1] Fortalezas y debilidades

A pesar de lo que indicaban las encuestas antes del 9 de abril, el rival más débil de Ollanta Humala en la segunda vuelta es Lourdes Flores Nano. No solo porque el candidato de UPP podría insistir con su discurso confrontacional de pobres contra ricos, sino porque aritméticamente los resultados de la primera vuelta indican que mientras la lideresa de UN solo tiene representación mayoritaria en Lima, Humala tiene un apoyo importante en 18 de las 25 regiones del país.

Para el sociólogo e investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), Romeo Grompone, revertir esta figura implica que la candidata de UN apele a un discurso de concertación social que le permita jalar una parte del 45% de votos que dejaron los otros candidatos. Un discurso de esa naturaleza pasa por su compromiso de hacer crecer la economía, pero asimismo garantizar una nueva distribución de las riquezas. El problema es si la población le creerá.

Está claro, dice Grompone, que no todos los votos de Alan García (uno de los bolsones más amplios que quedaría) irían para Lourdes Flores. Por lo menos el voto rural, y el de los simpatizantes más radicales del aprismo, se irían con Ollanta Humala. Algo similar ocurriría con los votos de Martha Chávez. La candidata de Unidad Nacional captará al elector fujimorista que defiende, por ejemplo, la política de privatizaciones, pero no del que busca el cambio ni el agricultor pobre de la zona rural.

Luis Benavente, de la Universidad de Lima, señala que el voto de Martha Chávez que proviene de los sectores con un menor nivel de educación se irá en mayor proporción para Ollanta Humala. A su favor Lourdes Flores tiene una cualidad notable: no arrastra un pasado negativo como Alan García. Por el contrario, se la identifica como una candidata capaz de garantizarle estabilidad económica al país. Solo que eso podría no ser suficiente.

2] Mejor malo conocido...

El respaldo obtenido por el Partido Aprista a nivel nacional demuestra que son un hueso duro de roer, y que sus estrategias son por demás acertadas. Si bien en la primera vuelta Ollanta Humala pudo combatir a Lourdes Flores con un discurso que la estigmatizaba como la candidata de la derecha, con Alan García no podrá utilizar el mismo recurso.

Luis Benavente opina que el candidato de UPP buscará derrotar a su contendor del Apra recordando lo mal que condujo el país entre 1985 y 1990. Alan García, por su cuenta, admitirá que se equivocó, pero que tiene la voluntad de rectificar. Más de un analista cree que un sector del electorado, aquel que votó por Lourdes Flores, Valentín Paniagua o el evangélico Humberto Lay, pondrán en la balanza aquel refrán que reza "más vale malo conocido que bueno por conocer".

Pero como no hay mucha garantía de que todos los que votaron por Flores, Paniagua, Lay, Amprimo o Chávez hagan lo propio con el líder aprista (algunos preferirán viciar su voto), este tendrá que hilar fino en su discurso. Es decir, insistir en la necesidad de una concertación social. Por otro lado, el analista Alberto Adrianzén destaca que en una contienda entre Alan García y Ollanta Humala, el primero tiene más recursos que exhibir. Ya lo demostró con Lourdes Flores al haberla sacado (provisionalmente) de la segunda vuelta electoral con la votación importante que obtuvo en provincias.

Adrianzén agrega que al no haber espacio en esta segunda vuelta para los discursos excluyentes, tanto García como Ollanta tendrá que apostar por lo más complejo, en otras palabras ir a lo programático. En ese contexto, precisa Benavente, temas como el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos será un arma eficaz para que ambos candidatos capten votos. No obstante, el que genere más confianza de un verdadero cambio finalmente será el beneficiado.

3] Cómo lavarse la cara

Una de las principales preguntas que por estos días se hace el candidato presidencial de UPP, Ollanta Humala Tasso, es de dónde sacará votos para salir del 31% en el que se encuentra.

Para Grompone, sociólogo del Instituto de Estudios Peruanos, el techo del candidato de UPP es bastante limitado. El problema para Humala es que tiene un discurso tan radical, que una buena proporción de los votantes de Paniagua y de Lay se irán indefectiblemente para García. Se trata de gente que quiere el cambio, pero que quiere que este se lleve a cabo con respeto al sistema democrático.

De otro lado, Humala no puede bajar el tono de su discurso, ni convertirlo en un mensaje concertador. Grompone indica que de hacerlo, podría pasarle lo que le pasó a Flores Nano, que quiso instalarse en el centro y el electorado no le creyó. El papel que desempeñen los medios de comunicación tampoco será determinante, y ese es un punto a favor de Ollanta. Grompone indica al respecto que las denuncias por violaciones a los derechos humanos no tendrán vigencia en una segunda vuelta.

El tema de los asesinatos en Madre Mía no caló como se esperaba en la sociedad, porque para el electorado se trato de crímenes de guerra. En todo caso, el mensaje negativo, opina Benavente, no le conviene a ninguno de los dos candidatos y lo más probable es que ambos eviten recurrir a ello.

Y es que si García pone sobre el tapete lo de Madre Mía, Humala podría traer al presente lo ocurrido en El Frontón. Si el Apra saca a la luz el entorno fujimorista de su adversario, Humala le recordaría el nexo que tuvo Agustín Mantilla con la mafia de Montesinos. Sin lugar a dudas, un escenario inconveniente para los dos.