El ex presidente colombiano Álvaro Uribe “cogobernó” durante ocho años con el “narcoparamilitarismo”, periodo en el que esa mafia se legitimó política y económicamente como no lo había hecho antes, pese a que ese fenómeno nació hace más de dos décadas, revela un libro.
Luego de tres años de investigaciones, los autores de Y refundaron la patria. De cómo mafiosos y políticos reconfiguraron el Estado colombiano, una publicación ofrecida en estos días en la Feria del Libro de Bogotá, concluyeron que, si bien distintos grupos ilegales intentaron secuestrar a las instituciones gubernamentales, sólo los “narcoparamilitares” casi lo lograron.
“Con Uribe (2002-2010), el narcoparamilitarismo tuvo un nivel de representación y de cogobernabilidad política a nivel nacional que nunca antes había tenido”, aseguró la escritora Claudia López, quien coordinó la investigación. Prueba de ello fue la alta representación de esas mafias en el Legislativo en la era Uribe, cuando 102 congresistas fueron vinculados a grupos al margen de la ley.
De ese centenar, cinco habrían tenido supuestos nexos con las guerrillas y ninguno ha sido condenado, mientras que a 97 se les relaciona con la extrema derecha armada; de estos 97, 25 están condenados, 10 procesados y el resto bajo investigación. Esos congresistas ligados a los paramilitares suponían 55% de la bancada uribista en el Senado, aclaró López.
La investigadora subrayó que, si bien el paramilitarismo nació en los años 80, como una fuerza civil contra-guerrilla envuelta en el negocio de la droga, fue a partir de 1994 cuando se fusionaron con los narcos.
“Los narcoparamilitares son hijos ilegítimos del Estado, lo que les dio ventaja en términos de relaciones con las élites y un reconocimiento social”, detalló López. En 2002 “se sumaron masivamente al proyecto político y electoral uribista”, dotándoles de “un nivel de influencia y legitimidad sin precedentes”. Según la escritora, “fue la sociedad civil, la prensa y el poder judicial los que impidieron que esos grupos lograran su objetivo de coptar al Estado”.
En tanto, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, indicó ayer que esta semana “seguramente” se conocerá el cronograma de las nuevas reuniones entre funcionarios de Colombia y Venezuela para recomponer nexos. El nuevo presidente colombiano, Juan Manuel Santos, calificó de “paso importante” la normalización de relaciones bilaterales. Hoy, adelantó, se entregará “el beneplácito para nuestro embajador en Caracas”, José Fernando Bautista.
