Según el primer ministro, la principal tarea del Gobierno en estos momentos es ayudar a las familias de los muertos y heridos y, en ese sentido, anunció que cada familia de los fallecidos recibirá tres millones de rublos procedentes de los presupuestos federales y regionales y que los heridos obtendrán entre 1,9 y 1,2 millones, dependiendo de la gravedad.

El atentado se produjo ayer a las 16.32, hora local (14.32 en la España peninsular), en una de las salas de la zona de llegada de los vuelos internacionales e internos del aeropuerto Domodedovo. El área afectada estaba llena de personas que esperaban algún vuelo y de taxistas.

La explosión ocasionó la muerte de 35 personas, 31 de forma inmediata y las otras cuatro posteriormente. La ministra de Sanidad, Tatyana Golikova, informó este martes ante el Gobierno que de momento hay 110 personas hospitalizadas, siete de ellas en estado crítico y 40 en estado grave.

DOS AUTORES

Fuentes de seguridad próximas a la investigación indicaron este lunes a la agencia rusa que el atentado pudo ser cometido por dos terroristas, un hombre y una mujer, que habían contado con la colaboración de al menos otras tres personas. Asimismo, explicaron que la bomba utilizada aparentemente estalló antes de tiempo y que probablemente el objetivo era dejarla en una sala para accionarla a distancia. Los dos autores fallecieron a causa del atentado.

Según los datos preliminares, el artefacto tenía una potencia equivalente a más de cinco kilogramos de TNT. Al respecto, Medvedev declaró este lunes que el hecho de que los terroristas hubieran logrado introducir sin problemas una gran cantidad de material explosivo denotaba "evidentes fallos de seguridad".

Por ello, ha ordenado a la Fiscalía General de Rusia que investigue si se cumplieron adecuadamente las leyes antiterroristas y ha advertido de que se pedirá responsabilidades a todas las personas implicadas, "incluida la dirección del aeropuerto".