Es positivo que Miguel Díaz-Canel, un civil que nació ya con los Castro en el poder y no forma parte de la gerontocracia militar de los «históricos», haya sido elevado a primer vicepresidente del Consejo de Estado en sustitución de José Ramón Machado Ventura, uno de los pilares de la línea dura estalinista.
Como dijo Yoani Sánchez en La Habana, antes de emprender su actual gira internacional, tener en Cuba un vicepresidente con menos de 80 años ya es algo.