La lujosa vivienda fue construida por la empresa a la que se le quiso adjudicar el tren de alta velocidad.
A Enrique
Peña Nieto le crecen los enanos en el desgraciado circo de tres pistas en
que se le ha convertido México desde los sucesos de Iguala del 26 de
septiembre. Una investigación publicada por el portal de noticias de la
periodista Carmen Aristegui ha sacado a la luz que la mansión que tienen el
presidente y su familia en el lujoso barrio de Lomas de Chapultepec, en el
Distrito Federal, está a nombre de una inmobiliaria del Grupo Higa, propiedad
de Juan Armando Hinojosa Cantú.
Esta
empresa forma parte del consorcio que había ganado el concurso para el tren de
alta velocidad entre México y Querétaro –revocado por el gobierno el pasado
jueves para que el proceso «no sea cuestionado y tenga claridad absoluta», en
palabras del secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza–,
y que alquiló asimismo helicópteros a Peña Nieto durante su campaña
presidencial. Además de haberse hecho con contratos millonarios del Estado
de Méxicocuando el hoy presidente era aún gobernador.
En su
detallado trabajo, titulado «La "casa blanca" de Enrique Peña Nieto»,
los periodistas Rafael Cabrera, Daniel Lizárraga, Irving Huerta y Sebastián
Barragán documentan que la mansión tiene un valor aproximado de 86 millones de
pesos (unos cinco millones de euros), que está custodiada por el Estado Mayor
Presidencial, igual que la residencia oficial de Los Pinos, y que no está
incluida en la declaración patrimonial del presidente, a la que está obligado
por ley como todos los funcionarios. También cuentan que Peña Nieto y su mujer,
la ex actrizde telenovelas, Angélica Rivera, participaron personalmente en
su diseño. La propia Rivera abrió el año pasado a la
revista «¡Hola!» las puertas de esta mansión, de casi dos mil metros
cuadrados, en la que el color blanco es omnipresente.
Tras la
publicación del reportaje, del que se hicieron eco medios como «The Wall Street
Journal», «Financial Times» o «The Guardian», el portavoz de Presidencia,
Eduardo Sánchez, se apresuró a explicar que la casa es de Angélica Rivera,
quien está casada «por bienes separados» y «no está sujeta al régimen de
declaración patrimonial» al no ser servidor público. El comunicado oficial
especifica que Rivera firmó un contrato de financiación con la inmobiliaria
según el cual la casa se escriturará a su nombre una vez se cubra la deuda, y
que esta operación se realizó para ampliar la casa que ella poseía «desde
varios años atrás», situada a la misma altura en la calle paralela y colindante
con esta. Sin embargo, el equipo de investigación revela que ese inmueble
original fue «transferido» por Televisa a Rivera después de casarse con Peña
Nieto y justo el mismo día que la inmobiliaria de Hinojosa comprara el terreno
que hoy ocupa la mansión objeto de escándalo.