Acorralada por la decisión judicial que le obliga a pagar a los “fondos buitre” y con la consecuente amenaza de un nuevo default, Argentina quiere que todos los países del continente americano se pronuncien sobre esta crisis. Para ello, ha logrado que la Organización de Estados Americanos (OEA) apruebe este lunes la convocatoria de una “reunión de consulta de ministros de Relaciones Exteriores” que se celebrará este mismo jueves en su sede en Washington.

Lo inminente de la cita da cuenta de la emergencia que siente Buenos Aires. El título de la reunión tampoco deja lugar a dudas de la preocupación profunda del gobierno de Cristina Fernández: “Reestructuración de la deuda soberana: el caso de Argentina y sus consecuencias sistémicas”.

“Se trata de una cuestión que excede los aspectos financieros, es una cuestión de política internacional que tiene implicancias y consecuencias de índole global y sistémicas, una cuestión que entendemos debe ser expuesta y comprendida”, ha afirmado el representante argentino alterno ante la OEA, Julio César Ayala.

Y ha advertido de que el caso de los “fondos buitre” podría sentar un precedente peligroso.

“Hoy se ha puesto en jaque a la Argentina, sin embargo cualquier país que deba enfrentar en el futuro una reestructuración de su deuda podrá estar en la misma encrucijada”, ha señalado Ayala.

Una visión compartida ampliamente por los demás miembros de la OEA, que han apoyado la iniciativa aunque con matices: hablar del tema por supuesto, pero decidir alguna acción colectiva concreta, no necesariamente.

Por ello, aunque se ha declarado amplia solidaridad con Argentina, a instancias sobre todo de Canadá y Estados Unidos, que ha subrayado que el asunto de fondo es una cuestión de una “rama independiente del ejecutivo” como es la Justicia, se ha eliminado del proyecto de resolución el punto que preveía “acordar las medidas que convenga adoptar”, pese a que se subrayó que se trataba de una cuestión protocolar.

Aun así, no han faltado las declaraciones de solidaridad con Argentina antes de la aprobación de la cita solicitada.

“Es un problema que afecta a todos porque esa decisión de un juez americano crea un precedente extremadamente peligroso que puede dar margen a problemas futuros no sólo para Argentina, sino para cualquier país que trate de pagar su deuda como Argentina”, ha corroborado el embajador brasileño ante la OEA, Breno de Souza.

“La OEA como principal foro de América no puede guardar silencio ante estas circunstancias”, ha coincidido su par peruano, Juan Federico Jiménez. Mientras, el embajador de Uruguay, Milton Romani, ha proclamado el “absoluto apoyo y solidaridad a la hermana Argentina” porque, ha subrayado, el problema que supone la decisión de un juez estadounidense en apoyo de los “fondos buitre” “es también un atentado contra las posibilidades de desarrollo con inclusión social, un atentado contra la seguridad jurídica y un atentado contra los derechos humanos de carácter económico, cultural y social”.

En vista de la “urgencia” del tema y la importancia de “tener una manifestación sobre esto pronto”, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, ha extendido una “invitación especial” para la sesión del jueves a los directivos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, el Banco interamericano de Desarrollo (BID), la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).

De parte argentina entretanto acudirán a la cita en Washington no sólo su canciller, Héctor Timerman, sino también el ministro de Economía, Axel Kicillof.