De acuerdo con las informaciones que hoy publica el diario ruso Kommersant, la Policía anda tras la pista de un tal Razdobudko, cabecilla de un grupo integrista denominado «batallón Nogaiski»(de la estepa de Nogaisk). Esta célula wahabí, secta musulmana radical saudí, tiene su base en la región rusa de Stávropol, fronteriza con varias repúblicas norcaucásicas, entre ellas Chechenia y Daguestán.
Las fuentes policiales consultadas por Kommersant sostienen que Razdobudko podría ser el organizador del atentado suicida perpetrado el lunes en la terminal de llegadas del aeropuerto moscovita de Domodiédovo, en el que murieron 35 personas y casi 200 resultaron heridas. La cabeza del terrorista, desprendida del cuerpo tras la explosión y cuya foto aparece en la página de internet de numerosas publicaciones digitales (http://www.sz.aif.ru/crime/news/43401), es actualmente el principal elemento para efectuar la identificación.
El rotativo ruso asegura que Razdobudko envió a Moscú en diciembre para atentar a una «viuda negra», esposa de un activista islámico abatido en octubre pasado por las fuerzas de seguridad rusas. Al parecer, la joven pereció antes de lograr su objetivo. La carga que llevaba sujeta al cuerpo se detonó fortuitamente mientras se encontraba, pocas horas antes de la noche de fin de año, en unas instalaciones deportivas dentro el parque moscovita de Kuzminki. Nadie más sufrió daños.
«Chechenia no es sospechosa»
El primer ministro, Vladímir Putin, dijo el miércoles que, según las investigaciones, Chechenia no tiene nada que ver con la explosión de Domodiédovo. Sin embargo, Putin no aclaró si existe alguna vinculación con otras repúblicas del Cáucaso Norte, donde la actividad terrorista hace tiempo que es mucho mayor que en Chechenia. El miércoles precisamente, un coche bomba acabó con la vida de cuatro personas en las afueras de la ciudad daguestaní de Jasaviurt, junto a la frontera con Chechenia.
El politólogo Stanislav Belkovski cree que el atentado va a ser utilizado en la guerra corporativa existente entre los aeropuertos de Domodiédovo y Sheremétievo. En este último opera todavía la principal línea aérea rusa, Aeroflot, pero su dirección estaba estudiando la posibilidad de trasladarse a Domodiédovo. Belkovski afirma que, si Aeroflot deja Sheremétievo, detrás irían otras compañías como Air France o Alitalia.
Según el Departamento de Sanidad de Moscú, continúan hospitalizadas 123 personas, de las que tres continúan en estado crítico y 21 graves. Entre ellas hay 14 extranjeros de países como Alemania, Eslovenia, Francia, Italia, Moldavia, Nigeria, Reino Unido, Tayikistán y Uzbekistán.