Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
Frente Externo  
 
26/08/2013 | «Egipto no está viviendo una revolución, sino una restauración»

Iara Mantiñán Búa

El experto del centro de estudios norteamericano Carnegie, Nathan J. Brown, asegura a ABC que El Cairo está retrocediendo a la «década de los 90»

 

Hace un año, si uno caminaba por la emblemática Plaza Tahrir, situada en frente del Museo Nacional de Egipto, podía ver el Cuartel General del partido del exdictador egipcio, Hosni Mubarak, totalmente calcinado. Un esqueleto negro sin ventanas que simbolizaba el fin de 30 años de dictadura y el inicio de una era democrática. Tan solo doce meses después, la nueva imagen de la «revolución» son los escombros de la mezquita Raba Al-Adaweya. El lugar en el que miles de manifestantes pidieron al Ejército egipcio la vuelta de aquel que fue su presidente electo, Mohamed Mursi, líder de los Hermanos Musulmanes. Ese fue el origen de un baño de sangre que ha dejado más de mil muertos y fraccionado al país árabe. Algunos tildan las últimas matanzas como «revueltas», otros como «guerra» y hay quien las llama «interrupción del proceso democrático». En medio de este sinsentido de definiciones Nathan J. Brown, profesor de ciencias políticas y relaciones internacionales en la Universidad de George Washington, asegura a ABC que Egipto no está pasando por una nueva revolución, sino por la restauración de un régimen que muchos creían obsoleto.

—¿Piensa que la violencia en Egipto es una vuelta atrás a la dictadura del expresidente egipcio, Hosni Mubarak?

—No opino que se esté retrocediendo al régimen de Mubarak, pero lo que sí considero es que no se trata de una revolución, sino de una restauración. Las tres principales diferencias entre este nuevo régimen y la dictadura de Mubarak son las siguientes: la primera es que el Ejército y las fuerzas del orden están teniendo un rol claramente político, y que se han fortalecido desde el derrocamiento de Mubarak. En ese aspecto, se debe tener en cuenta que los militares siempre han tenido un gran peso político en El Cairo (esto también ocurre en otros países árabes como en Argelia). La segunda, es que durante la época de Mubarak muchos actores políticos fueron discriminados y ahora se están reinsertando en el nuevo Gabinete de ministros. Y la tercera, es el gran apoyo popular con el que cuenta Al-Sisi, (jefe de las Fuerzas Armadas egipcias), en oposición al desprestigio de Hosni Mubarak, quien tomaba decisiones unilateralmente.

—¿Cree que el nuevo régimen es democrático, teniendo en cuenta que el general Al Sisi ha depuesto por la fuerza al expresidente electo, Mohamed Mursi?

—En un sentido formal creo que sí. Es decir, el nuevo régimen ha anunciado que convocaría elecciones, se formará un nuevo Parlamento y una restauración de la vía democrática. Sin embargo, creo que a partir de ahora todas las fuerzas políticas van a estar muy controladas y supervisadas por el Ejército.

—Tras la liberación de Mubarak, ¿considera que el expresidente volverá a convertirse en un actor político?

—No. Sería un elemento muy tóxico para el futuro político de El Cairo. Además, Mubarak tiene 85 años de edad, no creo que se plantee volver a su actividad política. Digamos que su figura sigue siendo importante, porque de alguna manera se ha convertido en un símbolo, pero carece de poder de actuación.

—¿Y Mohamed Mursi, considera que puede continuar su actividad política si es liberado?

—Lo dudo mucho. Se le ha acusado de cargos muy graves, en parte creo que se trata de un modo de persecución política. Por otra parte, Mursi está incomunicado y continuará estándolo. Es imposible que retome su liderazgo.

—¿Ilegalizarán a los Hermanos Musulmanes en las siguientes elecciones?

Muchos analistas se preguntan esa cuestión, la cual no considero muy relevante. Primero, porque los ilegalicen o no, no son una fuerza política tan importante como lo eran durante la revolución que derrocó a Hosni Mubarak. En este sentido, se debe tener en cuenta que la Hermandad se divide en dos partes: una de ellas es su ONG (las autoridades egipcias otorgaron a la Cofradía el estatus de Organización No Gubernamental el pasado 21 de marzo), y la otra, su brazo político (el partido Libertad y Justicia, PLJ). Ambas son, hasta ahora, legales. Pero creo que el nuevo régimen va a actuar en su contra.

—¿Cómo cree que va a derivar la relación entre Hamas y Egipto tras el derrocamiento de Mursi?

—El derrocado Gobierno de Mohamed Mursi apoyaba a Hamas (organización palestina que gobierna en la Franja de Gaza). Pero últimamente el régimen de Hamas causaba hastío a la sociedad egipcia. Por otro lado, el nuevo Gobierno acusó a la organización islamista de perpetrar «acciones enemigas contra Egipto», como el asesinato de policías. Con lo cual, creo que va ser difícil que ambos Gobiernos restauren su cooperación.

—La oposición acusa a los Hermanos Musulmanes de organización terrorista, ¿está de acuerdo con esa afirmación?

—No. Es cierto que en los últimos altercados algunos grupos radicales de islamistas usaron la violencia y mataron con pistolas. También es cierto que los miembros de la Cofradía tienen armas porque durante el Gobierno de Mursi las Fuerzas de Seguridad arremetieron varias veces contra ellos. Y los islamistas se armaron para protegerse, pero eso no es terrorismo.

—¿Qué opina del doble juego del presidente estadounidense Barack Obama, ya que por un lado condena el golpe, pero por otro sigue cooperando con el Gobierno interino de Egipto?

—No estoy de acuerdo con esa afirmación. Creo que Washington desea que se restaure la democracia y la vía constitucional en el país árabe.

—Entonces... ¿EE.UU. apoya más al Gobierno interino que a los islamistas?

—No. También apoyó a los islamistas durante el mandato de Mohamed Mursi, aunque las relaciones entre ambos no fueron fáciles. Lo que EE.UU. quiere es que se retome la estabilidad en El Cairo.

—¿El conflicto en El Cairo está contagiando a los países de la región?

—Creo que no tiene mucha repercusión, a excepción de Túnez, donde las protestas de la oposición intentan forzar la dimisión del Gobierno dirigido por los islamistas de Ennahda.

—¿Cuál será la perspectiva política que le espera a Egipto tras el estallido de violencia?

—Considero que va a restaurar la vía democrática, habrá elecciones y saldrá un nuevo Gabinete electo de las urnas. Pero la violencia no acabará. Simplemente irá menguando y los enfrentamientos entre los dos sectores en los que se divide la clase civil se perpetuarán a lo largo de los años, volviendo a la situación que Egipto vivía en la década de los 90.

ABC (España)

 


Otras Notas Relacionadas... ( Records 131 to 140 of 140 )
fecha titulo
07/02/2011 U.S. Should Take a Back Seat in Egypt
06/02/2011 Egipto sí; Cuba ¿por qué no?
06/02/2011 Red Sea Rag: Geopolitical Bulls
06/02/2011 Sinai natural gas pipeline blast blamed on leak
05/02/2011 Egipto - El enviado de EEUU: 'Mubarak debe quedarse para liderar la transición'
30/01/2011 Los manifestantes en Egipto rechazan el nuevo ejecutivo de corte militar
29/01/2011 Egyptian protests intensify; demonstrators battle with police
29/01/2011 Un proveedor francés de internet sortea la censura del régimen egipcio
12/07/2010 Egipto, en la encrucijada de la sucesión
11/02/2010 Whither the Muslim Brotherhood?


Otras Notas del Autor
fecha
Título
30/08/2013|
29/08/2013|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House