, si tomamos por ejemplo lo sucedido en Hong Kong, cinco veces el valor agregado en los servicios financieros, los seguros, el mercado inmobiliario y las empresas. Bombay tendría una economía de 75.000 millones de euros.

Los 19 millones de personas que viven en la ciudad y sus suburbios tendrían un ingreso per cápita de 5.000 dólares anuales, (unos 3.700 euros) u ocho veces el promedio de la India. El Ayuntamiento recibiría suficiente renta fiscal para lidiar con la abrumadora desigualdad del ingreso personal de los residentes, ante lo cual se halla impotente con sus escasos recursos fiscales.

Dos monedas

¿Cómo le iría al resto de la India sin cobrarle impuestos a Bombay? La respuesta puede hallarse nuevamente en las relaciones entre Hong Kong y China: un país, dos monedas.

Que haya un dólar de Bombay, con un tipo de cambio mucho más alto que el de la rupia de 40,7 por dólar estadounidense. Flotaría libremente y sería plenamente convertible, lo que eliminaría uno de los grandes obstáculos para hacer de la ciudad un centro financiero internacional.

El resto de la India seguiría con la rupia, intensamente gestionada, la cual, sospecho, se depreciaría. Eso sería estupendo para los exportadores, que están descontentos con el gran ascenso que la moneda nacional ha tenido este año. Una rupia débil atraería inversiones extranjeras a las empresas de mucha mano de obra y orientadas al mercado exterior.

Al crear empleos para sus crecientes filas de jóvenes, los estados rezagados del norte de la India reducirían sus considerables riesgos en materia de delincuencia y agitación social.

Esto es puramente una fantasía, y de corte francamente mercantilista. El Fondo Monetario Internacional jamás lo permitiría. Y tampoco la India, que es reacia a tener incluso husos horarios múltiples, para no hablar de monedas. Si usted tiene una sugerencia factible que pudiera ser puesta en práctica por un débil Gobierno de coalición, no dude en escribir al primer ministro Manmohan Singh.

El reto es convencer a los vendedores de limonada de Bombay de que regresen a sus hogares en el interior y busquen trabajo en fábricas modernas, donde tienen acceso a una mayor cantidad de capital que también se encuentra mejor protegido por derechos de titularidad de lo que los puestos de bebidas de los vendedores ambulantes jamás lo estarán.


La industria india crece al 11.1%

El producto industrial de India creció en el mes de mayo a un ritmo del 11,1% frente al mismo período del año anterior. A pesar de lo abultado del crecimiento, el ritmo fue algo menor que en el mes pasado y también algo menor del que habían previsto los analistas El motor de este crecimiento fue la industria manufacturera con el 11,9%, mientras el sector minero se quedó en el 3,7% y la generación de energía eléctrica subía hasta el 9,4%, siempre según los datos de la Organización Estadística Central de India. El Gobierno también revisó los datos de abril -el primer mes del año fiscal indio-colocando la tasa de crecimiento interanual en el 12,4%. En el mes de mayo de 2006, el producto industrial estaba creciendo a un ritmo del 11,7%.

La Vanguardia (EspaƱa)

 



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