Damasco almacena unas 1.000 toneladas de agentes tóxicos. Cuenta con sus propias plantas de producción e investigación. Todos sus misiles 'Scud' pueden llevar cabezas químicas
Expertos de la Inteligencia israelí apuntan a que Siria dispone del arsenal
químico "más grande del mundo", pero lo cierto es que su tamaño
no se sabe a ciencia cierta. La Inteligencia francesa afirma que Siria dispone
de 1.000 toneladas de agentes químicos, sobre todo de sarín, VX y gas
mostaza. Al no ser firmante de la Convención para la prohibición de
Armas Químicas (acaba de aceptar empezar el proceso para adherirse al tratado),
Damasco nunca ha revelado lo que guarda en sus almacenes.
La organización independiente Nuclear Threat
Initiative (NTI), un consorcio con la misión de reducir el riesgo de armas
nucleares, químicas y biológicas, estima que Siria tiene uno de los mayores
arsenales de misiles en Oriente Próximo, construido para disuadir un
ataque de su principal adversario, Israel.
Sin embargo, incapaz de igualar el poderío militar de su vecino -que cuenta
además con tecnología nuclear-, Damasco comenzó en los años 70
a construir un arsenal de armas no convencionales basado en las armas
químicas y en el desarrollo de sistemas de misiles balísticos. "Todos los
misiles balísticos sirios son capaces de contener cabezas químicas", señala la
NTI en su informe sobre Siria.
Centros de producción propios
Hoy en día, Siria tiene capacidad para producir sus propios misiles 'Scud'
-aunque depende de sus aliados en el exterior para componentes avanzados y
tecnología- y cuenta con varias plantas propias de producción de agentes
neurotóxicos.
El centro neurálgico de su producción es el Centro Sirio de Estudios
Científicos e Investigación (CERS, en sus siglas en inglés), que centraliza al
menos cinco instalaciones manufactureras de armas químicas en Alepo,
Latakia, Hama, Homs y Palmira. Además habría otros tres centros de
producción de doble uso civil y militar en Damasco, Homs y Latakia.
Por ejemplo, según la NTI la planta de Alepo es una de las instalaciones en
las que se ensamblan las cabezas químicas. Aunque normalmente denominados 'gas
sarín' o 'gas mostaza', ambos agentes son líquidos. Las armas químicas se
encuentran almacenadas en plantas dispersas por hasta 50 ciudades
repartidas por todo el país.
Un arsenal disperso
Pero el escenario de localizar y neutralizar las armas químicas en manos del
ejército de Bashar Asad podría complicarse aún más si se confirman las denuncias
de los rebeldes. El líder del Ejército Libre de Siria (ELS) denunció ayer que
tienen informaciones que indican que el régimen ha trasladado
en los últimos días sus armas químicas al Líbano e Irak.
También el diario estadounidense ‘Wall Street Journal’ informó recientemente
de que la Unidad 450, el cuerpo de élite que gestiona el programa químico sirio,
ha dispersado el arsenal en decenas de almacenes a lo largo del
país.
Sin embargo, según el mismo periódico, las agencias de Inteligencia de EEUU e
Israel aún creen que conocen los lugares donde se guarda este
armamento. "Sólo sabemos un poco menos de los que sabíamos hace seis meses
acerca de dónde están las armas químicas", señala una fuente oficial