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08/02/2006 | Ficciones de Spielberg

Alan M. Dershowitz

Steven Spielberg dijo haber hecho Munich para promover un diálogo sobre la naturaleza del terrorismo y la eficacia del contraterrorismo. Su guionista, Tony Kushner, dijo que no se sentía obligado a retratar la respuesta de Israel a los asesinos de Munich con exactitud, porque “una audiencia tiene los recursos para comprobar” qué es real y qué es ficción.

 

Bien, he aquí una comprobación de lo real

• ¿Crearon un "ciclo de violencia" los esfuerzos anti-terrorismo de Israel tras Munich? La película retrata un escuadrón de agentes de la Mossad, liderados por un personaje ficticio llamado Avner Kauffman, siguiendo y matando a los terroristas del Septiembre Negro que perpetraron la masacre de los atletas israelíes en las Olimpiadas de 1972. Conforme avanza la película, Avner se desilusiona cada vez más con su misión. Su principal preocupación es que el contraterrorismo sólo incite más terrorismo, que a su vez provoca represalias 

El problema de esta perspectiva de “ciclo de violencia” es que confunde causa con efecto. El período inmediatamente anterior a Munich estuvo plagado de terrorismo de línea aérea, incluyendo la voladura de un avión de pasajeros suizo, matando a 47 pasajeros y la tripulación, y docenas de secuestros mortales. Los secuestros palestinos tenían éxito precisamente porque incluso cuando los secuestradores eran capturados, eran liberados rápidamente tan pronto como terroristas palestinos secuestraban otro avión

Este largo patrón de secuestros de elevada publicidad - bajo riego es lo que animó al Septiembre Negro a subir el listón infiltrándose en la Villa Olímpica de Munich

Como escribí en mi libro Por qué funciona el terrorismo: “Basándose en la reacción al terrorismo internacional durante los cuatro años previos, los terroristas que planeaban la operación de Munich podían esperar tener éxito en atraer la atención del mundo y estar relativamente seguros de que si cualquiera de los terroristas era capturado, no estaría retenido durante mucho tiempo”

En pocas palabras: es el éxito del terrorismo, y no los intentos por combatirlo, lo que invita a su repetición

La película termina con la imagen del World Trade Center proyectada en la pantalla. Varios críticos y comentaristas han interpretado esta imagen como insinuación de que la política de Israel de marcar terroristas para asesinato causó, o al menos contribuyó a causar, el ataque del 11 de Septiembre. Tal insinuación es una tontería patente

A Osama bin Laden no le importan lo más mínimo los terroristas palestinos ni las medidas contraterroristas israelíes. Su objetivo es Estados Unidos, el Cristianismo, el capitalismo y los valores occidentales. Seleccionó el World Trade Center porque simbolizaba el poder americano

Ni Spielberg ni Kushner tuvieron el valor de vincular abiertamente los esfuerzos del contraterrorismo con el 11 de Septiembre, porque tal afirmación es refutada muy fácilmente por los hechos. En lugar de eso, recurrieron al tipo de simbolismo que tiene un profundo impacto en las emociones de los espectadores sin oportunidad de respuesta lógica.

• ¿Por qué no dejó Israel que Alemania y otros países europeos arrestaran y extraditaran a los terroristas? Aun cuando Israel lograba arrestar y encarcelar a los secuestradores, esto sólo alentaba secuestros adicionales diseñados para liberar a los terroristas encarcelados retenidos por Israel. La mejor evidencia de porqué el método defendido por Munich no funcionaría en la práctica es proporcionada por las propias demandas del Septiembre Negro en Munich - que Israel liberase a cerca de 200 terroristas encarcelados que habían sido arrestados

Israel comprendió que liberar terroristas animaría el terrorismo futuro. Sin la cooperación europea, Israel tenía pocas posibilidades de contener el terrorismo internacional. En realidad, Alemania liberó a los terroristas del Septiembre Negro que sobrevivieron menos de dos meses después de Munich, cuando los terroristas palestinos “secuestraron” un vuelo de Lufthansa. (Según el ayudante superior del ministro del interior de Alemania, “probablemente es cierto” que el “secuestro” estuviera orquestado como parte de un plan germano-palestino para liberar a los terroristas)

Fue la decisión alemana de poner a estos asesinos en libertad para matar de nuevo lo que reforzó la resolución de Golda Meir de tomar las medidas necesarias para proteger a sus ciudadanos; pero usted no sabrá eso de ver Munich

Puesto que estos terroristas asesinados por agentes israelíes eran ciertamente combatientes en una guerra terrorista en curso, fue tan legal que Israel les apuntase como lo es para Estados Unidos hoy apuntar a Osama bin Laden o a Aymán Zawahiri

A la película de Spielberg le preocupan los hogares apropiados. Un militante de la OLP da una conferencia acerca de la conexión de su pueblo con toda Palestina, sin espacio de ningún tipo para un estado judío. Avner, que es la brújula moral de la película, parece adoptar en última instancia la opinión de Alí. Hacia el final de la película, renuncia también a Israel como su hogar

Los cineastas probablemente creen que el lugar legítimo de un judío es Brooklyn, adonde Avner se mueve, y no Israel. Esto es consistente con la opinión política parcial de Kusher de que tiene “un problema” con la existencia misma de Israel, y que “habría sido mejor si nunca hubiera sucedido”

Millones de judíos que escaparon de la opresión musulmana en los años 50 y la opresión soviética en los años 70 y el 80 discreparán ciertamente. Igual que los miles de civiles israelíes cuyas vidas fueron salvadas por las medidas proactivas de Israel contra el terrorismo discreparán con la premisa principal de Munich, a saber, que el contraterrorismo es siempre contraproductivo

Cerca del final de la película, Avner pregunta a su superior de la Mossad porqué Israel mató a los terroristas del Septiembre Negro en lugar de arrestarlos. La respuesta, nunca dada en la película, es que el método de la detención había fracasado. Los terroristas detenidos nunca fueron juzgados ni estuvieron encarcelados durante mucho tiempo

Entre 1968 y 1975, 204 terroristas fueron detenidos fuera de Oriente Medio. Hacia finales de 1975 sólo quedaban tres aún en prisión. George Habash, líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina (grupo marxista terrorista responsable de algunas de las matanzas en masa más crueles de los palestinos), observó que la negativa de Europa a encarcelar a los terroristas significaba que en lo que respecta a planear secuestros y atentados, “el éxito estaba 100 % asegurado” 

Alan M. Dershowitz es profesor de Derecho de la Facultad de Derecho de Harvard, donde fue el profesor más joven de la historia de la facultad. Actualmente es el Profesor Felix Frankfurter del claustro, siendo un autor prolífico en diversos temas, especialmente derechos civiles y en lo relativo a la Primera Enmienda. Está considerado uno de los mejores abogados de Estados Unidos, especialmente tras ganar brillantemente el caso Claus von Bülow, como más tarde sería llevado al cine.

Grupo de Estudios Estratégicos (España)

 



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