Están aterrorizados de que los "infieles" americanos se negaron a luchar contra "nuestra" guerra contra el cambio de régimen en Siria. Algunas fuentes han sugerido que los comentarios de Bandar pueden haber servido más como un disparo de advertencia o globo de ensayo más que el reflejo de una decisión final tomada por el Rey Abdullah, aunque está claro que los saudíes han llegado a considerar a Estados Unidos como un socio cada vez más "poco fiable".

La casa de los Saud está tan loca como para dejar atrás a la administración Obama que incluso "todas las opciones", se suponen que están "sobre la mesa". Lo cual plantea la pregunta: ¿y sí Riad está en realidad soñando con un giro a China?  El autodenominado "socialismo con características de mercado" de Beijing necesita urgentemente del petróleo saudí, después de todo la Casa de Saud ya es el principal proveedor de China. Abdullah ve Oriente y lo que ve es a un aspirante a superpotencia, a ras de dinero ilimitado, que nunca se le ocurriría intervenir en los asuntos internos de Arabia, por no hablar de contemplar ideas como la tóxica Primavera Árabe.

Así que la imagen del rey Abdullah soñando con un eje Riad-Beijing como su legado, con el beneficio añadido incorporado de desplazar al enemigo mortal, Irán, como una cuestión suprema de la seguridad nacional de China (Beijing, aunque sin duda lo ven como el proverbial win-win situation, dispuestos a comprar más petróleo de Arabia, ya que mantiene más compra de gas de Irán).

Arabia Saudita producen aproximadamente el 10% del total mundial, que se sitúa en torno de 90 millones de barriles de petróleo por día. Es exportador top mundial, y tiene una influencia esencial en el precio del petróleo, que sigue siendo alto, no sólo por la demanda de China e India, pero también debido a la especulación incesante. Riad está observando detenidamente la posibilidad de Estados Unidos de convertirse en autosuficiente en energía gracias al fracking. Ellos está produciendo más que Arabia -alrededor de 12 millones de barriles, incluido el etanol- que todavía necesita importar no menos de 6.7 millones de barriles de petróleo por día en 2013. Estados Unidos seguirá necesitando petróleo -petróleo saudí- en el futuro previsible.

Si "todas las opciones" está realmente "sobre la mesa", la Casa de Saud puede estar meditando terminar con un acuerdo de décadas, asegurando un acuerdo con China, voraz energéticamente por un precio determinado. Pero supongamos que la demanda -sobre todo de Asia- se eleva, como lo hará, la Casa de Saud sabe que Estados Unidos podría encontrarse en problemas, y gráficamente manifestar su descontento.

La Casa de Saud también sabe muy bien que es el ancla sólida que mantiene la OPEP ligada al sistema de petrodólares. Sin Arabia Saudita, el petrodólar es historia. Eso es sin duda la estafa número uno de las relaciones internacionales. Prácticamente todo el mundo y su vecino necesitan de los dólares que se invierten principalmente en los bonos del Tesoro estadounidense denominados en dólares como el petróleo.  Eso hace que Washington siga funcionando con siderales niveles de deuda que cada uno debe comprar. La Casa de Saud, por supuesto, invierte debidamente sus cascadas de dólares en la deuda estaodunidense. Ahora imagine a la Casa de Saud decidiendo abandonar los petrodólares. Eso sería el Apocalypse Now para la economía estadounidense.

Slowly but surely times are changing. Irán bajo una declarada sanción con estilo de guerra está señalando el camino, la venta de energía en otras monedas, aceptando de oro incluso en trueque (la Casa de Saud, por cierto, también está aterrorizado por un acuerdo Estados Unidos-Irán, habrá mucho más petróleo y gas iraní en los mercados occidentales, lo cual diluye los beneficios saudíes).

Rusia es ahora el primer exportador mundial de petróleo, y China es importador número uno de petróleo -importando más de Arabia Saudita que Estados Unidos. Para 2020 China importará la friolera de 9,2 millones de barriles de petróleo por día. Así que, obviamente, no tiene sentido para los miembros del BRICS, Rusia y China para seguir usando los petrodólares, eso es una características fundamentales de la reciente convocatoria de Beijing de "des-americanizar" el mundo. Y Riad lo sabe.

