La policía de este municipio pasa por una crisis de inseguridad sicológica que provoca niveles de violencia enfocados contra la población civil, a partir de la proliferación de ataques contra la autoridad por parte del crimen organizado, coincidieron especialistas.

En tanto, el secretario de Seguridad Pública de León, Álvar Cabeza de Vaca, ha negado que sus agentes hayan participado en episodios de agresión contra los ciudadanos.

El director del Departamento de Gestión Pública de la Facultad de Derecho de la Universidad de Guanajuato, Fernando Patrón Sánchez, reveló que ante la incapacidad para combatir la violencia, al no poder detener a los verdaderos criminales, la policía trata de presentar resultados y se encamina a quebrantar los derechos de los ciudadanos comunes ante la más leve provocación.

“El control se desborda, hay un problema más allá de lo sicológico, creería yo, de tratamiento de los cuerpos policiacos por dar resultados. En eso hay un efecto negativo y tienen hasta incentivos negativos de atrapar gente, de controlar, y son los incentivos incorrectos.”

El doctor en estudios de gobierno por la Universidad de Essex, Inglaterra, sostuvo que la policía vive una paranoia ante lo que ocurre en todo el país.

“Los policías son ciudadanos; están del otro lado, pero son ciudadanos y es muy sencillo, porque un policía ahora con el recrudecimiento de la violencia y la pérdida de control, ve a la población como un sospechoso, como el principal enemigo. Eso es muy peligroso, y más si dentro de la preparación hay prácticas inhumanas y de tortura, como lo hemos visto en León.”

Fernando Patrón dijo que no deben sorprendernos los resultados que hoy tiene la policía leonesa, siendo que además ha sido preparada por personal militar, una muestra más de la incapacidad del estado para combatir al crimen. Añadió que la policía busca controlar “a como dé lugar” con tal de exhibir resultados ante la opinión pública, “aunque tenga estos efectos totalmente nefastos”.

Cuestionado sobre si la policía de León ha perdido el sentido común, el funcionario de la Universidad de Guanajuato indicó que se trata, ante todo, de resultados de la misma paranoia policiaca por verse rebasados, así la tortura como el caso de las monjas desnudadas o la tortura y el asesinato de un ganadero a manos de agentes de la Policía Ministerial.

El académico, egresado en sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana, avecindado en Guanajuato, dijo a Excélsior que todos estos casos generan una desconfianza creciente en la población ante las autoridades.

“Yo diría que más que perder el sentido común, se ha caído en un estado de sicosis absoluta por parte de los cuerpos de seguridad del estado de Guanajuato”.

Patrón lamentó que la respuesta de los políticos ante este tipo de adversidades sea la incorrecta, tal como lo ha mostrado el alcalde panista de León, Vicente Guerrero.

Para el procurador de los Derechos Humanos de Guanajuato, Gustavo Rodríguez Junquera, los ciudadanos no tendrían que estar preocupados por la violencia que podrían ejercer los cuerpos policiacos; al contrario, tendrían que confiar en ellos.

“Es que no estamos en Ciudad Juárez, no tendríamos por qué estar preocupados y de ninguna manera lo que está ocurriendo en el país da permiso para violentar los Derechos Humanos de los ciudadanos”.

El ombudsman advirtió que el organismo que dirige está atento a cualquier violación de los Derechos Humanos que ocurra en la entidad, reconociendo que las denuncias contra las autoridades han aumentado.

“No podemos cerrar los ojos a los riesgos que tienen los policías... pero no es licencia para violar Derechos Humanos.”

Rodríguez Junquera recomendó revisar a fondo los perfiles sicológicos de las personas que conforman la policía de León, así como cualquier otra corporación municipal, estatal o federal, para evitar que sigan ocurriendo abusos, situación que calificó de compleja pero no imposible.

Para el secretario de Seguridad Pública de León, Álvar Cabeza de Vaca, en la ciudad no pasa nada, incluso cuenta con información distinta a la que ha sido publicada por la prensa.

Y es que para Cabeza de Vaca el número de recomendaciones que ha tenido la policía leonesa por parte de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Guanajuato es mínimo.

“No comparto, tengo una información diferente, precisamente de acuerdo al número de recomendaciones... son mínimas. No puedo dar respuesta a tu pregunta. La misma información de Derechos Humanos te dice que, de acuerdo al número de quejas presentadas ante esta honorable institución, las recomendaciones son mínimas. ¿Alguna otra pregunta?”