"Argentina tiene que tener relaciones respetuosas con todos, pero por supuesto que la concepción política del Gobierno de Venezuela no es la que compartimos en la UCR", subraya el candidato que ha elegido a un economista keynesiano, Javier González Fraga, como aspirante a la vicepresidencia. "Nos preocupa colocar a Argentina con una mayor presencia en el mundo. Debería ser una política de Estado. Tenemos que fortalecer los vínculos con países como Brasil, Uruguay y Chile".

Un ejemplo de este aislamiento creciente es la sistemática ausencia de una etapa argentina en las giras sudamericanas de los principales mandatarios del mundo, comenzando por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. "No ha habido visitas importantes mientras que nuestros vecinos sí las han recibido. Estamos aislados no solo en términos políticos, sino también económicos", advierte Alfonsín.

Y esa desconfianza política ha tenido su inmediato reflejo en lo económico. "Somos el sexto país de América Latina en inversión cuando siempre disputábamos el primer lugar. Somos un país que en términos de recursos naturales y humanos debería resultar más atractivo", enfatiza el candidato radical, hijo del primer presidente democrático tras la dictadura militar. "Esto se explica porque un país que no es muy escrupuloso en su funcionamiento institucional no genera confianza", subraya.

Alfonsín, quien se ha aliado políticamente en la decisiva provincia de Buenos Aires con uno de los principales líderes peronistas, Francisco de Narváez, asegura que abrogará medidas como la polémica ley de medios de comunicación. "El Gobierno siempre utiliza banderas nobles. ¿Cómo garantizamos el derecho a la información? Pero siempre utiliza segundas intenciones que no son tan nobles. Y estamos contra eso. Ningún Gobierno desde 1983 tuvo tantos medios en su sintonía como este. Yo anularé todas aquellas normas que le dan al Gobierno la facultad de influir indebidamente en la concesión de las licencias a los medios. Y cualquier norma que conspire contra la posibilidad de ejercer la libertad de prensa la derogaría. Por supuesto", asegura tajante.

Sobre el último gran escándalo de corrupción que salpica a la Administración argentina acerca de un presunto desvío de fondos destinados a las Madres de Plaza de Mayo, Alfonsín considera que "más allá de la responsabilidad de Schoklender [el principal acusado], habrá que investigar si hubo protección o complicidad por parte del Estado. Lo que seguramente ha habido es negligencia y falta de control por parte de las instituciones".