Después de una recesión la recuperación económica se da a través de varios pasos: 1) que la producción deje de caer; 2) que comience a crecer; 3) que recupere, en términos porcentuales, la tasa de crecimiento que tenía antes del inicio de la recesión; 4) que recupere, en términos monetarios, el nivel que tenía antes de la recesión; 5) que se recupere la producción por habitante (ingreso per cápita) que se tenía antes de la recesión. ¿En qué etapa se encuentra la economía mexicana?
La recesión se inició en el tercer trimestre de 2008, durante el cual la producción de bienes y servicios, el Producto Interno Bruto, PIB, sumó 12 billones 402 mil millones de pesos, producción que se redujo, en el segundo trimestre de 2009, el peor de la recesión, a 11 billones 508 mil millones, para, a partir de entonces, comenzar a recuperarse, hasta alcanzar, en el segundo trimestre de 2010, con 12 billones 829 millones de pesos, un nivel superior al que tuvo al inicio de la recesión, de tal manera que no fue hasta el segundo trimestre de 2010 cuando se recuperó (superó), el nivel de producción que se tuvo al inicio de la recesión, misma que, en términos, del PIB, nos costó seis trimestres, del cuarto de 2008 al primero de 2010.
¿Qué ha pasado en términos del PIB por habitante? En el tercer trimestre de 2008, a lo largo del cual se inició la recesión, el PIB por habitante fue de 116 mil 855 pesos. ¿Cuánto alcanzó durante el segundo trimestre de 2010? 118 mil 790 pesos, superior al registrado en aquel tercer trimestre de 2008, a lo largo del cual se inició la recesión, lo cual quiere decir que, en términos del PIB por habitante, o del ingreso per capita, la recuperación ha transitado ya por las cinco etapas mencionadas, lo cual significa que ya estamos como estábamos antes de le recesión, por lo que la recesión nos costó, tanto en términos del PIB, como de PIB por habitante, año y medio, ¡mucho menos de los diez años que algunos agoreros predijeron al inicio de a misma!
Dicho lo anterior, hay que tener en cuenta que, ni el PIB, ni el PIB por habitante, por más importantes que sean, son las únicas variables a tomar en cuenta para medir el grado de recuperación de una economía después de una recesión. Otra variable a considerar para tal fin es la tasa de desempleo, que en septiembre de 2008, mes en el cual se inició la recesión, era del 4.25 por ciento de la población económicamente activa, que un año después, en septiembre de 2009, alcanzó, en el peor momento de la recesión en términos de desempleo, 6.41 puntos porcentuales, para ubicarse, en julio de 2010, en 5.70 por ciento, por debajo de aquel máximo de septiembre de 2009, pero por arriba del nivel de septiembre de 2008, al inicio de la recesión, lo cual quiere decir que, en tal materia, la recuperación sigue pendiente.
