Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
Inteligencia y Seguridad  
 
21/11/2005 | La temible exportación de Venezuela: revolución

Melana Zyla Vickers

A lo largo del fin de semana, Hugo Chávez, de Venezuela, afianzó una vez más su posición como el principal manifestante antiglobalización, lanzando insultos contra George Bush y pidiendo la derrota de la Zona de Libre Comercio de las Américas.

 

Si todo lo que tuviera el presidente venezolano a sus espaldas fueran sus opiniones socialistas, Chávez no sería tal problema. Apenas sería un hipócrita cuyo gobierno se enriquece de las ventas de crudo altamente globalizadas controladas por el estado, al tiempo que niega las mismas oportunidades a los negocios de propiedad privada de la región.

El problema es que Chávez es más qué hipocresía. Se ha convertido en un exportador de revolución, un autoritario socialista con una agenda al estilo de Fidel Castro, encaminada a desestabilizar la región y con dólares del petróleo para financiar sus ambiciones.

Considérese cómo su gobierno explota la riqueza petrolera de Venezuela. Cuando un conductor americano llena el depósito en la gasolinera local Citgo, esos dólares del combustible pasan del bolsillo americano a la cartera del gobierno de Chávez -- después de todo, su gobierno controla Citgo. Desde las arcas venezolanas, el dinero va a un fondo izquierdista de narco-insurgencias de Colombia, Ecuador y otros países latinoamericanos -- insurgencias en las que los soldados norteamericanos y el contribuyente americano han dedicado grandes recursos en atajar.

Las guerrillas izquierdistas de ocho países latinoamericanos han recibido entrenamiento en las bases militares venezolanas este año, según desvelaba una información de la Inteligencia ecuatoriana en un diario de Quito a comienzos de este mes. Por supuesto, el presidente Chávez niega las acusaciones. Pero sus recientes llamamientos a crear un frente izquierdista regional antiamericano, su alianza con el Fidel Castro de Cuba, sus crecientes gastos militares y las constantes informaciones de que desaparecen arsenales del ejército venezolano en manos de rebeldes izquierdistas regionales hacen que las acusaciones sean más creíbles.

El periódico ecuatoriano, El Comercio, rezaba que desde el 2001, un "ejército de liberación" izquierdista ha estado operando en Ecuador y que algunos de los hombres recibieron entrenamiento en Venezuela. En una noticia posterior este mes, el Miami Herald publicaba que la información de inteligencia dice que los venezolanos han proporcionado entrenamiento de un mes a las guerrillas del Perú, Bolivia, Chile, Argentina, la República Dominicana, Colombia y Venezuela.

Hugo Chávez, un líder se ha abusado de sus elecciones democráticas originales invirtiendo derechos civiles y la libertad de prensa del país, se está asegurando con rapidez un lugar imperialista socialista del modelo soviético. No sólo está creando problemas tras sus vecinos, ha amenazado con nacionalizar intereses petroleros británicos y otras empresas extranjeras en Venezuela. En Estados Unidos, mientras tanto, ha estado intentando las viejas técnicas de Castro de atraer a la izquierda americana en la zona metropolitana de Chicago y otras zonas escogidas, ofreciendo servicios médicos venezolanos gratuitos. La presunta caridad llega a menudo con una agresiva retórica contra el gobierno norteamericano.

¿Qué va a hacer Estados Unidos con respecto a Chávez, que es esencialmente un Castro menos senil con un país más grande y petrodólares para quemar? Para empezar, las maniobras secretas de Chávez tienen que ser denunciadas, como fueron un poco en la noticia del Miami Herald. Porqué los políticos y críticos de Washington no condenan a Chávez más agresivamente es un misterio.

Es necesario prestar atención estrecha a las acciones de Chávez en Latinoamérica. La inestabilidad en ese vecindario, alimentada por las guerrillas del tráfico de drogas, sólo puede traer de vuelta los días difíciles y mortales de los años 80, en los que las poblaciones latinoamericanas eran empobrecidas y rasgadas por la constante insurgencia guerrillera, los asesinatos y demás terror, y las Américas en conjunto, incluyendo Estados Unidos, estaban salpicadas de refugiados.

Venezuela no es ninguna Unión Soviética, es seguro. Pero incluso la Cuba llena de aire logró crear desastres en Granada y en otros estados. El hecho de que Hugo Chávez esté dedicado a extender la revolución izquierdista por toda una región que está empezando a poner sus cimientos democráticos, y que Chávez se siente en el centro de un país rico en petróleo, es causa de alarma.

Es hora de responsabilizar a Hugo Chávez de su política exterior unilateral, agresiva y desestabilizadora, e incluso castigarle por ella.

Diario Exterior (España)

 



Otras Notas del Autor
fecha
Título
08/08/2005|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House