Wikileaks se ha convertido en foco de atención al divulgar información clasificada del gobierno de Estados Unidos. Julian Assagne se ha convertido en enemigo de varios países a tal grado que fue arrestado por el gobierno Inglés. Pero Assagne y su sitio no solo han creado un escándalo público, sino que han desencadenado una guerra virtual entre defensores y opositores del sitio, guerra que puede llevar al terrorismo.
Más allá del escándalo político internacional y la cobertura mediática, Wikileaks ha detonado una ola de ataques de los denominados “de negación de servicio distribuidos”, o DDOS, que tienen como característica el inundar con trafico un sitio web hasta agotar sus recursos para atender peticiones de usuarios, cayendo en la negación del servicio para sus visitantes. Estos ataques, al provenir de diversas fuentes (distribuidos), son difíciles de contener y pueden causar la caída del servicio por tiempos prolongados.
Primero atacaron los opositores, dejando a Wikileaks varios días fuera de servicio. Opositores entre los que figura el gobierno de los Estados Unidos, aunque hasta ahora rechaza haber intervenido. El DDOS lanzado en contra del sitio logró mantenerlo abajo hasta que aparecieron voluntarios dispuestos a hospedarlo, y que hoy lo mantienen en más de 350 sitios secundarios, minimizando así el efecto del ataque.
También, a los DDOS en contra de Wikileaks se ha sumado acciones de compañías estadounidenses como Amazon que canceló el servicio de nube a Wikileaks, o PayPal que cerró las cuentas de Assagne para recibir pagos bajo el argumento de que el dinero se utiliza para actividades ilegales. Y claro, instituciones financieras que clausuran cuentas o la justicia de varios países que ahora tiene a Julian Assagne preso bajo cargos de todo tipo.
En respuesta se creó un grupo que se hace llamar “Anonymous”, al que se han afiliado múltiples defensores de Wikileaks, y que se ha adjudicado recientes ataques de DDOS en contra de aquellas organizaciones que se han mostrado hostiles contra este sitio. Como el reciente ataque al sitio de PostFinance, institución financiera que congeló la cuenta de Julian Assange, fundador de Wikileaks, que estuvo abajo por varias horas el pasado lunes. O Paypal, al ser atacado su sitio de blogs que también estuvo fuera de línea por varias horas. Anonymous publicó un mensaje en su sitio web que en resumen dice que “encontrarán y atacarán a todos aquellos que atenten contra Wikileaks”.
Los DDOS, aunque no son nada nuevo en la red, en este caso toman un sentido distinto, al ser utilizados como medio para desactivar a los “enemigos”. Esta oleada de terrorismo sienta un precedente realmente preocupante para la estabilidad de la red. Con toda impunidad, cualquier persona puede acabar con sitios completos de comercio electrónico, contenidos, o redes sociales. Solo falta que ahora pululen bandas virtuales que cobren “piso” para protección contra DDOS generados por ellos mismos claro, al estilo de como operan las bandas delincuenciales en nuestro país, pero con escala global.
