Las manifestaciones iniciaron alrededor de las 14:00 horas locales (06:00 GMT) y se extinguieron en menos de una hora, debido a la presencia de las fuerzas del orden público y la detención de tres de los incitadores en Shanghai, acusados de perturbar el orden público.

En Pekín, el conato de manifestación se concentro frente a un restaurante de la cadena McDonald's en la calle Wangfujing, uno de los lugares turísticos y comerciales más conocidos del centro de la capital china, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.

De acuerdo con el reporte informativo, la concentración comenzó a dispersarse 35 minutos después, con la intervención de la policía y cuando efectivos policiales trataron de llevarse a dos hombres, lo que llevó a la multitud a abandonar de inmediato el lugar.

En tanto, en la ciudad de Shanghai, centro financiero de China, los manifestantes se congregaron en la Plaza del Pueblo, donde la presencia policiaca también terminó en menos de una hora con la protesta.

Xinhua informó que el numeroso grupo de personas que se congregó en la plaza de la municipalidad de Shanghai abandonó el lugar cuando llegó la policía y en unos minutos la manifestación se disperso en su totalidad.

Tres personas que participaban en la protesta fueron arrestadas por la policía acusadas de perturbar el orden público, entre ellos un hombre de unos 30 años de edad que intentada pronunciar un discurso en el cruce de las calles Yunnan Zhong y Hanhou.

Al igual que las manifestaciones en Túnez y Egipto, que llevaron a la renuncia de sus presidentes, las protestas en China fueron convocadas a través de redes sociales de Internet bajo el nombre de 'Revolución Jazmín' en demanda de respeto a la democracia y la justicia.

La mayoría de los participantes en la manifestación, que según los convocantes tenía como objetivo exigir democracia y justicia en el país, además de mejores condiciones de vida y alimentos, eran ciudadanos procedentes del interior del país.

Cada año a fines de febrero, centenares de descontentos llegan a Pekín desde varias ciudades de todo el gigante asiático, con la intención de que sus demandas sobre mejores condiciones de vida sean examinadas por la Asamblea Nacional Popular que sesiona en marzo.

En un intento de prevenir mayores concentraciones, cientos de policías, apoyados con vehículos y furgonetas recorrían esta tarde las calles de Pekín y Shanghai, mientras que todos los enlaces en Internet relacionados a la Revolución Jazmín fueron bloqueados.