La Casa de los Saud también considera otras dos tendencias, que ha estado exportando la mayor parte de su petróleo a Asia desde hace años, y China, inevitablemente, se ha convertido en el mayor exportador -miles de productos manufacturados- de Arabia Saudita, por delante de Estados Unidos. Beijing, una vez más, está jugando un largo y discreto juego, invirtiendo en la infraestructura Saudí. Consciente de que Arabia Saudita no puede exportar más de su petróleo, alto en azufre -ya que pocos clientes pueden refinarlo- China está construyendo un nuevo complejo masivo de refinación/exportación. Por lo tanto, en el largo plazo, lo que tenemos es esencialmente un enfrentamiento entre Estados Unidos y China (con Rusia e Irán, también pesando) sobre los petrodólares.

La máxima prioridad de la Casa de los Saud -así está ocurriendo- es la auto-perpetuación. Luego de mantener la ganancia de un montón de dinero. Y luego de mantener al enemigo mortal, Irán -esos "chiitas apóstatas"- en raya. Pero que justificaría un giro a China?

En el pasado, los saudíes han desplegado la "diplomacia de la chequera" para avanzar tanto en Arabia y los objetivos de Estados Unidos, tanto en Medio Oriente y más allá. Además, la falta de supervisión legislativa de Arabia Saudita ha significado que Riad ha sido capaz de financiar actividades encubiertas que las administraciones estadounidenses sentían eran demasiado sensibles o controvertidos para buscar la aprobación del Congreso.La Casa de los Saud está esencialmente auto-perpetuado por la umbrella del Pentágono y sus toneladas de contratos de armas. Pero ahora la paranoia de la Casa de los Saud está desarrollándose en dos frentes como un virus mortal. Ellos saben que la protección no durará si Irán está de vuelta en el juego, lo que es peor, se imaginan, con una capacidad de ataque nuclear.

Y ellos sospechan que tan cacareado -y hasta ahora inexistente- Estados Unidos pivotea a Asia no es tan discreta "say goodbye to your new friend", como en Arabia Saudita prefiriendo de socio a China. El giro incluso podría interpretarse de una Casa de Saud paranoica como una doble amenaza, dirigida a China en largo plazo, sino también en contra de Arabia Saudita, como en "ni siquiera pensar en mudarse al petro-yuan". Hasta el momento, la Casa de Saud devorada por la feroz batalla sucesoria, así como enojo, miedo y parálisis por la geopolítica en rápida evolución, no ofrece evidencia que permitiría escapar de la mestiza "relación especial" con Estados Unidos.

China sigue comprando gas oil iraní

Después de una pausa de tres meses, China ha reanudado la importación de fuel oil iraní, una práctica que ha ayudado a evitar las sanciones de Estados Unidos destinadas a castigar a los países que importan petróleo crudo de Irán. China es el único que tiene una cantidad significativa de pequeñas refinerías, llamadas refinerías teteras, que están configuradas para procesar fuel oil -una subproducto de refinación barato- en lugar de petróleo crudo. Esto da a China la capacidad de hacer combustibles más valiosos como la gasolina y diesel sin necesidad de aumentar las importaciones de petróleo crudo.

Estados Unidos ha intensificado las sanciones contra Irán en la década pasada, en respuesta a las acusaciones de Occidente de que Teherán está tratando de desarrollar armas nucleares -cargos que los iraníes niegan. A finales de 2011, el Congreso aprobó una ley que penaliza a las entidades financieras que realizan operaciones de petróleo con el banco central de Irán que les prohíbe hacer negocio en Estados Unidos. Sin embargo, el Departamento de Estado les dio flexibilidad a los países exentos que muestran una "significativa" -aunque no especificada- reducción en las compras del crudo iraní.

El State ha dado repetidamente exenciones a China debido a que Beijing está comprando menos crudo de Irán. China ganó su tercer waiver en seis meses en junio. La solución alternativa de China proviene de un vacio en la ley de sanciones: cuando se habla de exenciones, las sanciones sólo mencionan petróleo crudo, no fuel oil. Datos de aduana mostraron que China importó 2.75 millones de barriles de fuel oil iraní en septiembre, con lo que las importaciones totales de 8,14 millones de barriles por un valor de 736 millones de dólares en los primeros nueve meses de este año. Por el contrario, importó menos de 1 millón de dólares de fuel oil en todo el año 2012. De hecho, la última vez que China importó ni siquiera cerca de la cantidad de este año fue en 2008, cuando importó 7,97 millones de barriles.