Vladimir Putin levantó ayer el tono contra Washington. El primer ministro ruso acusó a Estados Unidos de estar bloqueando el acuerdo para un nuevo tratado de desarme nuclear con sus planes para un escudo antimisiles y aseguró que Rusia desarrollará "armamento ofensivo" para asegurar la paridad estratégica entre Moscú y Washington.

Preguntado por un periodista sobre el principal problema que bloquea el nuevo tratado de desarme - el 5 de diciembre expiró el Start 1 de 1991-que preparan las dos potencias, Putin respondió: "¿Cuál es el problema? El problema es que nuestros socios americanos están construyendo un escudo antimisiles y nosotros no". "Con un paraguas - prosiguió-,nuestros socios se sentirán plenamente seguros y harán todo lo que deseen. Si se rompe el equilibrio, se volverán más agresivos en la política y en la economía". Putin afirmó que, "para guardar el equilibrio", Rusia se ve obligada a "desarrollar sistemas ofensivos", sin precisar a qué tipo de armas se refería.

La llegada de Barack Obama a la Casa Blanca despertó las esperanzas de un acercamiento entre Washington y Moscú. El presidente estadounidense anunció en septiembre que suspendía los planes de su predecesor, George W. Bush, para instalar un escudo fijo contra misiles de largo alcance en Polonia y la República Checa. Una decisión interpretada como un intento de reconciliación con Rusia. Pero Obama mantiene los planes para un sistema contra misiles de corto y medio alcance marítimo, cuyas características o localización no ha concretado.

Putin reclamó ayer más información de Washington sobre sus planes. "Cuando Estados Unidos nos dé toda la información sobre el escudo antimisiles, nosotros les informaremos sobre nuestras armas ofensivas". Sin mencionar a Washington, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, anunció la semana pasada que Rusia iba a proseguir la modernización de su arsenal nuclear, con el desarrollo de nuevos misiles (gran parte del arsenal ruso fecha de tiempos soviéticos).

Hace meses que Washington y Moscú negocian un nuevo tratado de desarme que sustituya al Start 1, que entró en vigor en 1991 y expiró el pasado 5 de diciembre. Rusia está presionando a Estados Unidos para que el nuevo tratado incluya una mención a su escudo antimisiles, pero Washington se resiste.

EE. UU. siempre ha asegurado que el objetivo de su escudo antimisiles es hacer frente a un eventual ataque de Irán o de Corea del Norte, pero Rusia ha mostrado reticencias. Un sistema de defensa sólo contra los escudos de corto alcance sería efectivo contra los regímenes iraní y norcoreano, pero no neutralizaría el poder nuclear ruso.

Pese a que abandonó el Kremlin hace año y medio, Vladimir Putin se mantiene en primera línea de la política rusa, si bien él asegura estar a las órdenes de su sucesor en el cargo, el presidente Dimitri Medvedev.