El Papa comenzó a redactar el documento, escrito en alemán, el pasado mes de julio durante sus vacaciones en la región alpina italiana del Valle de Aosta y lo continuó durante los meses transcurridos en la residencia de Castelgandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma.

Según las fuentes, a últimos de septiembre estaba ya concluido y listo para traducirlo a otros idiomas.

Aunque la discreción es total en el Vaticano, las fuentes aseguraron que se trata de un texto de 50 páginas, cuyo punto principal es Cristo como centro de la vida de la sociedad, aunque aborda también el tema de la Iglesia y su misión a la luz del Evangelio.

La encíclica es una carta solemne que el Papa dirige a todos los obispos y fieles del orbe católico y se considera como el documento más importante que redacta un Pontífice.

El anterior Papa, Juan Pablo II, fue muy prolífico en documentos y en sus casi 27 años de pontificado escribió, entre otras, catorce encíclicas, quince exhortaciones apostólicas, once constituciones apostólicas y 44 cartas apostólicas.

La primera encíclica fue la Redemptor hominis, presentada apenas cinco meses después de su elección como Pontífice y en la misma trazó los principios de su ministerio papal.

La última fue Ecclesia de Eucaristia, publicada en abril de 2003, en la que trató sobre la Eucaristía, asunto central del Sínodo de los Obispos que concluyó el pasado fin de semana en el Vaticano.

Benedicto XVI, según ha dicho él mismo, tiene previsto escribir menos documentos que su antecesor.

Todas las miradas están puestas en esta primera encíclica, así como en los cambios que se espera realice en la Curia en fechas próximas, si bien todo ello, como está siendo norma en el Vaticano durante este papado, se está llevando a cabo dentro de la más estricta discreción, sin apenas "fugas de noticias".