La semana pasada, uno de los aspirantes presidenciales de Estados Unidos, Mitt Romney, quien profesa la fe mormona, les dijo a los estadounidenses que aprecia las “profundas implicaciones” de sus tradiciones religiosas. Por contraste, señaló a Europa y sus grandes catedrales ... tan inspiradas y sin embargo, tan vacías.

Desde hace largo tiempo ya, Europa occidental ha sido vista como un área más seglar e indiferente a la fe cristiana que Estados Unidos, donde la política y el debate social a menudo están saturados de voces religiosas. Menos de 20% de la población en Europa occidental dice que va a la iglesia dos o más veces al mes. En Estados Unidos, un sondeo de 2006 mostró que 43% de la gente dijo que acudía a la iglesia con bastante regularidad.

En tanto, la población musulmana de Europa se ha disparado, conforme la inmigración ha ido aumentando. Si bien los musulmanes comprenden aproximadamente 5% de la población de Europa, de 425 millones, el islamismo es la religión de crecimiento más acelerado.

George Carey, líder, retirado ya, de la Iglesia de Inglaterra, la mayor denominación del país, ha equiparado a su Iglesia con una titubeante viejecita que “murmura todo el tiempo para sí en un rincón, sin que nadie le preste atención la mayor parte del tiempo”.

Una reciente encuesta encontró que los británicos desconocen la historia de la Navidad, con 27% de los adultos incapaces de nombrar Belén como la cuna de Jesús.

Bancos de iglesias vacíos en Europa han llevado la conversación de muchas iglesias al interior de unidades residenciales u oficinas empresariales: “La cambiante demografía en áreas particulares de Escocia, principalmente en zonas rurales, ha dado como resultado diversas uniones de congregaciones y, en consecuencia, la venta de edificios eclesiásticos en décadas recientes”, dice Grant McLennan, uno de los portavoces de la Iglesia de Escocia.

Sin embargo, para los cristianos hay algunas señales esperanzadoras: en lugares como la Irlanda profusamente católica, más de 60% de la gente dice que asiste de manera regular a los servicios.

En algunas partes de Europa occidental, la asistencia a la iglesia ha subido, en parte, gracias a un flujo de inmigrantes devotos que viene de Europa oriental.

Al mismo tiempo, minorías étnicas y cristianos negros pentecostales en particular están contribuyendo a incrementar menguantes congregaciones en muchas ciudades. La población negra actualmente representa 10% de todas las personas que van a la iglesia en Inglaterra, por encima del 7% en 1998: “La concurrencia de fieles a la iglesia en el Reino Unido actualmente va en aumento en algunas áreas, en buena medida debido a la inmigración de polacos y otros trabajadores al Reino Unido", comentó Douglas Murray, el director del Centro de Cohesión Social, centro de análisis estratégico con sede en Londres. “Y si bien la concurrencia a la iglesia nativa pudiera haber descendido, pienso que -en términos históricos- la asistencia a la iglesia no se está desplomando de la forma en que algunas personas la presentan”, destacó.

Se considera que el Reino Unido, quizá, es el país más secular en Europa. Tan sólo 6,3% de la población asiste a la iglesia dos o más veces al mes, con base en datos de Christian Research, grupo editorial de Londres. Además, se anticipa que ese porcentaje descienda a 2% para 2040.

Por contraste, los musulmanes representan tan sólo 3% de la población británica, pero actualmente hay más personas asistiendo con regularidad a la mezquita que yendo a la iglesia, con base en datos de un informe por parte del Foro Pew sobre Religión y Vida Pública. Un sondeo de 2005 encontró que aproximadamente 80% de los musulmanes en Londres dice que asiste a la mezquita con regularidad.

El crecimiento musulmán a lo largo de Europa ha impulsado a muchos europeos a reconsiderar si el cristianismo pudiera o no servir como un útil cimiento social: “Pienso que ha hecho recordar sus raíces a más gente, de las cuales son, no en menor medida, las únicas tradiciones derivadas del judeocristianismo de pluralismo, tolerancia, derechos y el estado de derecho”, sostiene Murray.

Muchas iglesias europeas se están esforzando en verdad por conservar a integrantes más jóvenes y para atraer a nuevos conversos, en un esfuerzo por revertir la marea: “Una de las principales tendencias que estamos viendo ... las congregaciones con mayores probabilidades de sobrevivir son aquéllas que tienen las dimensiones suficientes para ofrecer una amplia diversidad de planes y equipamiento para diferentes grupos sociales y de edades”, dice Gordon Lynch, catedrático de sociología en religión por la Universidad de Birkbeck, en Londres.

“Las pequeñas congregaciones tienen mayores probabilidades de enfrentar dificultades para sobrevivir y algunos de sus integrantes probablemente se reubiquen en grandes congregaciones, las cuales puedan ofrecerles aspectos tales como ministerios juveniles”, destacó Lynch.

Con la llegada de la Navidad próxima, es probable que todas las iglesias registren un aumento en el flujo de parroquianos. Cada año, los bancos en su interior se han llenado más y más durante la temporada de fiestas.

En el Reino Unido, por ejemplo, el número de personas que asistió a servicios el año pasado en la Nochebuena o el Día de Navidad aumentó 7% respecto del año anterior.

Mark McVay, uno de los portavoces de la Catedral de San Pablo en Londres, dijo que la iglesia había tenido que agregar un servicio de villancicos la pasada Navidad para darle cabida a todo aquel que deseara oírlos.

Este año, un servicio de villancicos ya fue agregado para el 23 de diciembre.

"El año pasado tuvimos la catedral llena en ambos servicios", dijo. “Esperemos que en este año también nos vaya igual”.

Por Shelley Emling