Granda fue detenido el 13 de diciembre de 2004 y el 16 del mismo mes fue interrogado por el fiscal 7.º de los juzgados penales del Circulo Especializado de Bogotá, quien le preguntó si conocía a Nubia Calderón. El detenido respondió que sí, que ella era dirigente del Partido Comunista que “trabajó en la Unión Patriótica y tuvo que refugiarse en Ecuador”, hace 10 años. Además, señaló que Nubia colaboró con algunas tareas de la “Comisión Internacional” de las FARC, el organismo encargado de tomar contacto con políticos, intelectuales y difundir en otros países el pensamiento de la organización a través de la participación en foros.

La colombiana de 52 años, nacida en Garzón-Huila, desde entonces fue bautizada por los organismos de seguridad colombianos como la “embajadora de las FARC”.

Pero es en diciembre de 2005 que Colombia se entera de que Nubia Calderón había sido detenida en Ecuador, en la provincia de Sucumbíos, el 3 de octubre de 2003, mientras iba a bordo de un bus de la Cooperativa Baños, con dirección a Quito.

Nubia fue apresada por su actitud sospechosa, según el proceso al que tuvo acceso HOY, cuando los policías le solicitaron sus documentos. Ella entregó una cédula de identidad ecuatoriana con el número 171101076-7 , en la que estaba su fotografía, pero con los nombres de Guadalupe del Carmen Rivera Vargas.

Minutos después de presentar el documento, y luego de que los agentes le decomisaron una maleta con 16 960 000 pesos colombianos y $7 100, la sospechosa admitió llamarse Nubia Calderón Íñiguez, de nacionalidad colombiana.

En primera instancia, dijo que el dinero que llevaba era producto de la venta de una hacienda, luego señaló que ella era comerciante y que por eso transportaba tanta plata para comprar varios artículos. Más tarde, en el proceso, presentó facturas en las cuales constaba que había comprado varios electrodomésticos.

Tres días después de haber sido detenida, Nubia salió en libertad mediante el recurso de hábeas corpus concedido por al alcalde Máximo Abad, del Movimiento Popular Democrático, ya que no hubo una acusación particular, y porque el delito del que se le acusaba, suplantación de identidad, tiene una pena menor a un año de prisión. Luego de que salió en libertad, ella no fue vista nunca más.

Para reclamar el dinero, Nubia notarizó un poder a nombre de su abogada, pero luego, sorpresivamente, cambió ese documento. Elaboró otro poder que revocaba el anterior.

El nuevo apoderado era Franklin Guillermo Aisalla Molina, ecuatoriano, quien afirmó en el poder ser conviviente de Nubia Calderón, y que murió en el ataque al campamento guerrillero que las FARC instalaron en suelo ecuatoriano, en el que fue abatido “Raúl Reyes”. Además, una información extraoficial señaló que Aisalla era el encargado del apoyo logístico de las FARC.

El 9 de diciembre de 2005 llega al Ministerio Público del Ecuador una solicitud de las autoridades colombianas para que permitan que un fiscal y un oficial de ese país puedan obtener una copia del proceso seguido en contra de Nubia Calderón por el supuesto delito de suplantación de identidad.
Hasta el momento, su cadáver no ha sido identificado entre los cuerpos que fueron sacados del campamento de Angostura, pero se presume que ella también murió en el ataque. (MP)