La muerte de Mario Orlando Velásquez, el último taxista asesinado en Bogotá, el pasado 28 de julio, no solo causó protestas y un bloqueo de tránsito de la ciudad. También ha dejado sensible un aumento en la comercialización de divisiones de seguridad con las que los conductores esperan escapar del hampa y de la muerte.

"La venta de los aislamientos se duplicó desde ese día", dice Javier Rodríguez, quien fabrica estos separadores y los instala en un taller ubicado en el Siete de Agosto.

Rodríguez recibía cinco pedidos a la semana, pero desde el asesinato de Velásquez debe despachar 11 en este mismo lapso.
"Antes los taxistas decían 'yo sé a quién recojo' -cuenta Rodríguez-. Pero desde que mataron a Velásquez, quien trabajó 20 años en las calles de Bogotá, ninguno volvió a confiar en su 'olfato' a la hora de detectar atracadores. Por eso, ahora todos quieren poner las divisiones para evitarse ataques de los delincuentes".

Orlando Quintero fue uno de los conductores que colocó el aislamiento luego del asesinato de Velásquez. Trabajó durante tres años en el carro de otra persona hasta que por fin pudo ahorrar lo suficiente para comprar su propio taxi y tomar la decisión de lo que podía ir o no ir dentro de su vehículo.

Su antiguo patrón tenía suficiente dinero para comprar el separador, pero no invertía en ello, porque los fines de semana, el taxi era el carro en el que paseaba con su familia.

En realidad, aunque dicho jefe también conducía el taxi no se preocupaba por la seguridad. Se curaba en salud, no manejando de noche, prefería que Orlando arriesgara el pellejo, recogiendo y llevando gente en las noches,mientras que él trabajaba durante el día.

Pero, ahora, Orlando es uno de los 3.600 conductores afiliados a Taxis Libres, que ya tienen una división de seguridad en su carro, según cálculos del gerente de la empresa, Uldarico Peña.

"No sabía si comprar la división -recuerda Orlando-, porque estoy pagando el taxi en cuotas mensuales, pero cuando supe del asesinato de Velásquez, que era uno de los más experimentados del gremio en Bogotá, preferí adquirir el aislamiento".

De todos los precios

Los precios de las divisiones varían según la calidad. Las más baratas son de vidrio, y pueden conseguirse desde 380 mil pesos en un negocio para carros de la Caracas con Sexta, o en el Siete de Agosto. Aunque también las hay con vidrios antibala, y esas son más costosas.

Pero las más caras son las fabricadas en un plástico especial y liviano que puede resistir hasta el impacto de una bala disparada por un revolver calibre 38.

Se ofrecen en el centro comercial Carrera, en la calle 13 con 51, pueden superar el millón de pesos y según cuenta su fabricante, en este momento se está negociado la posibilidad de que todos los afiliados de Taxis Libres (18.000 conductores) las adquieran con facilidades de pago.

Pero estas divisiones que son tan apreciadas por los taxistas, en especial por los que trabajan en el sur de Bogotá, no atraen tanto a los pasajeros, quienes muchas veces detienen los carros y prefieren no subir en ellos cuando se dan cuenta que tienen un aislamiento de este tipo.

Un grupo de conductores de taxis, liderado por Hugo Ospina, quien dirigió la protesta y el bloqueo del pasado 28 de julio en Bogotá, realizó una encuesta con sus pasajeros y pudo determinar que la mayoría le temen a los vehículos que tienen divisiones de seguridad porque tiene la percepción de que eso los hace más vulnerables a delitos como el temido 'paseo millonario'.

"Lo que nos piden los usuarios -explicó Ospina- es que los carros que tengan estos aislamientos de seguridad, no tengan bloqueo central, sino que los propios pasajeros sean los que manipulen los seguros de las puertas traseras desde la parte posterior de los carros".

Por el momento, no existe ninguna reglamentación sobre el uso de estos separadores de seguridad. Pero el coronel Rodolfo Palomino, comandante de la Policía de Bogotá, recordó que en algunos países son obligatorios.

20% la proporción de vehículos de la empresa Taxis Libres, la mayor de la ciudad, que ya cuentan con estos aislamientos.

11 las divisiones que vende cada semana un negocio dedicado a la fabricación de este producto en Bogotá.

"La venta de los separadores de seguridad se duplicó desde el asesinato de un taxista, que causó un bloqueo de tránsito en Bogotá".
Javier Rodríguez, fabricante del producto.