Desde hace siglos las grandes religiones han dirigido la vida espiritual de la mayoría de individuos y pueblos. Como el Espíritu es lo que mueve la humanidad se supone que esa labor ha sido y es para lograr armonía y paz. ¿Lo han logrado? No, la situación mundial está lejos de ser armoniosa y pacífica, y ellas son las principales responsables.  Hay quienes viven en "paz" pero pagan un alto precio. Han tenido que someterse a ideologías, dogmas y reglas que los separan de su Espíritu, de su voz primordial, la que ofrece verdadera armonía y paz.

Nos dice el cristianismo que un hombre, Jesús, es Dios y que la Biblia es la palabra de Dios. Es decir, que el cristianismo tiene el monopolio de Dios. (Todo lo cual es falso y va contra las creencias de otros pueblos y religiones). Nos dice que Jesús resucitó (los hombres no resucitan). Nos dice que Dios está en el cielo observándonos y juzgándonos (falso). Nos dice que nacimos con un pecado original (que nacimos malos, falso); que tenemos que bautizarnos para poder estar con Dios (Falso: Dios-Energía-Universal está en todas partes y dentro de nosotros); que pecamos frecuentemente, que somos malos (falso, y además, no son pecados, son errores). Nos dice que necesitamos intermediarios para comunicarnos con Dios. (Falso: podemos comunicarnos con Dios directamente, y sabemos que muchos "intermediarios" están muy lejos de Dios).

Conceptos falsos que van contra el sentido común y promueven un ambiente fantasioso y negativo. Se preocupan por los pobres y critican a los ricos que son los que, gracias a Dios, trabajan bien, ofrecen trabajo a los demás y reducen la pobreza. Discriminan a otras minorías. Y muy condenable: en un mundo donde millones pasan hambre y donde en muchas partes no existen condiciones para vivir con dignidad, se oponen al control de la natalidad.

Lamentablemente, dentro de las religiones cristianas la Católica es la mas absurda y radical. ¿Por qué casi todos los países cristianos no católicos han podido crear democracias estables donde la mayoría vive bien? ¿Por qué los países católicos son los que han logrado menos bienestar político y económico? ¿Por qué a los latinoamericanos se nos ha hecho tan difícil establecer verdaderas democracias, descentralizadas y estables? ¿Por qué?

Porque nuestra mente está llena de dogmas y conceptos que nos separan de nuestro Espíritu: fuente de amor, bienestar, claridad, creatividad, equilibrio, salud, poder. Dogmas y conceptos que confunden y desequilibran, concebidos para manipular. Dogmas que promueven agresividad, desconfianza y separación entre individuos y pueblos (todos somos malos).  Dogmas y conceptos que Jesús, gran maestro de la vida y fuente de inspiración, nunca enseñó.

No es con palabras que el Papa y los líderes del Islam (religión básicamente similar) van a mejorar al mundo.  Son necesarias reformas ajustadas a la realidad de la naturaleza humana. Tienen que comprender que el Espíritu humano está por encima de todo.
Que Dios está en todas partes y dentro de nosotros (nuestro Espíritu). Que no necesitamos intermediarios para estar con Dios. Que solo a través de nuestro Espíritu lograremos verdadera y sana libertad, bienestar y paz. Que hay un Dios y muchas religiones. Evolucionemos del mundo fantasioso y negativo de las religiones, al mundo natural y positivo de la extraordinaria Energía-Espiritual del ser humano.