La lista encabezada por la primera dama aventajó a la del duhaldismo, representada por Hilda González de Duhalde, esposa del ex presidente interino Eduardo Duhalde, por 25 puntos según los primeros cómputos oficiales, cuando recién se llevaban computados el 10 por ciento de los sufragios, en los comicios legislativos nacionales que se celebraron ayer.

En la provincia de Buenos Aires, el principal distrito del país, el kirchnerismo logró el ansiado respaldo para lo que dedicó sus 29 meses en el gobierno. Obtuvo el primer lugar en la mayoría de las provincias, salvo en Santa Fe, Capital (donde el canciller Rafael Bielsa obtuvo el tercer lugar), Neuquén, Río Negro, Chaco y Santiago del Estero.

El resultado no sólo le permitió a Kirchner fortalecer su gobierno, sino la fuerza como para avanzar sobre el Partido Justicialista (PJ), hasta ayer en manos de Eduardo Duhalde, y para comenzar a activar su proyecto de reelegirse en las presidenciales del 2007.

En los últimos días, sus allegados ya habían comenzado a hablar de la reelección y hasta analizan una formula presidencial con la mancuerna Kirchner-Kirchner.

Al duhaldismo no le alcanzó ayer para mostrarse como la primera fuerza opositora a pesar de pertenecer al mismo partido del presidente. De hecho, al admitir su derrota, la esposa de Duhalde dijo que "acompañaremos al gobierno en aquellas políticas que nos parezcan correctas".

En la capital, Macri se consolidó como uno de los líderes de la derecha, mientras que en la centroizquierda, Elisa Carrió (ARI) víctima de una campaña sucia desde el gobierno, sin precedentes en los 22 años de democracia ininterrumpida deberá disputar ese espacio con el socialista por Santa Fe Hermes Binner.

"Agradezco al pueblo de la privincia de Buenos Aires y del país el haber apoyado este proyecto de cambio", dijo exultante la senadora Cristina Kirchner.

La senadora que no puede votar

Kirchner emitió su voto en su ciudad natal, Río Gallegos, mientras que su esposa, a pesar de ser candidata, no pudo votar porque hace más de 29 años que no vive en Buenos Aires. Anoche, mientras los militantes kirchneristas llegaban al hotel Intercontinental, donde Kirchner y su esposa celebraron con un discurso su triunfo.

Anoche todo era alegría en las filas del kirchnerismo. La "inversión" efectuada por el gobierno en la campaña, las evidentes acciones clientelistas en todo el país, rindieron los frutos esperados. A partir de hoy, el presidente comenzará analizar las medidas económicas que viene demorando desde hace meses. Ahora Kirchner tiene los votos que tanto anhelaba.