La propuesta francesa ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de enviar observadores internacionales a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén para mantener el 'statu quo' ha naufragado a las pocas horas de plantearse.

El mismo día en que Israel convocaba al embajador galo para expresarle su queja por la iniciativa, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, se oponía a la medida a su paso por Madrid. Kerry ha invocado precisamente el 'statu quo' para justificar su negativa. Y lo ha hecho en presencia de su anfitrión, José Manuel García-Margallo, jefe de la diplomacia del Gobierno de España, que es la que preside este mismo mes el citado Consejo de Seguridad. Lo primero que ha hecho Kerry es invocar la "responsabilidad" del rey Abdullah de Jordania sobre la "administración" del actual reparto de influencias en torno a los lugares santos de Jerusalén, pero ha subrayado la propia posición de Israel, contraria "a los cambios".

"No vislumbramos ningún cambio del 'statu quo'. Israel comprende la importancia del 'statu quo'. Debemos cerciorarnos de que todo lo que se haga vaya en esa línea. Todo el mundo debe ser consciente. No buscamos gente de fuera que venga. No querría ni Israel ni Abdallah. Queremos que haya claridad y que todas las partes puedan reunirse", ha asegurado el jefe de la diplomacia de EEUU.